Su ilusión se hizo trizas

MENDOZA (Enviados especiales).- Las ilusiones de Gimnasia sufrieron un duro revés. El equipo de Pedro Troglio tuvo que volver a lidiar contra sus propias limitaciones, no existió aquí el esperado salto de calidad como para poder superar esta valla llamada Independiente Rivadavia y, si bien arrancó ganando, el local, tras hacer los méritos suficientes, terminó dándole vuelta y resultado y lo dejó lejos, muy lejos, de la Promoción, que ya desde los números asoma imposible para los mens sana.

Era la última carta la que se jugaron ayer los mens sana, pero realmente en cada mano de este juego no recibió "ni para mentir", y es más, su producción volvió a rozar la medianía que lo ha venido distinguiendo y nunca pudo plantársele de firme a un conjunto que desde el juego, desde lo táctico y estratégico, pasando también por la contundencia, le sacó varios cuerpos de ventaja.

Nicolás Cabrera abrió la cuenta en el estadio Bautista Gargantini, y sobre el cierre de la primera etapa, a través de un penal, logró la igualdad Marcos Britez Ojeda para los locales. Y a poco de iniciado el complemento, Juan Alvacete clavó el 2-1 que sería definitivo sacando provecho de un quedo garrafal del fondo albiazul.

Las necesidades de poder mejorar su situación con el promedio pareció darle ayer más empuje a la "lepra", que la esperanza de meterse en la Promoción a los mens sana, que nunca le pudieron encontrar la vuelta al partido, ni siquiera cuando Cabrera, a los 16', tras recibir de Altobelli, sacó un remate cruzado de derecha que sorprendió con un pique a la acción defensiva del golero Ayala.

Si bien el equipo de Troglio estaba arriba en el marcador, no la estaba pasando nada bien porque, en un partido abierto, de ida y vuelta, eran más profundas las llegadas del equipo dueño de casa.

Antes de la apertura, había existido un cabezazo de Caballero que se había estrellado en el palo derecho de Monetti, y después del tanto de Cabrera hubo otro del mismo delantero que se fue desviado contra el parante izquierdo.

Es que Independiente Rivadavia, de la mano del habilidoso Martín Gómez del empuje de Britez Ojeda y la velocidad de Caballero, marcaba el ritmo de las acciones y, si bien Gimnasia buscaba responder, sus maniobras indefectiblemente morían al llegar al área de enfrente.

Sobre la media hora, con un remate largo, De Blasis exigió a Josué Ayala que desvió el balón al córner que se le metía contra el palo derecho, y a los 38', cuando la "lepra" ya era claramente dominador de las acciones, Goux, sobre la derecha, lo fauleó innecesariamente desde atrás a Caballero que llegaba al fondo habilitado por García, y casi sin posibilidades de mandar el centro. Britez Ojeda, con remate fuerte al palo izquierdo clavó el 1-1.

La primera etapa se cerró con unb tumulto entre los jugadores, al que se agregó gente que no tenía nada que hacer dentro del campo, luego de que se le recriminara a De Blasis continuar la acción cuando Alvacete se encontraba lesionado en su propia área.

En el complemento no llegó la reacción de Gimnasia que tenía indefectiblemente que apostar a ganador todas las fichas que tenía en la mano. Siguió sumido en sus propias limitaciones, sin poder controlar la pelota y, cuando lo consiguió casi que no supo qué hacer con ella.

Y hasta fue sorprendido con una jugada de pelota detenida. Caballero, desde la derecha, mandó a los 7' un centro al área, por la izquierda apareció libre Gómez que, de cabeza, la cambió hacia la derecha en donde Alvacete, sin marca, paró primero la pelota con pierna derecha y luego con la izquierda la anidó en la red.

Fue el principio del fin de las ilusiones de Gimnasia que nunca encontró la forma ni la manera de poder llegar siquiera al empate, que tampoco hubiera sido un buen resultado. Abusó del pelotazo que siempre encontró en su camino a un defensor local y, si bien fue hacia adelante, que no significa atacar, de contra siempre la pasó mal, como que los azules estuvieron más cerca del tercero que el Lobo de la igualdad. Y de eso puede dar fe Monetti.

Quedan cinco fechas por delante pero la posibilidad de meterse en la Promoción son utópicas. Necesitaba un salto de calidad, una superación individual y colectiva, que sin duda este Gimnasia extravió en el trayecto de La Plata a Mendoza y regresó entonces de allí con su ilusión hecha trizas.