Relaciones: ¿Los solteros las prefieren casadas?

Un nuevo informe descubre que los hábitos de citas de los hombres solteros han cambiado y que buscan opciones alternativas para relacionarse. Ashley Madison, la web de citas para casados más importante del mundo, ha realizado una encuesta entre sus miembros para analizar las actitudes de los hombres solteros en su plataforma y ha descubierto que, mientras que el 70% de los hombres solteros busca mujeres casadas, aproximadamente un tercio (29%) busca mujeres solteras. Las razones más comunes son la discreción y el deseo de explorar las citas casuales sin las normas tradicionales de citas que a menudo se les imponen en otros sitios.

El 45% de los hombres solteros encuestados quieren probar un método más discreto para conocer a otras personas, lo que sugiere que sus preferencias románticas y sexuales pueden no ser las tradicionales. El 38% de los hombres solteros indicaron que no buscan compromiso porque desean la libertad de mantener múltiples relaciones, lo que apunta aún más a una tendencia actual hacia la no monogamia.

El 38% de los hombres solteros indicaron que no buscan compromiso porque desean la libertad / Freepik

De hecho, una comparación entre los resultados de dos encuestas separadas de YouGov realizadas en 2022 y 2023 indica que el número de personas que prefieren una relación no monógama aumentó casi un 10%. El 71% de los hombres solteros encuestados por Ashley Madison, afirmaron que la sociedad podría beneficiarse de una mayor aceptación de las relaciones no monógamas. Unirse a una plataforma de citas no tradicionales permite a sus miembros eludir gran parte de los juicios que encuentran en otros lugares.

“Cuando uno no está buscando un vínculo estable, sino simplemente pasar un rato agradable con alguien, tener una cita con una mujer casada es mucho más simple que con una soltera. Las chicas casadas son más discretas; no te están escribiendo todo el tiempo para verte pronto ni nada de eso. Todo lo contrario: a veces te vez una sola vez, tenés sexo y ahí terminó todo. En general son mujeres experimentadas en la cama, que están buscando lo que no tienen o no se atreven a hacer en su casa y eso vuelve todo más divertido”, dice Gastón, de 36 años, comerciante platense que además agrega: “muchas veces no es necesario ni estar en una app, las casadas te encaran, te pasan el QR desde su celu y ya estás en contacto. Yo estoy al frente de un negocio de ropa 6 días a la semana y esto es cada vez más frecuente”, asegura.

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Los hombres solteros hablan de mayor aceptación de las relaciones no monógamas

Por su parte, Pato (27) reniega de ese tipo de forma de relacionarse: “me pasó una o dos veces, y si bien tiene muchas ventajas, porque las minas casadas son cero histéricas, a mi no me va. Prefiero alguien libre, con ganas de compartir más que la cama... Un par de años atrás era otra cosa, pero ahora me gustaría tener una compañera, una novia”.

INTERESADOS EN EXPLORAR LA NO MONOGAMIA

“Un mayor número de personas están interesadas en explorar la no monogamia porque han visto que confiar en una sola persona para satisfacer todas las necesidades a veces no funciona”, afirma Paul Keable, director de Estrategia de Ashley Madison. “En lugar de conformarse con la decepción, los hombres solteros están cambiando su mentalidad y estableciendo conexiones íntimas de la forma que mejor se adapta a sus preferencias”.

La mayoría de los miembros encuestados atribuyó los motivos de unirse a la app a las ventajas incluyen no tener que preocuparse por reglas tradicionales tácitas como esperar para hablar de sexo (16%), poder indicar preferencias íntimas específicas (11%) y estar en la misma página sobre el compromiso (11%). En otras palabras, los hombres solteros aceptan sus deseos y se aprovechan de una comunidad en línea de miembros que son menos propensos a juzgar -y más propensos a coincidir- con su deseo de relaciones ocasionales.

Y no es por falta de éxito en otras plataformas tampoco - el 44% de los hombres solteros encuestados indican que han tenido éxito en otras plataformas-, pero se unieron a la web de citas para casados porque “querían explorar un tipo diferente de experiencia de citas casuales que les permiten explorar formas alternativas y discretas de vincularse, pero no es por falta de deseo de conexiones de calidad.

El 29% por ciento de los encuestados afirmaron que sus contactos antes de unirse al sitio no tuvieron éxito porque sus valores no coincidían. Esto demuestra que las citas esporádicas son más importantes de lo que se pensaba, y que buscan satisfacer sus deseos con un nivel de conexión más profundo.

Cabe mencionar que Ashley Madison es el líder mundial en citas para matrimonios, con más de 80 millones de miembros en todo el mundo desde 2002. Disponible en 45 países y 16 idiomas, la misión de la empresa de ofrecer a los adultos una plataforma para conectar discretamente la ha convertido en el principal destino para las aventuras.

Las razones más comunes son la discreción y el deseo de explorar las citas casuales

“La vida es corta, tené una aventura”, es el eslogan de esta plataforma que siempre prometió “discreción” a cada uno de sus usuarios.

INFIDELIDADES DE PELÍCULA

Como en tantos otros ámbitos de la vida, el cine ha sido un fiel reflejo de las infinitas aristas de la infidelidad y resulta tan estimulante como enriquecedor echar un vistazo a la manera en la que diferentes directores en épocas y lugares muy distintos han abordado esta cuestión.

En “Breve encuentro”, de David Lean (1945), en la Inglaterra de la postguerra, un hombre y una mujer se conocen casualmente en la estación de un tren. Ambos están casados. Lo que en principio parece una simple amistad se transforma en un amor secreto e imposible dentro de la severa sociedad inglesa. Tuvo tres nominaciones al Oscar (director, actriz y guión). Lean cuenta una historia en la que aborda la infidelidad de manera sutil y elegante, con dos personas sujetas a las tradiciones y a un elevado concepto de la decencia que se ven envueltas en unos sentimientos que apenas entienden y que les llevan a pensar y actuar como jamás habrían imaginado. Impulsados por unos matrimonios tan funcionariales como insustanciales, descubren que hay un mundo desconocido y embriagador más allá de sus previsibles, seguras y anodinas existencias. La voz en off de la protagonista, una magnífica Celia Johnson, revela la convulsión de emociones que bulle en su interior mientras la vida, retratada con sencillez y simbolismo en esa estación de tren, sigue su curso como si nada ocurriera.

Los hombres encuestados quieren probar un método más discreto para conocer a otras personas / Web

Por su parte, Woody Allen, en “Maridos y mujeres” (1992) juega con gran ingenio y con los vaivenes, engaños, conflictos y frustraciones de dos parejas maduras, mientras una voz en off y las confesiones de los propios protagonistas en ficticias terapias psicológicas nos aportan sus perturbadoras reflexiones, especialmente centradas en la insatisfacción perpetua. Con unos diálogos brillantes y unas interpretaciones tan creíbles como divertidas, la película muestra el rechazo social que provoca la infidelidad y señala a la falta de comunicación (sincera) como causa de los engaños en las parejas. Por el camino, destapa el sexo como elemento clave en el éxito o el fracaso de las relaciones y coloca el miedo a la soledad como razón para que se opte por una infidelidad para cubrir determinadas carencias antes que por acabar una relación estable y empezar una nueva vida. Y, como tema recurrente en las películas de Allen, retrata a hombres maduros enamorándose de veinteañeras en búsqueda de una juventud perdida. Imprescindible.

En tanto, en “Closer” (2004) dos hombres y dos mujeres que se conocen en diferentes circunstancias entablan relaciones que les llevan a unirse, separarse, engañarse y pelearse. Sin esconder su origen teatral, esta visceral película aborda la infidelidad desde el lado más físico y sexual, asaltada con un lenguaje a corazón abierto que no pone paños calientes. Los protagonistas masculinos se obsesionan con averiguar hasta el último detalle de los encuentros sexuales de sus parejas. Esta vez el egoísmo más descarnado se coloca en el centro de la batalla: la posesión, el engaño llevado a su lado más dañino (prolongado en el tiempo), la venganza más salvaje (contra la pareja y el amante), la imposibilidad de renunciar.