¡A ponerse en forma!

Llega el buen tiempo y el letargo del invierno y de la inactividad pesa sobre nuestro cuerpo, que hay que poner a tono con los nuevos métodos de entrenamiento que dejarán que nuestros muslos y nuestro vientre dejen de estar fláccidos.

El “cross fit” se ha consolidado como el entretenimiento de moda. Basado en pautas deportivas militares, incorpora ejercicios de alta intensidad que no solo buscan el desarrollo de la fuerza, también potencian el resto de cualidades físicas.

Según quienes lo practican, se trata de una de las mejores maneras de llevar a cabo las tareas habituales de la vida diaria con mayor eficacia.

POTENCIA, VELOCIDAD Y COORDINACIÓN

Carlos Bernardos, preparador físico, asegura que con este tipo de entrenamiento se fortalece el sistema cardiovascular y muscular, además de la potencia, velocidad, coordinación, la fuerza y la flexibilidad.

Explica que su práctica reduce las malas posiciones postulares y prepara para movimientos cotidianos.

Bernardos explica que, a diferencia de otras disciplinas el “cross fit”, aporta funcionalidad ya que no se ejercitan grupos musculares de forma aislada. También variación, pues gracias a los estímulos consigue provocar una respuesta e intensidad, con sesiones de alta intensidad y corta duración, con lo que el resultado es muy positivo para quien lo ejercita.

A pesar de lo que pueda parecer, según Bernardos, la práctica se adecúa a cada persona, teniendo en cuenta el nivel de entrenamiento físico que ya tenga.

“Cada sesión se puede adaptar a cada persona, jugando con la intensidad y la duración, la dificultad de los ejercicios desde el punto de vista técnico y coordinativo, además de la fuerza y la velocidad”, afirma.

Lo bueno de esta disciplina deportiva es que con ella no se establece una rutina. Se organiza un entrenamiento de tres o cuatro días consecutivos y uno de descanso “todo depende de si el entrenamiento se requiere para una preparación deportiva o se trata de un trabajo para mantenerse en forma”.

Cada sesión lleva una RDD (Rutina de Día), y en ella se combinan ejercicios cardiovasculares, como nadar, correr y remar, con ejercicios olímpicos: cargadas, entadillas, press de banca... Incluye también ejercicios pliométricos y de gimnasia básica como la autocarga, saltos, suspensión y anillas.

El baile es otra de las disciplinas que con el aerodance, el zumba y el baile moderno sirven para tonificar el cuerpo.

Practicar ejercicio al ritmo de la música es una actividad aeróbica muy completa que ayuda a mejorar la coordinación y a tonificar los músculos, sobre todo los de las piernas y reduce el volumen corporal. Reduce el estrés y despierta la creatividad y la imaginación.

El zumba para aquellos que adoran los ritmos latinos y para los más clásicos los bailes de salón como el Rock&Roll, el Mambo y los Boleros también surten efecto.

AL AGUA

La natación es otra de las practicas más beneficiosas para modelar el cuerpo. Más horas de luz y el beneficio de practicar un deporte en un medio acuático, reduciendo así el número de lesiones es ideal para cualquier edad. Los entendidos recomiendan Adaptiv Aqua, basado en movimientos rítmicos para poner activos a los grandes grupos musculares.

Saltos, desplazamientos y ejercicios combinados son la base de esta actividad, que tiene como objetivo desarrollar la coordinación, le ritmo y la agilidad en nuestro cuerpo.

Tonificar la panza y el pecho es el foco en el que se concentran muchas mujeres, pero hay que tener en cuenta que la espalda puede sufrir con ellos, de ahí que lo ideal es que se realicen tumbadas o sentadas para protegerla.

Trabajar los brazos con elevaciones laterales y servirse de las sentadillas para fortalecer muslos y glúteos apoyada en la pared son ejercicios eficaces y seguros.

ALIMENTACIÓN RICA EN FIBRA

Con el paso del tiempo el ejercicio no es suficiente para tonificar el cuerpo. Además del deporte, los alimentos ricos en fibra facilitan la pérdida de peso, según el doctor Carlos Jarne, de laboratorios Ysonut quien indica que el consumo de alimentos ricos en fibra evitan la subida de la insulina y facilitan la pérdida de peso.

Las fibras alimentarias solubles, extraídas de frutas ricas en pectina, en cantidad suficiente, actúan como un filtro a nivel intestinal para frenar la absorción de glúcidos y mejorar así el control glucémico” indica el doctor, mientras que las insolubles, retardan la digestión y tienen un efecto saciante.

Las fibras alimentarias insolubles retardan la digestión y tienen efecto saciante, lo cual favorece el control del apetito y del peso.