Un joven causó destrozos en la guardia del hospital Gutiérrez

EXTREMA VIOLENCIA. EN LA GUARDIA DEL HOSPITAL GUTIÉRREZ UN JOVEN CAUSÓ AYER VARIOS DESTROZOS

Otra vez la violencia fue protagonista central dentro un hospital de nuestra ciudad.

Producto de un escenario de conflictividad cada vez más grande, los médicos y enfermeros suelen atravesar situaciones de real peligro.

Y eso fue precisamente lo que ocurrió ayer en la guardia del hospital Gutiérrez, cuando a ese lugar llegó inconsciente un adolescente, que había recibido varios golpes en la cara.

“Estaba muy lastimado y tenía triple fractura del maxilar inferior. No se sabe con qué le pegaron, pero se rumoreaba que se había peleado con el hermano”, contó uno de los médicos del centro asistencial, que pidió reserva de su identidad.

Eran alrededor de las 14.30 cuando allegados a la víctima lo acercaron al nosocomio para que le brindaran las atenciones de rigor.

De acuerdo a lo que pudo saber este diario, en eso estaban los profesionales de la salud cuando estalló la locura.

“ESTABA SACADO”

En un instante, el paciente se despertó y de inmediato comenzó a tomar una actitud violenta para con el personal de la guardia.

“Primero empezó a gritar y después a tirar golpes. Estaba sacado, muy exaltado”, describieron los testigos.

En medio de un escándalo de proporciones, parte de las instalaciones del hospital resultaron con daños: el joven pateó puertas, intentó destruir algunos vidrios y hasta rompió el negatoscopio, el aparato que se utiliza para ver placas radiográficas con una pantalla iluminada.

El paciente no alcanzó a recibir toda la atención que su cuadro requería, dado que tenía que ser operado de las fracturas. Y allí no podían intervenirlo, porque el sector de cirugía, momentáneamente, se encuentra fuera de funcionamiento, según explicaron los médicos.

Pese a la importancia del caso, el muchacho lesionado “quería irse de ahí sí o sí”, explicaron

“Cuando salió de la sala, siguió pateando puertas y dando golpes a lo que se le cruzaba. Hizo lo mismo en el estacionamiento y en la calle, porque le tiró varias piedras a los autos y a algunos negocios que funcionan en la cuadra. Y hasta le pegó patadas a la madre”, contaron las personas que observaron la increíble situación.

“A la guardia siempre la rompen”. Con esa frase, los profesionales señalaron que esta clase de episodios, como el que se vivió ayer en el Gutiérrez, ya dejaron de sorprender a quienes tienen que sufrirlos.

“Es muy común ver a pacientes que vienen excitados, tienen actitudes violentas y hacen daños en las instalaciones del hospital”, afirmó Perla Zabaleta, directora del establecimiento.

“Lamentablemente esto ocurre a diario en esta zona que cubre el hospital, que es peligrosa”, señaló Zabaleta.

El 20 de enero ocurrió otro antecedente: fue el caso de Víctor Eduardo Szmidt (64), jefe de Traumatología del Sanatorio Argentino.

En ese centro asistencial, Szmidt sufrió un golpe de puño en la cara, que le provocó una lesión importante.

El paciente se acababa de enterar de la muerte de su madre y tuvo esa reacción frente al especialista, que intentaba calmarlo.