Un choque increible en 1 y 73

EL AUTO QUEDÓ DESTROZADO TRAS EL VIOLENTO IMPACTO CONTRA EL ÁRBOL. Y EL MOTOR QUEDÓ TIRADO ARRIBA DE LA VEREDA. SÓLO POR MILAGRO, NO HUBO QUE LAMENTAR VÍCTIMAS NI HERIDOS

Nadie todavía logró explicar cómo sucedió el accidente, pero todos agradecen que no haya que lamentar víctimas o heridos.

El hecho ocurrió ayer a la madrugada, en la calle 1 entre 73 y 74, cuando un Peugeot 206 de color rojo pegó contra un árbol y quedó destruido.

Las piezas del rodado, según pudieron apreciar los vecinos, saltaron para cualquier lado, incluido el motor, que terminó arriba de la vereda, sobre la entrada a una vivienda.

Por fortuna, explicaron fuentes policiales, el conductor del automóvil, de quien no trascendió la identidad, pudo bajarse por sus propios medios y se puso a contemplar el resultado del terrible impacto.

En ese instante, resignado, habría expresado “se me fue”, de acuerdo al testimonio de las personas que lo alcanzaron a escuchar cuando se acercaron a prestarle ayuda.

Si bien la zona de la colisión fue vallada por personal de la comisaría octava, por directivas de su titular, Alfredo Sanguinetti, finalmente no se realizaron actuaciones, ni los habituales peritajes de cada incidente vial.

Por tanto, la mecánica del siniestro quedará en un montón de conjeturas.

“No hubo personas heridas, por eso no hay sumario. El automovilista deberá arreglar el tema con el seguro y ahí queda el tema”, fue la respuesta de un vocero del caso ante una consulta de este diario.

EN EL BARRIO, TODOS SOBRESALTADOS

Una vecina, en declaraciones a la prensa, contó que “cuando salí estaba el auto ahí destrozado, increíblemente le faltaba el motor, está contra la pared. Y el muchacho hablaba, respondió todas las preguntas”.

“Dicen, yo no lo vi, que venía de 72 para 74, atravesó la rambla y chocó contra un árbol”, agregó.

“Se pasó de carril, rompió los arbolitos. Acá lo que hacen falta son semáforos, ya hubo muertos y no queremos más”, sentenció.

Por último, mencionó que “si esto pasaba en otra hora era una masacre. A diez metros había partes del auto, fierros por todos lados. Es increíble lo que pasó y que este muchacho no tenga ni un solo rasguño”.

Respecto del tránsito vehicular por la zona, debido a cómo quedó el 206, no hubo necesidad de efectuar cortes.

Sí se frenó la velocidad de marcha, porque cada uno que pasó por allí se puso a mirar el estado en que quedó el auto.

“Nos llevamos un susto bárbaro. Escuchamos el estruendo y, al salir, no encontramos con esto”, expresó otro frentista.