Matemáticas, Lengua y Física, las materias que más se llevan los alumnos secundarios

Se le viene un verano complicado y Agustín (16) lo sabe. Dice que tuvo un año malo, que se llevó 12 materias y que ahora va a tener que hacer un esfuerzo importante para poder dar la cantidad de exámenes necesaria para no repetir. Para Agustín, eso de irse a diciembre y a marzo no es nuevo. Hasta ahora venía llevándose un promedio de cuatro materias por año, pero esta vez las cosas se pusieron de verdad difíciles: “es que durante el año no tuve ganas de estudiar, pero ahora estoy complicado”, dice y reconoce que todos en su casa están pendientes de su situación. Aunque para Jonathan (12) las cosas son diferentes, también sabe que va a tener que pasar el verano estudiando. En su caso fueron cuatro las materias que se llevó, algo que atribuye a un bajón general de su rendimiento en el tercer trimestre.

Agustín y Jonathan son apenas dos de los chicos que por estos días se preparan para encarar un verano en el que saben que van a tener que estar pendientes del colegio aunque las clases hayan terminado. Los esperan días de estudio en pleno receso y la ansiedad de enfrentar varias mesas examinadoras. Una situación que tendrá su impacto, también, en la vida familiar, condicionando planes y sembrando una preocupación que sólo se disipará con el último examen.

La cantidad de chicos que se llevan materias y el promedio de asignaturas que deben aprobar en las mesas de diciembre y marzo son materia de debate: el sistema educativo no registra estos indicadores y mientras algunos especialistas sostienen que cada vez más chicos pasan por esta situación, las opiniones están divididas.

Los que creen que este indicador creció en los últimos años lo atribuyen a una serie de factores: la falta de motivación de los adolescentes frente a una escuela que no renueva sus modelos de conocimiento, el crecimiento del número de distractivos tecnológicos al que están expuestos los chicos y una cultura de la inmediatez que resta interés al esfuerzo a largo plazo son algunos de los que se mencionan.

MAS MATERIAS A EXAMEN

La socióloga especialista en temas de educación Inés Aguerrondo, que forma parte del Consejo Asesor de la Fundación Proyecto Educar 2050, destaca que no hay estadísticas que midan los mencionados indicadores, pero asegura que “la percepción que se tiene en las escuelas es que los chicos no sólo se van más a examen, sino que se llevan, en promedio, más materias. Hace 20 años, por caso, era raro que un alumno secundario se llevara cinco materias y hoy es usual encontrar chicos que se llevan ese número y todavía más”, dice.

Gustavo Virgilio Robert es profesor de Derecho del Trabajo en una escuela industrial de la Región y dice que “no se lleva un registro, pero se nota que los chicos no sólo se van más a examen, sino que se llevan más materias en promedio. Se nota sobre todo en el ciclo básico. Y en un curso hay cantidades variables de alumnos que se pueden llevar una materia, pero que en el caso de las más complicadas pueden ir del 20% al 60% del alumnado. Las que más les cuestan son Matemáticas y Lengua y después de esas, Física, Química, Construcción de Ciudadanía. Los chicos vienen con una mala base para las ciencias exactas desde el primario. Y tienen problemas en cuestiones básicas, como la comprensión de textos y la expresión, tanto oral como escrita. No se puede generalizar, pero les pasa a muchos”.

La directora provincial de Educación Secundaria, Claudia Bracchi no coincide con estas opiniones y destaca que en los últimos años, la inclusión de una tercera oportunidad de examen ayudó a que 44.000 alumnos no repitieran el año al tiempo que se incentivó a los chicos a presentarse en el turno de diciembre, en el que el ausentismo era muy grande. Dice que el 80% de los alumnos que estudian en los secundarios de la Provincia aprueban las materias durante el ciclo lectivo (lo cual incluye las mesas de diciembre y marzo y la tercera oportunidad).

“De este porcentaje, el 67% aprueba durante el año, el 7,7% en diciembre y el 3,8% en marzo. Y también se generaron planes de mejora de la enseñanza y apoyo escolar que permiten que menos chicos se lleven materias”, sostiene.

En lo que Bracchi sí coincide es en la lista de materias que los chicos se llevan con más frecuencia, que en los colegios de la Provincia está encabezada por Matemáticas, Lengua, Biología, Física, Química e Inglés.

Por otra parte, al decir de Bracchi, también “se está poniendo especial atención al segundo año del secundario, en el que detectamos que los chicos se llevan más materias. Cabe destacar que este año equivale al primero del antiguo secundario y es aquel en el que los contenidos dejan de dividirse en ramas (Sociales, Naturales) para convertirse en materias, lo que implica un cambio al que los chicos se tienen que adaptar.

ENTRE EL 35 Y EL 40%

Un trabajo que realizó el Centro de Orientación Vocacional y ocupacional de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata en un grupo de escuelas estatales con características específicas de la Región - establecimientos con poblaciones vulnerables y muchos alumnos pertenecientes a la primera generación en sus familias que cursan el secundario - detectó que, entre el 35% y el 40% de los que estaban a punto de terminar el ciclo, debían materias. Y que el promedio de materias adeudadas entre ellos era de entre 2 y 3.

Teresita Cha, que es directora del mencionado centro destaca que ese número se mantiene estable en los últimos años, en los que desarrollaron un trabajo de intervención para luchar contra un fenómeno que en esas escuelas en particular es muy marcado: la reducción de la matrícula hacia los últimos años debido a que los chicos cambian la escuela por una inserción precaria y temprana al mundo laboral debido a la situación de vulnerabilidad de sus familias.

Es por eso que el dato, que es considerado alto, obtenido en esas escuelas del número de chicos que se llevan materias, no sea extrapolable a otras escuelas de la Región y la realidad de distintas zonas y establecimientos también varíe.

Uno de los factores que pesa en esta problemática es la actitud de la familia. Esto es: si acompaña o no acompaña el proceso de aprendizaje.

“El modelo de educación que tenemos, premia el lugar donde se nace. Es por eso que se considera que en el proceso de aprender la escuela aporta el 30% y la familia el 70%”, dice la especialistas Inés Aguerrondo.

La importancia del acompañamiento familiar también es destacada por profesores, como Gustavo Virgilio Robert: “Nosotros notamos ya en el primer trimestre cuando un chico está presentando dificultades que lo pueden hacer perder la materia y lo más temprano posible convocamos a los padres. Pero muchas veces no vienen, porque trabajan en el horario del colegio o bien porque están casi todo el día trabajando fuera de sus casas y los chicos prácticamente están solos. El padre aparece con el hecho consumado, cuando el chico ya se fue a diciembre o amarzo y a veces hace responsable al chico y otras responsabiliza al docente”.