Para el primer trimestre de 2018 creen que terminarán las obras hidráulicas clave

Los aliviadores de las avenidas 131 y 143, en diciembre próximo; la ampliación y el revestimiento del arroyo El Gato, entre enero y marzo de 2018. Después de tres temporadas y media de avances discontinuos, postergaciones, parates y cuestionamientos por parte de asambleas vecinales, durante el primer trimestre del año que viene las principales obras del “mega-plan” contra las inundaciones en la Ciudad quedarían concluidas en su totalidad.

Así lo afirman las autoridades de Hidráulica bonaerense, que anticiparon que “apenas las condiciones meteorológicas lo permitan” se llevarán a cabo trabajos en sendos frentes: el nuevo puente de camino Centenario y 515, y la adecuación del electroducto troncal que pasa por 31 y 527.

Ambos pasos son considerados, por diferentes motivos, esenciales; el primero, porque implica una fuerte restricción para el tránsito en un acceso clave a lo largo de varios meses. Y el segundo, porque sin remover y reemplazar un tramo de tendido no es viable la habilitación del enorme desagüe subterráneo de diez metros de lado.

En los ámbitos oficiales se confía en que el “dinamismo” que ganaron los diferentes frentes de obra en los últimos meses permitirá alcanzar la mayor parte de los objetivos, pero además le “prenden una vela” al clima.

“No es un dato menor el de que tuvimos 176 días de lluvia, que son equivalentes a días de trabajo perdidos, entre enero de 2016 y julio de 2017” precisan en la subsecretaría de Infraestructura Hidráulica: “pero a pesar de eso, las obras avanzaron a un ritmo que hace muy poco tiempo parecía impensable; por dar un ejemplo, a lo largo de 2016 se hicieron 3.387 metros contra los 1.828 de toda la gestión provincial anterior”.

Principal desagüe pluvial de la ciudad, el arroyo El Gato, hoy mutando paulatinamente a colosal conducto artificial encamisado en hormigón, en la mayor parte de su recorrido urbano, está en el centro de las preocupaciones de los inundados.

Es que en esa cuenca, a la que se suman como tributarias las de afluentes como los arroyos Pérez y Regimiento, se concentran las tres cuartas partes de la población urbana platense; con la ampliación de su vía de escurrimiento principal, y la construcción de derivadores o aliviadores para que “atajen” los excedentes pluviales del noroeste platense antes de ingresar al caso histórico y los trasladen al Gato, se espera que no se repitan escenarios como el del trágico 2 de abril de 2013.

“En diciembre de 2015, el panorama era ‘esto es imposible’; no había coordinación entre los diferentes organismos, a las contratistas ya no se les pagaba y aparecían inconvenientes serios, como un electroducto y un gasoducto que cruzan la traza de los aliviadores y nadie parecía haber tenido en cuenta a la hora de la planificación” recuerda Rodrigo Silvosa, titular de Hidráulica bonaerense.

El funcionario admite que “si bien la obra total del Gato no va a estar completa este año, como hubiéramos querido, los conductos de 131 y 143 se van a conectar en diciembre, y el propio canal del arroyo, como reservorio, ya tiene una capacidad importante. En esto hay que ser claro: cada metro cúbico de agua más que está adentro de la canalización es uno menos en la casa de un vecino. Ya se está viendo que el impacto urbano de las tormentas intensas es menor”.

Silvosa aclara que “el progreso de los trabajos en los tramos del Centenario que están en ejecución depende de la reubicación de muchas familias que viven en casas precarias, una operación muy compleja que está en manos del Instituto de la Vivienda; si se liberan las riberas en noviembre, como está previsto, entre enero y marzo terminaremos el canal del Gato hasta las vías del ferrocarril”.

El tendido ferroviario marca el final de la canalización encamisada totalmente en cemento, que llegará allí con 40 metros de anchura; desde allí hasta la desembocadura del curso de agua en Ensenada, la ampliación llegará a 60 metros sin revestimiento.

“Estas son obras para evitar el desastre” subraya Silvosa: “Su aprovechamiento y su rendimiento óptimo se va a alcanzar con nuevos sumideros, nexos y alcantarillas en el área urbana, y con el mantenimiento de éstos en condiciones”.

Se trata de tareas en la órbita del municipio, que también deberá dar el visto bueno a la creación de reservorios aguas arriba en los arroyos El Gato -a la altura de Melchor Romero-, Pérez -brazos I y II, en El Retiro y Los Hornos- y Regimiento -a la altura de 137 y 72-.

“En 2018 vamos a estudiar cómo funciona el nuevo sistema, y analizar la posibilidad de los reservorios, que además de retener y regular el agua de las grandes tormentas se podrían aprovechar para generar espacios verdes y áreas de uso público, como se hizo en la capital federal” sugiere Silvosa, quien trabajó en el saneamiento de la cuenca del arroyo Medrano porteño: “Pero eso deberá definirlo el municipio oportunamente”.

EL ALIVIADOR DE 131

De acuerdo con los informes que maneja Hidráulica, las últimas cuatro etapas del canal que correrá bajo las avenidas 31 y 131, de sudeste a noroeste, promedian un avance del 41,5 por ciento. La cifra, que no incluye lo realizado este mes, deviene de que la etapa VI “A”, entre las calles 40 y 46, registra un progreso del 32%; la VI “B”, entre 46 y 56, del 36%; la VII “A”, entre 56 y 63, del 58%; y la VII “B”, entre 63 y 68, del 40 por ciento.