No siempre es linda la fantasía

ESCENA DEL FILME “ONCE” QUE SE EMITIRÁ HOY A LAS 18.45 POR I-SAT

Por AMILCAR MORETTI

Un domingo con un estreno y cinco buenas reposiciones. Géneros variados, desde el cine romántico actualizado y en contexto de presente hasta reconstrucciones de clásicos de terror fantástico y nuevos relatos de fanta-ciencia futurista. También algo de comedia con toques de suspenso y… amargura o escepticismo, y hasta un filme desparejo pero subestimado que oscila entre lo surreal y lo verídico de la vida obrera en una gran ciudad.

La primera, una historia sentimental en Dublín, Irlanda, plantea en clave de hoy la vieja temática ficcional que tanto ha rendido al buen cine de amor. En efecto, “Once”, de 2006, de algún modo recoge la herencia de “Breve encuentro” (también conocida como “Los que no fue”, u otros títulos, de la cual tanto he hablado en estas páginas). El amor que no puede ser, o que quizás resulte alguna vez, pero no por ahora… no para el espectador en esta oportunidad. Como una especie de final abierto que puede significar que en la vida cierto nivel de armonía afectiva y emocional, en un hogar pleno de seguridad, no siempre se asocia con el gran amor, o siquiera con el amor que se torna intenso y vibrante, que merece riesgos e inquietudes.

“Once” habla de inmigrantes y migrantes en Europa: una buena pianista del centroeuropeo llega a Irlanda y se detiene en un joven que canta y compone con su guitarra en la calle, a la gorra. Ella es casada y espera a su marido e hija, también en la búsqueda de mejores condiciones económicas. Él, en simultáneo, enamorado de la muchacha, desea hacer carrera en Londres y le propone una ruta juntos. El desenlace oscila entre el realismo y la resignación, y un final abierto que da algo de lugar a la fantasía de realización amorosa del público. I-Sat a las 18,45.

EL VIEJO SPIELBERG

Repuesta muy seguido, “Atrápame si puedes” es tanto el registro de un sueño norteamericano, casi siempre frustrado, como el intento del viejo aventurero que marcha hacia el Oeste para cumplir su quimera del oro. “Un Spielberg” nunca del todo apreciado ni reconocido en sus cualidades, sentido y significados: una estupenda actuación de Leonardo Di Caprio cuando ya (principios del 2000) aseguraba que es un buen actor, tal como se ve claro hoy. El fin de los años 50 y el lanzamiento de los 60 y un protagonista (De Caprio) que sueña y logra -por momentos- ser un adinerado honorable, pero mediante la estafa. Spielberg no es tonto y habla, en verdad, de un sistema: todos los adinerados han logrado serlo mediante fraudes. La diferencia es que el hombre de Di Caprio es inteligente, un sobresaliente. Tom Hanks es el investigador del FBI que lo persigue como rutina de vida, y el grandísimo Christopher Walken un padre que ha creído en otro sueño, el de la segunda posguerra mundial, y al final se entrega a la frustración (tristes y conmovedoras algunas sutiles escenas) de reconocer que ha fracasado y que ya no tiene ninguna oportunidad. El final, insisto como siempre, ¿es feliz o componedor o bien absolutamente desencantado?. MGM a las 19,20.

EL FUTURO ES FANTASTICO

Dos de ficción científica y fantástica, más lúgubres –y tensas- de lo que se puede suponer, más que nada en coacción de “La cosa”, estreno. Precuela de un filme de John Carpener (y otra versión anterior), en que un grupo de científicos deben investigar qué ha sucedido en una desolada base científico-militar de la Antártica. Sí, hay algo extraño, un “alien”, perros de otro mundo (o del infierno, del inconsciente), que acaban con estas incursiones de hombres que indagan en territorios extremos que, quizás, no sean los suyos. “La cosa”, con nuevos aspectos tecnológicos, no alcanza el misterio inquietante de la anterior de Carpenter, pero siempre cuenta una historia en que lo desconocido se presenta como algo inquietante, más vinculado con las pesadillas que con lo lógico real. Como si la lógica de la llamada realidad ya no sirviera. Cinecanal a las 22.

Antes, a las 20, otra de ficción futurista: “El precio del mañana”. Si no una gran película, sí una historia que contiene sugerencias sobre algunas tendencias actuales: para vivir (en este caso, pasados los 25 años) hay que pagar. Vivir cuesta plata. Cada acción debe pagarse en el mercado. El tiempo (de vida) cotiza, se abona o no se abona. En este último caso no hay un minuto más. Un mundo mercantilizado, la utopía del mercado libre: el que posee dinero o sabe apoderarse del mismo, tiene derechos. El resto, no existe, como decía Videla de los desaparecidos políticos: son una “entelequia”. Cinecanal a las 20.

VERISMO Y SUEÑO

Christian Bale es un gran actor, de los mejores hoy. “El maquinista”, una película extraña y curiosa, inclasificable, lo muestra en un golpe o toque de fuerza. Adelgazado al máximo, actúa a un operario fabril que sufre de insomnio y hace constantes horas extras entre la maquinaria de una fábrica. No ve la luz del día y su mundo es la noche, el sueño, mejor, la pesadilla. También está el “trabajo” de la memoria y la alucinación, de lo horroroso escondido. Lo mejor de “El maquinista” es la presencia y caracterización de Bale y la primera parte de la película. Cuando comienzan a “aclararse” las cosas, el relato se desmorona. Cinecanal a las 23,55.

El verismo viene por el lado de la comedia dramática o el drama endulzado al final, con Oscar y todo. “Preciosa”, norteamericana, habla de una muchacha de piel negra, obesa y semianalfabeta. Todo en contra, además de un embarazo no buscado. La parte edificante de esta historia que puede presentarse como demasiado real, se acomoda de a poco al gusto mayoritario a partir de la ayuda que recibe de una docente que hace las veces de asistente social y consejera psicológica. Cosmo a las 23.