Entre adolescentes, resurgió la moda de las melenas coloridas

Melanie Ruiz (18) mira su celular, con la espalda apoyada en el frente de la pared de una escuela. De una capucha de buzo a rayas, que le cubre parte de la cabeza, se escapan mechones verdes. Todo su pelo es de ese color. Cuenta que necesitó decolorar el negro que le crece naturalmente para que le agarrara el tono elegido. Su mamá la ayudó a teñirse, como lo viene haciendo desde hace tres años. Dice que tuvo la cabeza roja, violeta, azul, anaranjada y rosada.

La moda de las melenas coloridas, que estuvo vigente en los ‘70 y luego entre los adolescentes de los ‘90, vuelve a resurgir en la actualidad. Aunque para lograr el color de fantasía elegido -afortunadamente por los riesgos que supone- ya no se recurre al papel crepé como era frecuente en ese entonces, sino a tinturas, aerosoles y, para ocasiones especiales, a pelucas.

“La moda empezó el año pasado. Vienen tinturas en distintos matices: fucsias, azules, rojas, verdes, amarillos, naranjas, violetas y púrpuras, entre otros”, cuenta Carolina Herrera, que trabaja como vendedora en una perfumería local.

Algunos se tiñen únicamente las puntas, otros se hacen reflejos con colores estridentes o pintan sólo algunas mechas seleccionadas. Los más arriesgados arremeten con toda la cabeza

La tendencia prendió por igual en hombres y mujeres, en su mayoría adolescentes, de entre 14 y 23 años. Algunos se tiñen únicamente las puntas, otros se hacen reflejos con colores estridentes o pintan sólo algunas mechas seleccionadas. Los más arriesgados arremeten con toda la cabeza.

La tinturas que se venden en perfumerías cuestan alrededor de $30. Muchos acompañan el color estridente del pelo con cortes modernos realizados en una peluquería. En cambio, para el proceso de teñido, recurren a la ayuda de algún familiar o de un amigo.

Colores estridentes y peinados dedicados

También abundan los peinados esmerados que pretenden resaltar el color: lacios logrados con planchita, ondas marcadas con rizador, trenzas comunes, cocidas o ‘tipo coronas’.

Diego Echeverría (14) tiene un flequillo largo que le cae hacia un costado de color rojizo. Cuenta que fue su tía quien lo tiñó y lamenta un error: “Había elegido una tintura celeste, pero no sabemos por qué me quedó un color que no tiene nada que ver con lo que yo quería”, cuenta, y agrega: “Este llama mucho la atención, me parece que con el otro tono hubiese sido distinto”.

Existen varios métodos para lucir la cabeza de color. La tintura permanente es el más riesgoso, principalmente porque exige previa decoloración (hasta llevar el pelo a un blanco o traslúcido para que luego agarre el color que se le quiere dar) y se va dañando la salud capilar. Además, si el mechón conserva pigmentación, puede alterar el tono buscado.

Existe la posibilidad de que el color sea transitorio y se pierda con unos pocos lavados

También existe la posibilidad de que el color sea transitorio y se pierda con unos pocos lavados. En este sentido, en las casas de cotillón ofrecen aerosoles especiales para el pelo que vienen en distintos colores. No requieren previa decoloración y la intensidad se puede regular con la cantidad de producto aplicado. Este método presenta dos inconvenientes: no se consigue la misma prolijidad o terminación que se lograría en una peluquería y puede manchar la ropa.

Otra alternativa para sumarse a la tendencia y a la vez cuidar el pelo son las pelucas y los mechones sueltos que vienen en distintos colores y parten desde los $50. Esta opción suele ser elegida para asistir a eventos puntuales.

No se sabe a ciencia cierta de dónde viene el resurgimiento de esta tendencia. Para algunos está inspirada en los personajes de Mi Pequeño Pony, que se caracterizan por sus pelos de colores; para otros en el animé japonés (dibujos animados), que desató fanatismo en miles de adolescentes argentinos que decidieron imitar el look de sus personajes preferidos, y casi todos llevan la cabeza de color. Y están quienes afirman que es una manifestación de rebeldía que nace del rock. Celebrities como Lady Gaga y Nicki Minaj fueron pioneras en esta resurgida tendencia.

La moda de las cabezas coloridas nació en los ‘70 como un signo de rebeldía. Estaba vinculada al surgimiento del movimiento punk de Inglaterra. Generalmente iba acompañada de crestas, tatuajes y piercings. A fines de los ‘90 está tendencia resurgió y nuevamente, en la actualidad, vuelve a imponerse.

Los riesgos de teñirse con papel crepe

Según explicaron desde el Servicio de Toxicología del Hospital de Niños, el método casero de teñirse el pelo con papel crepé está totalmente desaconsejado, ya que puede derivar en cuadros de intoxicación. Esto se produciría a causa de la anilina (una tintura industrial que ingresa al organismo por todas las vías: la cutánea, la respiratoria y la oral) que contiene el material.

Especialistas explicaron que las anilinas actúan por transformación de la Hemoglobina dentro del glóbulo rojo. Esta es la proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones al resto de organismo. Por acción de las anilinas se transforma en Metahemoglobina, incapaz de cumplir la función de oxigenar los tejidos. El cuadro se conoce como Metahemoglobinemia, y su gravedad depende de la cantidad de anilina a la que se expuso el paciente y de la duración de la exposición. Los niños serían los más vulnerables.