Primarias del PJ: para Randazzo es la gloria, o el infierno

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

Habrá que reconocer que Florencio Randazzo logró que todos sus acólitos y eventuales interlocutores trasmitan lo que él mismo repite como si fuera una verdad inexorable: que irá a una Primera Abierta para dirimir candidaturas legislativas con el kirchnerismo, sin importar quien encabece esa oferta. Puede ser Cristina Kirchner; puede ser Daniel Scioli; acaso sea Verónica Magario, la intendenta de La Matanza.

El ex ministro dice que enfrentará a quien sea, desde el convencimiento de que es el único camino para renovar al peronismo bonaerense luego de la derrota de 2015.

EL PALACIO RAGGIO Y EL QUINCHO DE CABANDIÉ

Ayer lo repitió en su bunker porteño (el Palacio Raggio, un edifico de 1910 restaurado a nuevo) frente a un grupo de diputados nacionales justicialistas alejados de la ex presidenta, que también le transmitieron cierta ansiedad porque aún sigue jugando al misterio para todo el universo que está afuera de su grupo político. Fue la foto que pudo mostrar Randazzo para contraponer a las recientes postales que dejó el ya célebre quincho del camporista Juan Cabandié.

El ex ministro, como hace Cristina, prefiere jugar con los tiempos. “Hablemos en unos días”, les dijo a sus interlocutores antes de tomarse unos días de descanso, de los que volvió ayer

Allí comieron una pequeña legión de intendentes bonaerenses, dirigentes de la agrupación “juvenil” que lidera Máximo Kirchner, la propia Cristina antes de su viaje europeo y legisladores varios. Esos asados fueron concebidos -en realidad son, porque se repetirán- para lograr lo contrario a lo que dice que quiere Randazzo: evitar la interna y forzar una lista de unidad-.

El lomense Martín Insaurralde, uno de los cenadores en lo de Cabandié, le transmitió la inquietud al propio Randazzo en una reunión privada realizada hace diez días. Lo mismo habló con Magario, en charlas reservadas. Pero el ex ministro, como hace Cristina respecto a su eventual postulación, prefiere jugar con los tiempos. “Hablemos en unos días”, les dijo antes de desaparecer en plan de descanso. Reapareció ayer.

Lo dicho: Randazzo dice que se prepara para una Primaria Abierta contra los K. Mandó a juntar miles de avales, paso necesario para anotarse en el PJ y pedir la elección. Hasta sus señora madre se fotografió firmando la planilla. Como para que quede claro que la cosa va en serio. Dicen en su entorno que, una vez reunidos esos apoyos, le sería imposible al presidente del PJ, Fernando Espinoza, y a la Junta Electoral Partidaria, negarle la chance de la pelea interna.

Randazzo le ha dicho a su gente que está confiado de esto porque él mismo tuvo que ver con la confección de la ley de las P.A.S.O cuando era fiel soldado de Néstor Kirchner, quien ideó esta normativa para que el peronismo no se le escurriera de las manos. También es verdad, porque así lo demuestra la historia de las últimas tres décadas, que cuando el justicialismo orgánico no quiere internas difícilmente éstas se realicen. Es justamente lo que le pone puntos suspensivos a aquel “mantra” randazzista.

Hay un plan B, más allá que los voceros del ex ministro quieran negarlo. Es el jefe de los senadores nacionales del PJ, Miguel Pichetto (probablemente el peronista con el cargo institucional más alto del país), quien susurra al oído de Randazzo que el PJ bonaerense nunca le concederá la Primaria. Y que por eso debe armar una estructura por afuera, con un sello partidario no justicialista y de impronta renovadora, como hizo el recordado Antonio Cafiero en la década del ochenta. Comparten el análisis sectores políticos y gremiales que acompañan al “Flaco”, como ciertos gremios, intendentes que no quieren volver a Cristina y, claro, el Movimiento Evita.

EL MOVIMIENTO EVITA

Este diario dio cuenta en diciembre del año pasado que el Evita estaba armando un partido político con todas las de la ley para incrementar su influencia a la hora de las negociaciones político-electorales con el peronismo. Esa agrupación partidaria novel estará al servicio de Randazzo en caso de ser necesaria la opción de “ir por afuera”. Juntamente con otro sello ya habilitado y con los papeles en regla.

Hay un plan B, más allá de que los voceros del ex ministro quieran negarlo. Es el jefe de los senadores nacionales del PJ, Miguel Pichetto

Pero el gran problema que tiene esa alternativa, según analiza la mesa chica randazzista, es que le dejaría servido al PJ oficial un argumento de desacreditación: que yendo por fuera del partido, el ex titular de Transporte sería funcional a la Casa Rosada, partiendo al peronismo bonaerense y atomizando aún más a la oposición, que tiene otro pedazo de justicialismo en los seguidores de Sergio Massa.

“Si gana la Primaria, Randazzo puede jubilar a Cristina y posicionarse como candidato presidencial del peronismo para el 2019”, dice una fuente del Palacio Raggio ante este diario. “¿Y si pierde?”, se le pregunta. “Se irá a la casa”, responde. Habrá que creerle.