Budapest, histórica y bella capital del centro europeo

Tras haber contemplado durante centurias el devenir de la historia, las guerras y su renacimiento, las piedras de Budapest, la capital de Hungría, continúan vivas y frescas como las aguas de su Danubio.

Este país centroeuropeo atesora en el interior la perla urbanística más codiciada del este de Europa con las distintas partes que la conforman y que la convierten en un fuerte polo de atracción turística.

Al llegar a la ciudad, por 6.500 florines (algo más de 35 dólares) se recomienda adquirir la Budapest Kártya, un abono de transportes ilimitado para disfrutar de esta metrópoli y de muchas de sus atracciones turísticas sin cargos adicionales durante 48 horas.

Durante los 15 kilómetros de viaje en minibús que van del aeropuerto al centro de la ciudad, se puede contemplar el paisaje. Un verde profundo, salpicado de pequeñas casas de campo, que convierte el entorno de la capital húngara en un paraje delicioso.

LA ATRACCION DEL DANUBIO

Existe una atracción magnética que ofrecen al visitante las aguas del Danubio.

Un clásico es recorrer el Corso, ubicado en la orilla del río que pertenece a la antigua ciudad de Pest. Se trata de un pintoresco y extenso paseo, frecuentado por parejas de novios ya que la tradición dice que en ese lugar de la ciudad los enamorados deben prometerse fidelidad eterna para asegurar la felicidad de la pareja.

El recorrido está flanqueado por el Danubio de un lado y del otro, por bellos edificios barrocos que se entremezclan con monumentos góticos, romanos y hasta algunos cuya arquitectura muestra vestigios árabes.

Desde el edificio del Parlamento hasta el Puente de las Cadenas, dos joyas de la arquitectura húngara, la belleza se hace presente en cada metro que se recorre. Este tramo se puede aprovecha para tomar algunas fotos de la orilla opuesta, dominada por el imponente Bastión de los Pescadores, un bellísimo edificio que no se puede dejar de visitar.

PARA COMER

No es difícil encontrar un lugar donde comer por esta zona. En Mérleg Utca, aún en Pest, está el Mérleg Etteren. De cocina sabrosa y barata, este lugar fue durante la década de los años 80 punto de encuentro de los políticos opositores al régimen comunista.

Luego de almorzar se pueden dedicar las primeras horas de la tarde a visitar el tradicional barrio judío. La sinagoga de la calle Dohany tiene una fachada impresionante, y es la segunda más grande del mundo. Su arquitectura es de un delicioso estilo bizantino y habla de la importancia del judaísmo en la historia.

A pocos minutos a pie se encuentra otro edificio singular, la basílica de San Esteban. Un ambiente imponente domina el templo y es interesante, aunque un tanto fatigoso, subir hasta su cúpula. Pero desde allí la ciudad se ve de maravilla. El mármol y color dorado decoran este santuario barroco de increíble belleza.

GULASH Y MUSICA DE VANGUARDIA

Otro lugar imperdible en la capital de Hungría es la Andrássy Utca, Patrimonio de la Humanidad, próxima al magnífico teatro de la ópera del que, según se dice, el rey Francisco José, quien la mandó construir, ordenó expresamente que su tamaño fuese inferior al de la ópera de Viena, ciudad de la cual también era gobernante.

Para cenar no se puede dejar de probar el legendario gulash. El Trend Café, cerca de la Basílica, es uno de los muchos lugares donde degustar esta "delicatessen" húngara.

Para la diversión nocturna, luego de cenar, se puede concurrir en Andrássy, al Tütü Tangó, que es un bar ecléctico que se convierte los sábados en un auténtico malecón cubano, donde la música salsera y el ambiente alegre animan la fiesta.

También se puede acudir a la calle Utca, donde el visitante encontrará el mejor sonido alternativo, desde el "drum n' bass" hasta el potente "minimal", en distintos locales.

Budapest es desde hace años la capital electrónica del este de Europa. Por otra parte, el E-Klub, el Süss fel nap y el Almássy téri Szabadidoközpont son apuestas muy acertadas para pasarlo bien gastando poco.

BAÑOS TERMALES

Pero estando en Budapest no se puede dejar de disfrutar de la riqueza medicinal de sus termas. Los baños de Szchendyi son de los más conocidos.

También se recomienda no dejar de visitar el Palacio Real, en la orilla del río que pertenece a la antigua Buda. Es otro regalo para los ojos. El color aguamarina que corona los tejados del edificio le confieren un aspecto casi onírico.

Otra visita realmente tradicional en Budapest es la de la orilla oeste del Danubio hasta el Bastión de los Pescadores. Una auténtica joya que está próxima al puente Margarita. En su mitad se sitúa la isla que lleva el mismo nombre. Este singular espacio alberga parques, zonas de ocio y hasta un estadio deportivo.

Pero lo que más difícil resulta describir de Budapest es el ambiente de sus calles, en donde la vida y la arquitectura moderna no han ganado el espacio que corresponde a las antiguas y magníficas edificaciones, entre cuyas fachadas, de algún modo, se "respira" historia. Por eso, y aunque sea algo que debe hacerse con cada sitio que se va a visitar, antes de viajar a esta ciudad conviene leer los capítulos más salientes de su historia, sumando así conocimientos que realzarán sin dudas el aprovechamiento del turista.

INFORMACION COMPLEMENTARIA

Hospedaje

En Budapest el costo de una habitación doble de hotel, con desayuno incluído, arranca desde los 31 euros y desde 44 con media pensión (Hotel Rila; Feher Hollo Utca Nª 2).

Algunos hoteles afamados y no muy caros del centro de Budapest son el Best Youth, situado cerca de la estación de metro Nyugati, el Kulturinnov, cerca del centro, y el Astra Vendégház.

En un hostel, la tarifa diaria de una cama en un dormitorio para ocho personas de ambos sexos parte de 14 dólares y no incluye el desayuno (Red Bus Hostel, calle Semmelweis Utca Nª 14).