De nuevo en el baile

El colombiano Andrés Cabas, pionero en la fusión de sonoridades rockeras con ritmos latinos desde hits como “Mi bombón” y “La cadena de oro”, asegura que está por encarar el tramo “más delicioso” de su vida artística con la publicación del primer sencillo del que será su sexto álbum de estudio, que verá la luz en octubre después de seis años de silencio.

El año pasado, Cabas, de 40 años, publicó la canción “Enamorándonos”, un proyecto que, según el cantante, no entrará en el próximo álbum, aún sin nombre definido. En el nuevo disco cabrá “de todo”, desde canciones más “nostálgicas” hasta fusiones con la música latina actual, como un segundo sencillo que contará con la colaboración del cubano Descemer Bueno, donde se unirán “el colombiano y el caribeño” para llegar incluso al estilo “dancehall”.

Pero, para comenzar, Cabas decidió volver a su versión más sentimental y cantarle su hijo Simón, de siete años, al que le dedicó “Tanto que te amo tanto”, el primer corte de lo nuevo. El pequeño vive en Colombia y Cabas le enseña a tocar el piano cuando están juntos, pero Simón “quiere ser futbolista”, algo que el cantante apoya. “Quería regalarle una canción a todas esas personas que extrañan a sus seres queridos, porque extrañar es un sentimiento muy bonito, pero muy duro también”, advierte quien define su próximo disco como un “nuevo comienzo” después de los seis años desde su anterior álbum, “Si te dijera” (2011).

El artista anticipa que “Tanto que te amo tanto” es la “más tranquila” de las composiciones del disco, y que las próximas “van a ser una locura, cargadas de ‘beats’ y tambores”. Siempre desde la fusión del folclore colombiano con el rock, el colombiano interpretó muchos géneros desde “Cabas”, el debut que le catapultó a la fama en su país y en otros lugares de América Latina.

Fue con su segundo trabajo, “Contacto”, con el que rompió fronteras, llegó a Estados Unidos y recibió una nominación a “artista revelación” en los Grammy Latino. Después llegaron tres álbumes más y un traspié en 2013 con el cierre de la discográfica con la que tenía contrato, EMI.

El músico, que cuenta entre sus maestros a los españoles Miguel Bosé y Enrique Bunbury, asegura que con su llegada a la madurez artística se ha vuelto “más lanzado y aventurado; más que madurar, es casi como lo contrario, como volverse más instintivo y más niño de alguna manera”.