Vidal le pidió a la Justicia que amplíe los arrestos domiciliarios

La gobernadora María Eugenia Vidal hizo ayer un llamado a la Justicia para que disponga el arresto domiciliario de aquellos condenados por delitos leves con penas de un año de prisión. La mandataria pidió a los jueces que dispongan el uso de pulseras magnéticas con ese fin.

“En este centro vamos a poder saber qué pasa con las personas que tienen arresto domiciliario, y también esperamos que la Justicia, en aquellos delitos con penas bajas, pueda ampliar el sistema de pulseras. Delitos que no sean graves, de menos de un año de pena, podrían ser incorporados con la garantía de un sistema que las 24 horas y los 365 días del año está controlando lo que pasa”. Así lo planteó Vidal al inaugurar un centro de monitoreo del Servicio Penitenciario.

En la actualidad hay 1.560 reclusos que cumplen la condena en su domicilio. Y el gobierno provincial tiene disponibles 500 pulseras para ampliar ese beneficio.

Vidal aseguró que el nuevo Centro Integral de Monitoreo “le dará tranquilidad a los jueces” para controlar a las personas con restricciones por violencia de género o a presos con arresto domiciliario y dijo que aspira a que “siete de cada diez detenidos terminen sus estudios”.

“Queremos que cuando termine nuestro mandato, siete de cada diez detenidos terminen sus estudios, porque tenemos que darle la oportunidad a cada preso de estudiar y trabajar, y que haga algo que luego sea de beneficio no sólo para él sino para la sociedad”, resaltó la mandataria en un acto junto al ministro de Justicia, Gustavo Ferrari.

Aseveró que “desde siempre”, su “compromiso fue un cambio profundo” y agregó que “con las cárceles nunca nadie se había metido. En muchos años no se trabajó en contra del delito que había dentro del Estado ni tampoco se realizaron acciones tendientes a la mejora del sistema penitenciario”.

Luego, la gobernadora afirmó que el nuevo centro de monitoreo “es una muestra de que no se puede pensar en seguridad sin pensar en las cárceles”.

Detalló que ahora “la comida llega a la puerta del penal” porque su gestión aumentó el presupuesto, y recordó que antes del inicio de su gestión “había siete mil presos durmiendo en el sueldo”.

“Seguiremos dando la pelea que nos comprometimos, que no se dio en estos treinta años de democracia para crear un sistema penitenciario mejor de lo que encontramos”, acotó.

En la actualidad hay 37.552 internos alojados en las cárceles y a ellos hay que sumar otros 3.030 que se encuentran detenidos en comisarías y 1.560 que cumplen condena en su domicilio supervisados con monitoreo electrónico. Con un cuadro de superpoblación que se agravó en los últimos tiempos, el uso de las 500 pulseras adicionales contribuiría a aliviar en parte esta situación.