Sube de tono el debate por la reforma penal

Por MARIANO SPEZZAPRIA

“Estamos ante la presencia de arrestos protofascistas de dirigentes de los partidos donde residen los jefes del crimen organizado”. Sin medias tintas, así categorizó ayer Horacio Verbitsky la postura de rechazo del Frente Renovador a la reforma del Código Penal. Media hora después, el bloque de diputados del massismo cargó contra “la demagogia garantista que esconde el abolicionismo”.

Las declaraciones del presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) tuvieron lugar en el Senado nacional, donde se presentó un documento de una entidad denominada Acuerdo de Seguridad Democrática (ASD) muy crítico con el massismo y a favor de la reforma penal. A su vez, los diputados del FR retrucaron esos dichos media hora después en una conferencia de prensa.

En el Senado, según pudo constatar EL DIA, Verbitsky estuvo acompañado por los diputados Leonardo Grosso y Diana Conti, el ex canciller Jorge Taiana y el ex fiscal Hugo Cañón, entre otros dirigentes y funcionarios judiciales que apoyaron el anteproyecto de reforma del Código Penal elaborado por una comisión de especialistas encabezada por el juez Raúl Eugenio Zaffaroni.

Desde allí, Verbitsky acusó al massismo de promover “episodios de violencia conceptual que preanuncian la violencia física”, en un acto muy breve que consistió en la lectura del documento y poco más. Entre los firmantes del texto figuraban Margarita Stolbizer y Felipe Solá, quienes se integraron a la ADS en 2009, aunque se habría tratado de una jugarreta de los organizadores.

Del otro lado de la avenida Rivadavia, en las oficinas del bloque del FR, los diputados massistas replicaron las acusaciones del kirchnerismo. “Ellos nos siguen agraviando con disparates”, afirmó el jefe de la bancada, Darío Giustozzi, mientras que su colega Graciela Camaño le pidió a la presidenta Cristina Kirchner que “no haga propio” el anteproyecto de reforma del Código Penal.

Los legisladores massistas aprovecharon la oportunidad para mostrarse como la contracara del kirchnerismo, al anunciar la presentación de un proyecto de ley para “endurecer las penas contra el narcotráfico”, a contramano de lo que propone el anteproyecto que se encuentra a estudio del Poder Ejecutivo. “La demagogia garantista esconde un espíritu abolicionista”, advirtió Giustozzi.

Chispazos en el Conurbano

El enfrentamiento político entre el kirchnerismo y el massismo también se traslada a nivel territorial, especialmente en el Conurbano bonaerense, donde varios jefes comunales del FR comenzaron a sentirse hostigados por acciones oficialistas. En los últimos días se registraron, en este sentido, algunos episodios en los distritos de San Martín, Hurlingham y el propio Tigre.

En San Martín, el concejal camporista Hernán Letcher fue atacado en su domicilio particular por desconocidos que dispararon seis balazos, tras lo cual el edil vinculó el violento hecho a denuncias que venía realizando contra la gestión del intendente massista Gabriel Katopodis. Aunque desde el municipio vincularon el ataque a una interna del kirchnerismo “por el manejo de planes sociales”.

Mientras tanto, en Hurlingham el intendente Luis Acuña atribuyó al kirchnerismo la difusión de un informe televisivo -a través de un canal oficialista- en el que se presentaba al distrito como una “zona liberada” en materia de seguridad. Aunque el referente local del oficialismo nacional, Juan Zabaleta, consideró que el jefe comunal “no puede desconocer lo que está sucediendo”.

Aunque ya no lo gobierna Sergio Massa, sino el intendente Julio Zamora, en Tigre también apuntaron que la desaparición de una joven llamada Paula Sandoval estaba siendo utilizada por el kirchnerismo como una “punta de lanza” para desacreditar la seguridad del distrito. En resumidas cuentas, el enfrentamiento entre el massismo y el kirhcnerismo está más caliente que nunca.