Lo buscó por todos lados

MUSSIS JUGO CON LAS GANAS DE SIEMPRE. FUE PARA ADELANTE TODO EL PARTIDO, PERO NO ESTUVO BIEN CON EL BALON

ANALISIS
Por NICOLAS NARDINI

No hubo caso. Gimnasia lo buscó de todas las maneras posibles y no logró quebrar la resistencia de Agustín Marchesín. El equipo de Troglio apeló a todas las variantes tácticas y futbolísticas que lo llevaron a estar, a solo dos fechas del final, en lo más alto de la tabla de posiciones, pero en la tarde de ayer los intentos carecieron de justeza en los últimos metros de la cancha.

El puntero del campeonato jugó bajo los mismos conceptos que todos conocen: presión en bloque en la mitad de la cancha, achique de espacios atrás y búsqueda por los costados adelante. En todo momento intentó ensanchar la cancha, para encontrar fisuras en el fondo granate. La diferencia entre los compromisos anteriores, en los que hilvanó seis victorias consecutivas, y el de ayer, pasó por la falta de precisión en el último toque.

DOMINIO TOTAL

En el trámite, el dominio albiazul fue claro. Impuso el ritmo del partido, se plantó en campo rival y tuvo las mejores situaciones de gol. Todo eso ante un rival de gran jerarquía, que cuenta con uno de los mejores planteles del país, vigente campeón de la Copa Sudamericana y ya metido entre los mejores ocho de América en la Libertadores.

En el planteo inicial, con Alvaro Fernández como conductor, Pouso como volante central tipo y Mussis flotando entre ambos charrúas, Gimnasia encontró algunos espacios. Meza hizo daño por banda derecha, tuvo una clarísima en sus pies y cedió otra, también en inmejorable posición, para Pereyra, que en lugar de optar por la palomita, la mejor opción por el vuelo que llevaba la pelota, sacó un remate desviado con derecha.

A PURA VARIANTE

Con el marcador en blanco y viendo que los suyos no tenían la precisión de otras tardes, Troglio apeló a todo lo que tenía a su alcance en el afán de alcanzar la victoria. Mandó a la cancha a Contreras para fijar a los centrales visitantes y ganar una referencia con poderío físico para jugar de espaldas al arco. También refrescó el armado de juego con Ignacio Fernández como conductor y hasta terminó con Bou como acompañante del juvenil que llegó desde San Lorenzo.

Con toda la carne en el asador, el Lobo chocó ante su propia falta de pericia para definir.

Quien haga la lectura de la mitad vacía del vaso dirá que el Lobo dejó pasar una chance inmejorable para seguir mandando en soledad. Quien la haga observando el medio vaso lleno, podrá contrarrestar marcando que sigue siendo líder, dependiendo de sí mismo y con una fecha menos por jugarse, que no es poco.