Alarma por las bandas de chilenos que llegan para robar en La Plata

Se los conoce desde hace un tiempo por su extremado nivel de violencia, que incluye al menos un homicidio, enfrentamientos armados, entraderas y otros graves delitos. Tanto en nuestra región, como en CABA y otros puntos del Conurbano bonaerense. Nos referimos a grupos de ladrones de nacionalidad chilena, muchos de ellos sin registrarse por los canales migratorios oficiales, que llegan a la Argentina decididos a todo.

En estas últimas horas, hubo dos nuevos casos. Uno en La Plata y otro en la Autopista, que terminó con un tiroteo.

Como informó este diario en su edición anterior, tres hombres, al menos dos oriundos de Chile, que se asentaban en La Matanza, fueron detenidos anteayer en las calles 122 y 34, en el límite entre los barrios Norte de La Plata y El Dique de Ensenada, luego de concretar un robo en jurisdicción de la comisaría de Ringuelet.

Como tenían el dato del vehículo en que se desplazaban, lograron visualizarlo a través de las Cámaras Municipales y salieron a cortarlos.

En el procedimiento prestó colaboración personal de la UTOI.

Se supo que al ser registrados, los sospechosos aportaron datos falsos, aunque rápidamente pudieron certificar su verdadera identidad.

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En tanto, horas después, tres delincuentes de nacionalidad chilena fueron detenidos en la Autopista La Plata-Buenos Aires, a la altura de Berazategui, en medio de una persecución a tiros, que terminó con uno de los ladrones baleado en la pierna derecha.

Con un antecedente por un robo en Punta Lara, ocurrido el viernes pasado en 114 y 11, donde, luego de violentar una reja, ingresaron en una casa para reducir a la dueña y atarla con cordones de pies y manos a una silla y sacarle dinero, joyas y carteras, más un intento frustrado en Villa Del Plata, en la misma ciudad, ahora fueron por un golpe gordo en un barrio cerrado del vecino distrito, aunque a la fuga los divisaron por las cámaras de monitoreo y salieron detrás de sus pasos.

Al ladrón herido tuvieron que llevarlo a un centro asistencial, aunque él y sus cómplices quedaron detenidos y a disposición de la Justicia.

Se supo que se desplazaban en una camioneta Chevrolet Spin de color blanca con vidrios polarizados y en su poder incautaron distintos elementos de interés para a pesquisa.

Se cree que integrarían una banda que habría concretado múltiples golpes, que se intentan individualizar.

ANTECEDENTES

Una banda mixta compuesta por delincuentes chilenos y argentinos había sido noticia en junio de 2023 por un terrible asalto en la casa del periodista de América y A24, Guillermo Murphy.

Ocurrió en City Bell cuando Murphy llegaba a su domicilio después de un viaje por el exterior.

A él y a su familia los maniataron, golpearon y le robaron absolutamente todo.

Por la tonada de los ladrones, supo que había chilenos y no se equivocó, ya que horas más tarde detuvieron a parte del grupo en Sarandí, donde se confirmó su procedencia.

Parte de esa organización u otra paralela, asaltó además a un pediatra, también en City Bell, donde le hicieron vivir una pesadilla, con torturas incluidas, que le provocaron la fractura de uno de sus brazos.

La gavilla, por si le hiciera falta algo, quedó involucrada por el asesinato de Nelson Daniel Peralta, un profesor de educación física de 56 años en Guernica.

El fenómeno delictivo causa preocupación, ya que estaba fuera del radar del sistema de prevención del delito.

Según fuentes oficiales, los delincuentes cruzan la frontera de forma ilegal vía Neuquén y son solo algunos de varios que logran pasar a pie aprovechando los aluviones de gente de aquella nacionalidad, que todos los fines de semana hacen compras en supermercados o shoppings argentinos.

El modus operandi es el siguiente: se alojaban en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y cometían delitos principalmente fuera de ella, en el Conurbano bonaerense, adonde iban a hacer su especialidad: entraderas y escruches, en autos robados con las patentes cambiadas-de autos sin pedido de secuestro.

Generalmente, se movilizaban en uno o dos vehículos siendo hasta ocho personas y cometían más de un delito por noche. También juntaban las armas que se iban apropiando en las distintas propiedades en las que entraron.

Para unir cabos y dar con muchos de ellos, luego de detener a algunos miembros en La Paternal y en City Bell, habría logrado identificar a varios de los criminales mediante el peritajes de sus celulares y los celulares que robaron investigando llamados, mensajes de texto y de voz y fotografías en WhatsApp y redes sociales como Facebook e Instagram, en las que publicaron imágenes de armas y dinero, muchas veces posando con ellas.

El hecho de que cruzaran ilegalmente la frontera fue el otro gran obstáculo por la dificultad para identificarlos. No había huellas, fotos o antecedentes.