Audaz robo en un gimnasio a media tarde, ante la vista de 250 personas

A media tarde, el complejo deportivo “Montego”, ubicado en 29 entre 39 y 40, funciona a pleno, con sus gimnasios, la pileta y escuelas deportivas. A la hora del máximo movimiento en sus entrañas, con niños y padres circulando por sus instalaciones como si se tratara de un colegio en hora pico, dos delincuentes tomaron por asalto el bar a punta de pistola y se llevaron plata, teléfonos celulares, billeteras y hasta una notebook.

El robo y la violencia sumaron así otro episodio en el barrio de La Loma, uno de los puntos más castigados por la ola de delitos en la Ciudad, con antecedentes cercanos de entraderas. Uno con final trágico: el pasado 28 de octubre fue asesinada Catalina Mezza Ferreyra, cuando dos delicuentes irrumpieron a media noche en su casa de 40 entre 25 y 26.

Esta vez, la situación puso en pánico a unas 30 personas que llenaban el buffet ubicado a pocos metros de la entrada principal de Montego, sobre la calle 29. Hacia allí fueron los delicuentes una vez que descendieron de una camioneta Chery Blanca. Varios clientes estaban de paso hacia sus actividades deportivas. Entre ellos padres y niños que asisten a las escuelas de natación o de fútbol, que funcionan patio de por medio.

Según informó la Policía, dos hombres, uno de apariencia mayor, semi calvo y otro que podría ser menor de edad, amenazaron con armas y abordaron a las empleadas que atendían ese punto del comercio. Ante el estupor generalizado tomaron la recaudación y también robaron varios celulares.

La peor parte la llevó un hombre a quien le dieron un culatazo en la cabeza y le quitaron una notebook. Más tarde, en el centro deportivo indicaron que la herida no fue de gravedad y el hombre, cuya identidad no trascendió, pudo retirarse sin necesidad de asistencia médica.

El delincuente que parecía mayor intentaba cubrirse la cara con un buzo y el más joven llevaba una media en la cabeza, al estilo cimetográfico.

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“Tienen que estar muy mal para hacer una cosa así”, lamentó en diálogo con este diario Gustavo Atkinson, uno de los propietarios de Montego, quien una hora después del robo seguía asorado por la audacia del golpe en uno de los momentos de mayor concentración de público.

El centro deportivo tiene una superficie de 3 mil metros cuadrados, con instalaciones que dan sobre las calles 29 y 40. Tiene entre sus propietarios al ex futbolista y actual entrenador, Martin Palermo.

La oferta de servicios as amplia y a la hora del robo, según Atkinson, había unas 250 personas allí.

Según los primeros testimonios de los empleados y clientes, los delincuentes estaban alterados y actuaban en forma impulsiva. “Mientras uno robaba acá, en el bar, el decía al otro que vaya para atrás, que había más gente, apuntó Atkinson. Ir hacia “atrás” significa meterse en la cancha de fútbol 5 y en la pileta, donde a esa hora decenas de padres esperaban a sus hijos.

La orden no se cumplió y en pocos minutos, los ladrones estaban en fuga: “A uno se le caían los pantalones cuando salía. Incluso se le cayeron algunas cosas que habían robado”, añadió el comerciante.

Según un investigador que realizaba el primer relevamiento en la zona del robo, en la huída “descartaron” prendas y también la notebook que habían arrebatado a uno de los clientes en el buffet.

Una hora después del asalto, los tres empleados de ese servicio todavía estaban en shock. “Yo salía de la cocina y uno de ellos me dijo ‘seguí con lo que estás haciendo que esto es un robo’. Mientras, me apuntaba con un revólver. Había otro en la puerta, tapado con una media en la cabeza”, contó una mujer que atendía el bar.

Entre los empleados y los clientes, la zona estaba completa. En esa concentración, algunos pudieron hacer señales hacia el patio y desde afuera otro clientes llamaron al 911.

Los ladrones se fueron antes de que llegaran los efectivos del Comando de Patrullas.

“Los móviles aparecieron media hora después de los llamados y a la ambulancia del SAME todavía la estamos esperando. Incluso, la persona que estaba lastimada se fue sola” , dijo una de las empleadas del comercio, quien pidió reservar su identidad.

Las primeras versiones indicaban que se habían efectuado disparos en el robo, pero los voceros de la Policía consultados y el propio dueño de Montego lo negaron.

CELULAR CON GPS

Los ladrones huyeron en la camioneta con la que llegaron y parte del botín del asalto. Más tarde el vehículo apareció en 161 y 42, Los Hornos.

Según la investigación policial, la Chery había sido robada el lunes a un policía, en San Carlos. En tanto, el teléfono en cuestión propiedad del hijo de otro de los dueños de Montego, cuenta con un GPS que permite detectar su localización.

Tan preciso es ese instrumento que empleados y dueños del comercio seguían el derrotero de la fuga a través de la pantalla de la computadora del bar. Y fue lo que permitió encontrar la camioneta abandonada.

También procesaban ayer imágenes del sistema de cámaras con las que se espera identificar a los ladrones. “El complejo es bastante seguro, con un ingreso definido y 32 cámaras”, analizó Atkinson. Tanto que, según aseguró, “en 25 años es la primera que tenemos un robo de este tipo”.