El voto joven: un electorado en disputa

En el camino hoy de la definición del próximo presidente de Argentina, las estrategias electorales dejaron al descubierto que el segmento juvenil fue uno de los más invocado, disputado y consultado, en un contexto donde las problemáticas económicas afectan en mayor medida a la población entre los 15 y 29 años.

“Si algo caracteriza a las juventudes es su afán por transformar la realidad y marcar agendas, algo que parece no estar sucediendo; la agenda más capitalizada por mis pares es la antipolítica”, opina Tomás de 17 años.

Para este 19 de noviembre tanto el candidato oficialista, Sergio Massa (Unión por la Patria), y el libertario, Javier Milei (La Libertad Avanza), salieron por ese voto juvenil, con fuerte peso electoral.

El padrón contiene casi un 30 por ciento de jóvenes entre 16 y 30 años habilitados para votar. Se divide entre aquellos alcanzados por la llamada ley de voto joven -que cumple una década de existencia- tienen 16 y 17 años y suman un total de 1.168.033. Mientras, las mujeres y hombres de entre 18 y 29 años representan más del 24,29 por ciento del padrón, con 8.337.914 electores. El 36% de esos jóvenes del padrón nacional se concentra en la provincia de Buenos Aires, siendo un total de 3.039.904. Luego le siguen las provincias de Córdoba (8%), Santa Fe (8%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (5%).

Varios de estos jóvenes hablaron con EL DIA sobre las expectativas de la contienda electoral, pero además de las principales problemáticas que azotan al segmento. Lo primero a tener en cuenta sobre la radiografía de las juventudes es que, explica una socióloga, estamos hablando de un segmento heterogéneo, dinámico, atravesado por diferentes problemáticas que refieren a las trayectorias sociales, educativas, geográficas y económicas.

La política, en primera persona

El desánimo es el principal síntoma que describen en su diagnóstico político. Sofía es de la localidad bonaerense de Salto, tiene 24 años y estudia Derecho en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y cree que “la realidad de las juventudes hoy es cada vez más difícil. No existe para muchísimos de nosotros las posibilidades de acceder a comprarnos un auto, al sueño de la casa propia o al menos generar un ahorro”.

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Simón con 17 años, votó en agosto por primera vez y cuenta que ve a sus pares “destrozados”, calificando el accionar del Estado en materia políticas públicas para el segmento como “descontroladas y desiguales”. Al igual que Amparo (17 años) no se ven alcanzados por la política aunque aseguran estar informados sobre los debates y las propuestas que esbozan los candidatos presidenciales.

En la misma línea Alen, con 26 años, vive en la localidad de Avellaneda y es estudiante universitario, sostiene que muchos jóvenes están atravesados por “bronca e impotencia de no poder desarrollarse”. Además, agrega que es una generación con trayectorias diferentes a la de sus padres: “El acceso a la vivienda e independizarse es una de las principales problemáticas, tanto alquilar como comprar”. Y sentencia: “La juventud está asfixiada y con ganas de irse del país o romper todo”.

A este diagnóstico negativo se suma la crítica de ser convocados y nombrados por los principales candidatos sin contar con propuestas que canalicen sus problemáticas. Así lo afirma Ignacio: “La agenda joven me parece que está muy sobrevolada, se tocan temas pero no los suficientes. Uno de los candidatos dice que el cambio climático es un invento del socialismo y el otro, siendo ministro de Economía, tiene los precios en llamas que no te permite mirar con certezas hacia un mañana”.

Alen, por su parte, explica que ninguna de las dos ofertas electorales tuvo una agenda joven.

Prevaleció entre los entrevistados la explicación sobre la decisión del voto, por uno o por otro, a la opción “menos mala”.

“Los temas que más nos interesan a los jóvenes tienen que ver con las deudas sociales que los últimos gobiernos tienen, principalmente con nosotros los más chicos”, dice con contundencia Tomás en su mirada sobre las problemáticas que su generación describe.

Cómo se representan los discursos políticos

Con parte de la información que consumen los jóvenes expresada a través del mundo digital, son las redes sociales (Instagram, X y TikTok) las plataformas más experimentadas por los políticos en los últimos años. La virtualización se intensificó durante la pandemia, siendo el territorio más habitado por las juventudes para conocer, debatir, socializar e intercambiar memes y videos.

A raíz de este escenario, Sergio Massa llegó después a estas plataformas, pero con la estrategia de canalizar el mensaje a partir de influencers militantes del espacio de Unión por la Patria; logró una movilización que le agregó un diferencial en las generales de octubre. Canales como Gelatina, con la fábrica de singles han sido consumidos y reproducidos a través de diferentes plataformas y redes sociales.

El 36% de esos jóvenes del padrón nacional se concentra en la Provincia

Sin embargo, Javier Milei fue más precursor en aprovechar estas herramientas, como creador de contenido, para amplificar y dar volumen a sus exponentes partidarios a través de recortes audiovisuales, con el crecimiento de canales de YouTube consolidó redes con más de 300 millones de visualizaciones.

Sofía cuenta que sigue la política a través de “redes sociales, portales digitales de noticias y canales de youtube”. Brisa, quién estudia en la Ciudad, coincide que utiliza internet para tener información sobre la actualidad: “No miro televisión, también lo hago por redes sociales, para leer y mirar contenido”.

Pedro añade que “en este último tiempo me fui metiendo escuchando distintas voces independientes para también tener una idea de qué se dice desde distintos lados”.

Por su parte, Tomás sostiene que participa de un canal de noticias audiovisuales, que es autogestivo y además, consume diferentes perfiles profesionales que se expresan en columnas de opinión y diferentes medios. Elige para informarse espacios “que no se dejen llevar por subjetividades y que no reproduzcan fake news”. Brull, también agrega: “Busco pluralidad de voces, miro programas que tengan diferentes líneas políticas, para tener los diferentes puntos de vistas y propuestas”.

Son poco escuchados

“No existe agenda joven entre los candidatos”, insiste Tomas. Para Brull , la juventud ha sido muy mencionada durante la campaña electoral. Sin embargo, “en los hechos es evidente las pocas oportunidades que tenemos, en lo laboral, educativo y económico”.

Y agrega: “Los espacios de participación política también son escasos y se hace cuesta arriba que nuestras opiniones se vean plasmadas en políticas públicas”.

Emma es de nuestra ciudad, tiene 18 años, y sostiene que “los temas centrales para los jóvenes son motivo de disputas y peleas políticas, no son planteados para resolver nada y por eso considero que ninguno de los dos candidatos tiene un proyecto de país que nos incluya”.

Ignacio, se diferencia de sus pares: “Los candidatos apostaron al voto joven por el impacto electoral que tiene, en tanto, crearon propuestas para atraer a ese electorado”.

José María, por otro lado, explica: “Uno de los candidatos planteó un plan de desarrollo para la primera infancia (de 45 días a 6 años) que puede tener un impacto importante en niños, niñas y adolescentes; es la única propuesta que considero tiene una mirada a largo plazo, pero ni siquiera en el debate se pudo demostrar que somos parte de alguna agenda de gobierno, ningún candidato nos mencionó, nuestra generación no es una prioridad más allá de lo electoral”, dijo.

Pedro, en tanto, se siente esperanzado por la juventud, más allá de la realidad material y económica: “Tienen mayor interés por informarse, participar y debatir”, y concluye: “Existe un vuelco de la campaña a las redes sociales y a las plataformas virtuales, en ese territorio están los jóvenes buscando, encontrando y manifestando que país quieren”.

“Los temas centrales para los jóvenes no son planteados para resolver nada”