Las usurpaciones no dan tregua en la periferia: tomaron lotes en El Retiro

La ola de usurpaciones de terrenos que viene acosando a la periferia platense sigue creciendo sin que, por lo visto, nada pueda detenerla. Después de que dos ocupaciones ilegales de tierras -en Melchor Romero y Villa Elvira- dejaran ver días atrás la existencia de organizaciones mafiosas que lucran con la necesidad de la gente, ayer se sumó un nuevo episodio que puso en vilo a todo un sector del barrio El Retiro.

Cerca del mediodía, medio centenar de personas desembarcó en un predio de alrededor de cuatro hectáreas comprendido entre las calles 52 y 55 y 155 y 157. Ante la sorpresa de los vecinos históricamente radicados en la zona, comenzaron a desmalezar las tierras, con evidentes intenciones de afincarse.

“Llegaron organizados, como si ya estuvieran preparados para todo lo que iban a hacer”, dijo uno de los numerosos frentistas de la zona que ayer a la tarde se comunicaron con este medio para denunciar lo ocurría y pedir que la Justicia intervenga.

“Enseguida fuimos a la comisaría y llamamos al 911, pero nos dijeron que el que tenía que denunciar el hecho era el propietario de los terrenos, así que no nos quisieron tomar la denuncia”, aseguró otra vecina. No obstante, fuentes judiciales destacaron que las denuncias que involucran lotes privados puede hacerlas cualquier vecino, pero no le cabe pedir su desalojo; en esos casos es la Justicia la que opta por ordenarlo o no.

Lo concreto es que con el correr de la tarde el predio en cuestión se pobló de ocupantes que no tardaron en parcelarlo de forma irregular y delimitarlo con cintas, parantes y carteles.

Las tierras, se remarcó, tienen dueño, aunque hasta ayer los vecinos intentaban contactarlo para ponerlo al tanto de lo que estaba ocurriendo. En algunos sectores el predio está alambrado y tiene un visible cartel que indica: “Propiedad Privada - No Pasar”, del que hicieron caso omiso.

“Saltaron el alambrado y se metieron”, dijo una mujer que, al igual que sus vecinos, prefirió mantener en reserva su nombre por temor a represalias. Aclaró, además, que nunca antes habían intentado tomar esas parcelas.

Si bien ningún frentista pudo confirmarlo, el comentario en el barrio es que las tierras iban a ser destinadas a la concreción de un proyecto habitacional y, al parecer, era inminente la colocación de un obrador para comenzar los trabajos. Esa iniciativa inmobiliaria se encontraría ahora con este inesperado obstáculo.

Los lotes están situados junto a un predio donde durante mucho tiempo funcionó un depósito judicial de autos. El barrio es residencial; las calles asfaltadas se cruzan con otras de tierra. Se ven algunas casas en construcción, quintas y pequeños loteos. Un punto de referencia es el club Corazones de El Retiro, donde desarrollan una intensa actividad de contención social y está situado a pocas cuadras de los terrenos ahora tomados.

Al cierre de esta edición los ocupantes empezaban a realizar zanjeos y, según denunciaron los vecinos, intentaban engancharse de la luz.

SE AGUDIZAN LAS TOMAS

En las páginas de EL DIA del domingo se trazó una radiografía del preocupante fenómeno de las usurpaciones en la periferia. Hubo, en los últimos meses, cerca de una veintena de casos. Los más recientes en Melchor Romero y Villa Elvira. En la ocupación romerense, entre 159, 161, 523 y 524, los recién llegados actuaron con logística de apoyo, como vehículos y materiales. Lo mismo se vio en 92 y 116, donde aún se desarrolla una usurpación. En ambos casos tanto los vecinos como los damnificados denunciaron que, una vez parcelados, los terrenos se ofrecían a través de las redes sociales y se vendían de forma irregular.

“Cuando las tomas son masivas, nunca son improvisadas ni espontáneas; todos los detalles están planificados por punteros políticos con alguna información calificada, que no aparecen por el lugar sino envían personeros; cuando un terreno está en sucesión o conflicto, siempre alguien hace circular esa información, y allí apuntan. Además, se nota a simple vista si un lote está aparentemente abandonado o descuidado desde hace tiempo. Esta gente sin escrúpulos se vale de familias de bajísimos recursos para estafarla con fines económicos, y de paso generan caos, como herramienta para presionar y desestabilizar a las autoridades”, sintetizaba en la reciente nota de EL DIA el fiscal Marcelo Romero.