El arte traza senderos para la integración de pacientes psiquíatricos

El “arte de curar” que metafóricamente suele describir a la medicina, cobra literalidad en la Casa de Pre Alta del Hospital “Alejandro Korn”, un espacio pensado para la externación de pacientes psiquiátricos que este año cumple 30 años de trayectoria. Escribir poemas o cuentos; editar la producción propia; armar guiones y trasladarlos a imágenes en formato de documental; trabajar la fotografía; o conducir programas de radio que divulgan los alcances de la ley de Salud Mental y dan lugar a la cultura movilizan a los usuarios de esa instancia terapéutica. Tan alentadores son los resultados que el Fondo Nacional de las Artes volvió a posar los ojos sobre la institución y la premió con becas para diversas actividades.

Para mantener vivo el entusiasmo que mueve a las personas ya externadas o en vías de externación articula en el programa El Cisne del Arte, el dispositivo cultural que funciona en el centro comunitario con sede en la calle 56 entre 9 y 10. Bajo la coordinación de la actriz y docente Laura Lago se fueron armando los talleres de las distintas disciplinas, y pacientes que llegaron a sentir que “todo estaba perdido” recuperan el interés por mejorarse, se fortalecen internamente, echan mano a su capacidad creativa y salen al mundo a trabajar, a enamorarse y hasta a formar un hogar.

Al obtener la beca de “Creación” del FNA en el rubro fotografía se le permite dar continuidad al taller que se venía dictando en la Casa, pues con ese fondo se pueden financiar los insumos y los recursos humanos con los que se armará un laboratorio. Así se completará el ciclo de producción de imágenes.

El otro premio es de formación y servirá para acercarse a las herramientas técnicas y conceptuales sobre lenguaje audiovisual. Se trata de un curso que durará tres meses y para el cual los pacientes deberán viajar a la capital federal una vez por semana. Esta última beca tiene otro beneficio además del relacionado al aprendizaje, según remarcó Lago, y es que “es una buena oportunidad para hacer una actividad fuera de La Plata”.

A los talleres asisten entre 8 y 12 pacientes, de entre 35 y 54 años, algunos ya son externados y otros que están en vías de serlo, porque si bien aún viven en el Hospital concurren a la Casa de Pre Alta todos los días.

Del programa de externación participan distintas disciplinas y varios voluntarios, la mayoría estudiantes avanzados o recientes graduados de carreras que tiene que ver con la problemática de la salud mental y con el arte.

El Fondo Nacional de las Artes ya había apoyado con aportes un ambicioso proyecto de la casa de atención de día. Se trató de la producción de un documental que muestra en el contexto de encierro cómo la solidaridad y el compromiso se entrelazan en una porfiada búsqueda de externación. El argumento -verídico- se remonta a 2008, cuando Germán Cawllaert, que acababa de salir del Hospital de Romero con el sistema de Pre Alta le pide al equipo de profesionales de esa instancia terapéutica incorporen al programa a su amigo Miguel Godoy, quien, insistió Germán, experimentaba una notable mejoría y estaba en condiciones de atravesar como él esa transición detrás de los muros. Los especialistas evaluaron el caso y Miguel pudo iniciar su nueva vida. La historia se plasma en un material que filmaron los mismos protagonistas con la reconstrucción de escenas en los inmensos pabellones del Hospital y entrevistas a los protagonistas.

Son muchos los ejemplos que dan cuenta de los resultados de esta experiencia iniciada en 1987. Uno es el de Daniel Degol -39-. Internado en 2004 en el centro neuropsiquiátrico de Melchor Romero y con el alta médica tres años más tarde va por su tercer libro. El primero y el segundo los dedicó a la poesía y ahora se lanza al desafío de combinar versos y narrativa. Su historia tiene algo en común con la de sus compañeros: la desesperanza que le ganó el ánimo cuando en los momentos de lucidez le parecía que las puertas nunca se le abrirían y el terror que aparecía ante la posibilidad de salir. La responsabilidad de arreglárselas solo despertaba todos sus miedos.

SALIR ADELANTE

El de él fue un caso que, aseguran, se repite entre muchas de las personas internadas en la sala de Crónicos del Hospital. Daniel estaba en condiciones de dejar el centro asistencial, pero no terminaba de abandonarlo. “Sin familia, no tenía adónde ir y durante un año y medio usé el hospital de hotel: iba a la noche a dormir”, recuerda ya sin el más mínimo signo de angustia. Y agrega: “cuando vine a la Casa de Pre Alta, en el 2009, le dije a Laura: `Soy escritor, poeta, y mi sueño es publicar un libro´. Así nació, al poco tiempo, “El cofre”, su primera obra.

A Daniel no se le acaban las metas. A partir de julio dictará un taller de guión audiovisual en el centro cultural Casa Enredadera que estará abierto a todo público. Todas sus expectativas se orientan ahora en ese sentido. “Mi pasión es la escritura y la quiero transmitir a otros”, dice.

También poeta, su experiencia en la Casa de Pre Alta, le ofreció a Miguel Godoy -38- una gran oportunidad. En su estadía en el Hospital de Romero había conocido a Alicia, pero recién comenzaron a relacionarse como pareja cuando los dos comienzan su etapa de externación. Se casaron hace tres años (“fuimos unos de los primeros matrimonios que se celebraron acá”, cuenta orgulloso Miguel) y entre los dos, inspirado el uno por el otro, elaboran poemas en dúo. Además, Miguel trabaja en la jardinería de un centro cultural que necesita que le mantengan el parque. Es este Miguel el mismo que en 2008 salió del Hospital gracias a las gestiones obstinadas de su amigo Germán.

Habla casi sin pausa. (“Ideal para la radio”, aporta riéndose uno de sus compañeros). Le encanta anticipar sus proyectos y la forma que los encara. Cuando le toca al turno a Juan Carlos Salto -55- recuerda que estuvo internado 9 años y que desde hace un tiempo el psiquiatra que lo atiende en forma ambulatoria, por su mejoría, le va retirando “cada vez más drogas”, cuenta este hombre que vive en una pensión. Todas sus expectativas las puso ahora en el programa de radio “Razonamientos desencadenados” que, sobre salud mental, comenzará a conducir junto a otro paciente externado, en su caso desde hace siete años, Jorge Deodato -36-. “Vamos a hacer entrevistas y a informar sobre la ley de Salud Mental”, adelanta. Su coequiper, en cambio, se volcará a lo que más le interesa: hablar sobre literatura.