La fiesta de 15 que se realizó a todo corazón celebrando la vida

En el año 2004, Abril Dispenza tenía tan solo 16 meses y se hizo conocida en todo el país al protagonizar el primer trasplante de corazón de un donante con sangre no compatible. Aquella operación se concretó en el Hospital Garrahan, y el órgano provino de una beba de 18 meses que había fallecido en un accidente de tránsito junto a una hermana y su mamá. El único sobreviviente de aquella tragedia fue su papá, Enrique, quien decidió donar el corazón de su hija, que se llamaba Ayelén.

De esta historia solidaria transcurrieron poco más de 13 años, y aquella niña que salvó su vida gracias a un gesto altruista, acaba de cumplir 15 años. Y lo festejó, como corresponde, con una gran fiesta. Pero en esa fiesta ocurrió otro episodio que la volvió a colocar en el centro de la escena. Y es que ingresó al salón de fiestas de la mano de su “otro papá”, de Enrique, el padre de Ayelen, que había donado su corazón.

Esta conmovedora historia circuló de mesa en mesa entre los invitados a la fiesta que se celebró el sábado último y culminó ya bien entrada la mañana del domingo.

Enrique Pereyra, el papá de Ayelén, había recibido el pedido sorpresa del padre de Abril para que sea él quien entrara al salón del brazo de la quinceañera, con el tema “Yellow”, de Coldplay, como fondo.

“El no sabía nada, pero nosotros veníamos pensándolo hacía meses con Abril. Se lo propusimos poco antes de la fiesta, para que no pueda negarse. Yo estaba muy preocupado con que él estuviese incómodo. Nunca quiso hablar con los medios y había muchos en la fiesta. Me dijo ‘ese es tu lugar’, y yo le dije ‘los dos somos los papás de Abril”, Y a Enrique no le quedó más remedio que responder “será un honor”.

En esa memorable fiesta estuvo presente también el doctor Horacio Vogelfang, el jefe del equipo de Trasplante Cardíaco que logró que no hubiera rechazo del corazón pese a que las bebas tenían distinto grupo sanguíneo. El fue también el responsable de que la adolescente conociera, casi a solas, a Chris, el cantante de la canción con la que Abril apareció frente a los 170 invitados.

“Hoy el corazón de su hija está en el pecho de la mía. Nosotros lo vivimos así desde que Abril era chiquita. Tengo la tremenda responsabilidad de cuidarle el corazón a la hija de Enrique”, dijo emocionado a los medios Sergio Dispenza, el papá de Abril.

EL SEGUNDO PAPA

Abril y Ayelén tenían distinto grupo sanguíneo y no contaban con ningún lazo de sangre en común, pero gracias a un trasplante inédito en el Hospital Garrahan, Abril pudo festejar ahora sus 15 años, y Enrique, el papá de Ayelén, celebrar con ella cómo el corazón de su hija late, vive y crece. “El es mi segundo papá”, cuenta Abril.

“Nosotros los 24 de enero -el día del trasplante- no festejamos. Sería como la segunda fecha de cumpleaños de Abril, pero tiene que ver con lo que pasó Enrique en el accidente de su hija, que ocurrió el 16 de enero. Lo conocimos casi 3 meses después de la operación, nos hicimos amigos y lo quiero como a un hermano”, contó Sergio Dispenza, el papá de la quinceañera.

Es que toda la familia Dispenza siempre tuvo respeto por el duelo de la otra familia.

“Somos conscientes que a partir de ese accidente Abril está viva y bien. Enrique es el segundo papá de Abril, un ser humano increíble. Jamás nos hizo sentir que estábamos en deuda con él”, sostuvo Sergio.

Enrique Pereyra, el papá de Ayelén, es un ex combatiente de Malvinas que sobrevivió al trágico accidente en una ruta de Santiago del Estero en el que perdió a su familia, y tras el cual decidió donar el corazón de su beba a Abril.

LA FIESTA DEL CORAZON

Durante la fiesta, el clásico video de “mi vida en fotos” estuvo dedicado a Ayelén, la hija de Enrique, quien apenas pudo resistir siete días los golpes de un terrible accidente de tránsito en el que murieron su madre, Gloria, y su hermana Romina, de 11 años.

Desde entonces, parte de la familia de Enrique la forman Abril y sus padres.

“Algo pasó -contó Sergio Dispenza- algo se fusionó entre Enrique y nuestra familia con el trasplante. Abril lo adora. En el pecho de mi hija está el corazón de la suya”.

En la fiesta de 15 que se desarrolló en un salón porteño, estuvieron también los cirujanos del Garrahan que en 2004 lograron la hazaña de que no hubiera rechazo pese al grupo sanguíneo no compatible entre las bebas.

También estuvieron el subjefe del equipo de trasplante cardíaco del Garrahan, Gerardo Naiman, que se encargó de la ablación y el traslado del órgano hacia capital federal, y el doctor David Jarma, del Incucai de Santiago del Estero.

En todos estos años, Enrique, el papá donante, tuvo en brazos a esa beba que ahora llegó a los 15 años y también la acompañó en sus momentos más importantes, como cuando, hace dos años, la abrazó mientra nombraban a Abril como abanderada en su escuela.

El sábado, un rato antes de la noche de la fiesta, la familia Dispenza había convocado a una suerte de conferencia de prensa con un mensaje claro, “el corazón de Ayelén salvó a Abril, la donación de órganos salva vidas”. Con respeto, el sábado lo celebraron.