Palermo, un barrio de jardines

Palermo es el barrio más grande de la ciudad. Conocido por los Bosques de Palermo, es un lugar residencial y de esparcimiento, con influencia gastronómica y cultural. Pasear admirando su arquitectura, que combina estilos gótico y barroco, es un imperdible de Buenos Aires. La historia del barrio se remonta a las tierras otorgadas por Juan de Garay y la intervención de Juan Manuel de Rosas, que transformó la geografía.

Los Bosques de Palermo representan el pulmón verde más emblemático de Buenos Aires. Este extenso espacio de 370 hectáreas alberga una diversidad de paisajes, incluyendo 4 lagos (Regatas, Rosedal, Planetario y Victoria Ocampo), 29 plazas, y diversos paseos. El parque ofrece áreas de acceso libre y gratuito, como plazas, paseos y el Rosedal, así como zonas de acceso restringido, como el Campo de Golf, el Jardín Japonés, el Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori” y el Planetario “Galileo Galilei”. Además, el predio incluye áreas bajo la jurisdicción del Gobierno Nacional, como el Hipódromo de Palermo, así como espacios concesionados a clubes y organizaciones, y otros que fueron vendidos. Este icónico lugar es perfecto para pasar el día con picnics bajo la frondosa arboleda, disfrutar de paseos en bote por los lagos u observar a los patos.

En el corazón de este oasis verde se encuentra El Rosedal, ubicado en la Plaza Holanda, con más de 93 especies y 12 mil rosales. Este jardín premiado en 2012 por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas es un punto de visita obligado. Cerca de allí, el anfiteatro, el patio andaluz y el Jardín de los Poetas, con bustos de figuras literarias como Alfonsina Storni y Dante Alighieri, enriquecen la experiencia. El horario de verano (22 de septiembre a 21 de abril) es de martes a domingos de 10 a 18 horas, y el ingreso es hasta las 17. Los lunes permanece cerrado. Inaugurado el 11 de noviembre de 1875 por Domingo Faustino Sarmiento, es un testimonio histórico y arquitectónico. Originalmente diseñado por los arquitectos Ernesto Oldendorf, Fernando Mauduit y Jordan Wysocky, las ampliaciones entre 1892 y 1913 estuvieron a cargo del paisajista francés Carlos Thays, responsable de otros espacios verdes emblemáticos de la ciudad.

Continúa el itinerario en el Jardín Japonés (ingreso por Av. Berro esquina Av. Casares), un oasis de tranquilidad en la bulliciosa ciudad que nunca duerme. Rodeado por los Bosques de Palermo, fue construido en 1967 durante la visita del emperador japonés Akihito y su esposa Michiko. Es el jardín japonés más grande fuera de Japón, destacando por su belleza con bonsais, azaleas, kokedamas, orquídeas y faroles de cemento. Además, cuenta con un Chashitsu (casa de té) para realizar la ceremonia del té japonés, con elementos tradicionales importados de Japón, algunos con más de cien años de antigüedad. El interior es artesanal y exquisito. En 1977, fue rediseñado bajo la dirección del ingeniero paisajista Yasuo Inomata, tomando como modelo el Jardín Zen. Además, el parque incluye un centro cultural, un restaurante de cocina japonesa, un vivero para comprar plantas (bonsai) y alimento para los peces del lago, así como una tienda con artesanías japonesas.

El Jardín está abierto abierto todos los días de 10:00 a 18:45 horas (incluidos sábados, domingos y feriados) y las visitas guiadas funcionan los días sábados, domingos y feriados a las 11 de la mañana. La entrada general cuesta $690.

La pausa del almuerzo. El ex Paseo de la Infanta, también conocido como Arcos del Rosedal (Av. del Libertador 3887), es un destacado polo gastronómico que atrae a numerosas personas cada día y noche. El predio está ubicado bajo las vías del Ferrocarril Mitre y tiene una superficie de 36 mil metros cuadrados. Algunos locales que se pueden encontrar en el lugar: Williamsburg, La Mala, Komyūn, Avant Garten, Lucciano’s y Rock And Ribs.

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Otra opción, y lindante a la siguiente actividad, es el restaurante Tomate (Av. Infanta Isabel 555) que funciona de miércoles a lunes de 8:30 a 00:30 (y el bar hasta la 1 am). Con posibilidades de comer al aire libre, bajo una pérgola de flores o en el interior semicubierto, ofrece platos individuales. Precios de referencia: la milanesa ronda los $6,000 y las ensaladas empiezan desde los $5,000. La mejor parte es que si bien hay espera, convidan una copita para hacerle frente a la ansiedad. El lugar es una parada en sí misma y un refugio para sol.

Una caminata contemplativa por el Museo Sívori (Av. Infanta Isabel 555) acompaña la pausa del mediodía. Justo frente al puente del Rosedal, se encuentra El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori que resguarda una magnífica colección de más de 4000 obras de arte argentino de los siglos XX y XXI. Estas piezas se presentan en exposiciones temporales, donde se fusionan con la obra de destacados artistas contemporáneos. Desde el posimpresionismo hasta las vanguardias, la colección abarca diversas corrientes artísticas y grupos, como Nexus en la década del 20. La década del 30 destaca por el surrealismo, muralismo y abstracción. En los años 40, surge el arte concreto, seguido por movimientos como Madí, arte cinético y la Nueva Abstracción en los años 60. El Museo se mantiene actualizado mediante concursos, incorporando las últimas tendencias del arte nacional. Es perfecto para ver la evolución del arte argentino, desde el gesto y la materia del Informalismo hasta expresiones conceptuales como el pop y el arte de sistemas. Un secretito: Se puede acceder al depósito de obras. El museo presenta una experiencia para conocer las tareas de conservación y reacondicionamiento en curso, permitiendo al público disfrutar de una gran parte de la colección. El equipo realiza coordinación de tareas patrimoniales, incluyendo impermeabilización y optimización de espacios, mientras se lleva a cabo la relocalización y registro fotográfico de las obras. Esta actividad se realiza con reserva previa y tiene capacidad limitada. Funciona lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 horas y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 horas (martes cerrado); la entrada general cuesta $500 y se puede disfrutar gratis los miércoles.

Un par de pasos más y se encuentra el Centro Cultural Islámico Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd (Av. Bullrich 55). Inaugurado en el año 2000 por el Rey Fahd Ibn Abdulaziz, Príncipe Heredero y Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, este templo islámico destaca como el más grande de Latinoamérica. Su propósito es servir al Islam y la comunidad islámica en la región, promoviendo la enseñanza del idioma árabe y difundiendo la cultura islámica. Diseñado por el estudio Zuhair Falles de Ryad, el edificio en un predio de tres hectáreas incluye una mezquita, una imponente cúpula, bibliotecas, espacios para exposiciones, un colegio islámico y un estacionamiento subterráneo. Dos minaretes de 50 metros de altura cada uno se destacan en el paisaje, desde donde se realiza el llamado a la oración, siempre orientado hacia la meca. Además de ser un lugar de culto, el templo impulsa la cooperación cultural, educativa, científica, técnica y artística entre la República Argentina y el Reino de Arabia Saudita. Hay visitas guiadas gratuitas los días martes, jueves y sábados a las 12 horas, sin necesidad de reserva previa.

A menos de 2 km, se puede disfrutar del Jardín Botánico (Av. Santa Fe 3951), un extenso oasis natural en la ciudad, con 5 hectáreas dedicadas a la flora argentina y 2 hectáreas a especies de bosques templados de todo el mundo, junto con una destacada colección de hierbas aromáticas. Entre las 1580 especies vegetales, se encuentran ejemplares únicos en la Ciudad y, en algunos casos, únicos en el país, como la tipa, cedro salteño, ibirá-puitá, chichita, quebracho colorado, carnaval y aguaribay. Con cinco circuitos autoguiados, como “Obras de arte” y “Árboles de mi ciudad”, ofrece también una biblioteca de botánica, tres jardines de estilo, invernaderos, un jardín de mariposas, esculturas y una casona de estilo inglés que alberga exposiciones temporales y talleres.

Extra: el Jardín para Mariposas es un lugar donde las mariposas se alimentan y reproducen a cielo abierto gracias a plantas específicas que promueven su ciclo de vida completo. Entre tanto aire libre, el monumento arquitectónico no podía faltar.

A unas diez cuadras se puede visitar la Basílica del Espíritu Santo (Paraguay 3901), que destaca por sus dos campanarios y su majestuosidad de estilo neorrománico y neogótico. Inaugurada en 1907 y restaurada en 2000, presenta una rica policromía en su interior y vitrales simbólicos que resaltan el número tres y siete. La fachada incluye una talla de calvario y la entrada muestra una inscripción del inicio de la Octava Sinfonía de Mahler. La iluminación diurna revela siete vitrales, cada uno representando un ángel y los siete sacramentos de la Iglesia. En el nicho central, la Madre María está entronizada en el Pentecostés, rodeada por los doce apóstoles que simbolizan los “Doce Poderes del Hombre”. Dato: En la Biblia y la tradición cristiana, los números 3 y 7 tienen profundos significados simbólicos. El número 3 representa la Trinidad, simbolizando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como una unidad divina. Además, se asocia con ciclos de vida, renovación y perfección en varios contextos bíblicos. Por otro lado, el número 7 es símbolo de perfección y totalidad, destacándose en la creación divina de siete días, las siete iglesias de Asia en Apocalipsis y los siete dones del Espíritu Santo.

Fin de la jornada dedicada a las compras. Alto Palermo Shopping (Av. Santa Fe 3253) ofrece locales de primeras marcas y patio de comidas; funciona todos los días de 10 a 22 horas.

Palermo Soho

Palermo Soho, uno de los barrios más vibrantes de Buenos Aires, ha evolucionado desde su origen en 1990 para convertirse en un centro comercial referente a nivel nacional. Conocido por su constante transformación y su ambiente bohemio, este barrio ofrece una mezcla única de street art, bares, tiendas de moda, decoración, ferias artesanales y plazas, siendo parte del extenso Barrio de Palermo. Aunque la parte más antigua, Palermo Viejo, ha experimentado una revitalización, conserva su encanto con calles arboladas, antiguas casonas recicladas y locales modernos. La denominación “Soho” refleja su espíritu bohemio y su conexión con el arte y la moda. Las plazas Serrano y Armenia son centros de actividad y, durante la noche, las calles se llenan de vida por su gastronomía variada, desde parrillas reconocidas hasta cervecerías artesanales y opciones para desayunar o merendar.

Entre las 1580 especies vegetales, se encuentran ejemplares únicos en el país