Lo nuevo en tratamientos corporales contra la flacidez

En la actualidad, la estética se ha convertido en la vedette de turno. Es importante cómo nos vemos porque eso deriva en cómo nos sentimos con nuestro cuerpo. Son muchos los tratamientos estéticos que se realizan pero hay algunos que van ganando terreno en las preferencias, y uno de ellos es la carboxiterapia.

¿De qué se trata? Es una de las mejores terapias para combatir la celulitis y la flacidez. La eficacia de la carboxiterapia radica en que es capaz de actuar directamente sobre uno de los factores fisiopatológicos de la celulitis y la celulitis flácida que es el compromiso de vascular, la afectación de la microcirculación de la zona.

Con gran auge entre los tratamientos estéticos del momento, la carboxiterapia se ha convertido en un clásico en la medicina estética facial y corporal.

¿En qué consiste la carboxiterapia? Se trata de aplicar gas Dióxido de Carbono por vía subcutánea mediante pequeñas infiltraciones en los tejidos afectos.

Como todo tratamiento, hay que acompañarlo con una dieta equilibrada y una vida saludable. “Las recomendaciones para hacer a la par del tratamiento serían tener un correcto diagnóstico y una alimentación sana. Se debe ingerir dos litros de agua por día”, explican los especialistas.

Además, la actividad física también es fundamental para no aumentar de peso. La carboxiterapia es un tratamiento cuyos beneficios no son eternos. Sus beneficios te acompañarán unos ocho meses y está ligado con el tipo de alimentación que se lleve, la actividad física y cómo se cuide el cuerpo.

Para que la carboxiterapia sea efectiva tiene que haber un compromiso con el tratamiento. No todas las personas responden de la misma manera. Pero si el paciente se concientiza, los cambios están garantizado.

Los beneficios que deja el tratamiento son varios. Rejuvenece y regenera la piel. Es un tratamiento ideal para mejorar los brazos, para la celulitis.

Además, como también puede aplicarse en el rostro, el tratamiento es una forma natural para corregir las líneas de expresión y para reducir esos rollitos de más que no ceden con ejercicios.

La técnica para aplicar la carboxiterapia es muy sencilla. Se realiza a través de un equipo especialmente diseñado, que permite controlar la velocidad de flujo, tiempo de inyección y monitorear la dosis administrada.

Se aplican varias inyecciones con una aguja de diámetro inferior a la de insulina. El gas difunde rápidamente a los tejidos adyacentes. No presenta efectos secundarios, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación y un pequeño enrojecimiento que perdura unos minutos. También se pueden llegar a apreciar algunas pequeñas equimosis en el punto de punción que desaparecerá en pocos días.

Una de las grandes ventajas de la carboxiterapia es su efecto lipolítico. La mejora de la circulación produce mejora en el intercambio gaseoso, permite que el O2 sea utilizado para las reacciones metabólicas entre la que se encuentra la combustión de las grasas (mecanismo por el cuál se justifica la disminución del tamaño de los adipocitos; proceso oxidativo lipolítico fisiológico), a lo cuál se suma la disminución de volumen del tejido entre los adipocitos por el mecanismo anteriormente expuesto.

Como conclusión, genera una mejora en la calidad de la piel, una disminución de volumen de la zona y alivio de los síntomas que acompañan a la celulitis, como la pesadez.

Este tratamiento rejuvenece y regenera la piel de todo el cuerpo