“Odio que me busquen novio”

A los 24 años y más bella que nunca, Zaira Nara asegura que no la afectó el casamiento del futbolista Diego Forlán, que la dejó prácticamente al borde del altar. Eso sí, conserva el vestido del casamiento que nunca fue.

Zaira tenía 21 años cuando ella y Diego, la estrella del fútbol uruguayo, se juraron amor eterno. Fijaron la fecha del casamiento, contrataron el lugar donde darían la súper fiesta y por supuesto, ella se hizo el vestido de novia. En ese momento ninguno de los dos insinuó, siquiera, una duda. Y sucedió lo imposible: con las invitaciones hechas, Diego rompió el compromiso. Nunca se aclaró el por qué.

Tres años después él contrajo matrimonio con Paz Cardoso. Una boda que cubrieron, con lujo de detalles, los mismos medios que anunciaron su insólita ruptura.

LA GRAN PREGUNTA

Hoy, sus fans se preguntan qué pasa por la cabeza (y el corazón) de Zaira. “No me afectó -asegura-. Me alegro que Diego se case. El es una muy buena persona y me pone contenta que haya encontrado la mujer que lo pueda acompañar, que pueda adaptarse a su carrera y hacerlo feliz”.

Todo indica que tres años después del casamiento que no fue Zaira superó el dolor y la frustración inevitables. Pero de ninguna manera renunció al sueño de casarse de blanco y por iglesia. Por eso, cada vez que pasa por un templo, y se da la casualidad de que se está casando una pareja, le agradece a Dios que le haya dado la oportunidad de cumplir su sueño.

“Le agradezco a Dios -confiesa- que voy a poder casarme por iglesia, que a los 24 años todavía podré hacer lo que siempre soñé junto al hombre indicado. Sería una lástima que a mi edad estuviera separada y no pudiera ponerme un vestido de novia. El día que esté recontraenamorada me voy a casar de blanco y va a ser para toda la vida”.

mas egoista

Si el tema es el amor, con sus buenos y malos momentos, con sus aciertos y sus errores, es hablar de su hermana. Wanda se casó con un futbolista famoso, tiene tres hijos y vive una vida llena de placer en Europa. Es la otra cara de la moneda.

“Siempre la felicito por eso -asegura Zaira-. Las dos tenemos el mismo ideal y ella ya lo pudo concretar. Pero a lo mejor yo soy un poco egoísta, porque jamás abandonaría mi carrera por tener marido e hijos. Al menos por ahora”.

La pregunta del millón es, en este momento tan especial, si su corazón ya tiene un nuevo dueño. Es más, dentro de su círculo de amigas están las que le buscan, todo el tiempo, un pretendiente. Lo hacen desde el cariño, desde ya, pero es algo que Zaira no soporta.

Es más, es el único motivo que la enoja. “Odio que me busquen pretendientes -asegura-. Saben que los voy a sacar corriendo. Cuando me quieren presentar a alguien ya lo miro mal. Obvio que quiero formar una familia. Pero ya va a llegar el momento”.