Ridley Scott y Alien, origen del hombre

ESCENA DEL FILME “ZONA DE MIEDO”, DE LA REALIZADORA KATRYN BIGELOW, QUE SE EMITIRÁ HOY A LAS 17.25 POR MGM

Por AMILCAR MORETTI

“Prometeo” es como una suerte de precuela o “explicación” de lo precedente a “Alien, el octavo pasajero” (1979). Se sabe que con esta última, el británico Ridley Scott (1937) inauguró una forma de hacer cine de ciencia ficción y futurista no tan alejado de nuestro presente. El Alien de la nave Nostromo es todo una incógnita, casi una fórmula que contiene miedo y fantasías terroríficas o bien la posibilidad de que haya otras formas de vida superiores a la humana aunque no menos crueles, sobre todo en el acto de defensa. Lo “estético” –lo chorreado, viscoso y la anatomía de lagartija del extragaláctico que invade la nave- es solo una cuestión de apariencia y puntos de vista, distintos procesos de evolución, digamos.

“Prometeo” no parece haber gustado a buena parte del público, pero igual sucedió en 1979-1980 con “Alien, el octavo pasajero”: no fue entendida, comprendida. Con el tiempo se convirtió en un clásico, repleto de sugerencias que, sin didácticas ni indicaciones expresas, da lugar a una serie de interpretaciones que van desde lo psicoanalítico hasta lo estético y lo científico tecnologizado.

Pero también una buena parte de la crítica “adhirió” a “Prometeo”, con algunos reparos: llegados en el 2094 a otro lejano planeta, un grupo de astronautas científicos busca el origen no darwinista de los humanos en otra especie de vida civilizada. La idea que dirige Ridley Scott reside en dar alguna conjetura sobre el origen de la humanidad, lo cual, pese al ritmo que atrapa y el suspenso, no logra hacerse convincente del todo. Por eso, se afirma, entrañas y fluidos gelatinosos son de lo más recordable en sus filmes de ciencia ficción, como aquí en la escena del aborto.

Lo que no queda nunca en duda es el talento de Scott para hacer que sus expertos creen y prosigan con una iconografía que ha hecho escuela y sigue vigente. Y no es fácil combinar entrañas con conceptuaciones filosóficas o reflexiones metafísicas, aún cuando –es cierto- a veces no resulten muy consistentes.

“Prometeo” va esta noche, a las 22, por Cinecanal.

LAS DOS CARAS

Dos reposiciones muy frecuentes, coincidentes en horario. “Casi famosos” y “Zona de miedo”. Las dos norteamericanas, muestran mundos contrapuestos –o quizás complementarios- de la cultura norteamericana. Por un lado, el mundo de los fans de las estrellas roqueras, una idolatría que, al menos en un momento, dio sentido a ciertas formas de vida. “Casi famosos” es del 2000 y cuenta sobre un chico que logra ser encomendado por la célebre revista Rolling Stone para el seguimiento y cobertura de la gira de una banda roquera. El filme, hoy, guarda un dato curioso: la presencia del actor Philip Seymour Hoffman, fallecido hace unos días. Hecha con ánimo esperanzado, el filme no deja de señalar debilidades y contradicciones de las figuras populares y del mismo mundo (todo el mundo) que las hace posible.

Warner a las 17.20.

La otra es “Zona de miedo”, del 2008, una de las pocas películas rescatables que los norteamericanos han hecho sobre su invasión a Afganistán e Irak. Trata sobre un grupo especial dedicado al desarmado o desactivación de bombas, tarea bélica de las más riesgosas por cierto. Si bien el filme, dirigido por una mujer que sabe mucho de cine, Katryn Bigelow, no deja de colocar a los invasores en el lugar del heroísmo sacrificado hay momentos en que se plantean situaciones íntimas en que es claro que las contradicciones y violencias del conflicto no son solo bélicas. Las escenas de convivencia íntima entre los soldados en sus barracas registran con precisión el grado de agresividad casi psicótica que circula no solo en la guerra sino, más aún, en cierto tipo de guerras.

MGM a las 17.25 .