Entraron con sus armas en mano y asaltaron un local de cotillón

Al propietario de un negocio de artículos de cotillón y repostería ubicado en diagonal 77, 8 y 43, el asalto que sufrió casi en el epílogo de la tarde del jueves le dejó una conclusión inequívoca: “Los delincuentes sabían perfectamente cómo actuar”. Según Sebastián Longhi (38), propietario del comercio “Dulce Esquina”, apenas “necesitaron 20 segundos” para irse con la recaudación de ese negocio.

“Se notaba claramente que no eran improvisados, que tampoco mostraban estar muy nerviosos. Es que no eran menores de edad, tendrían alrededor de 30 años”, recordó. El comerciante aportó que “estos delincuentes primero estacionaron en la vereda la moto con la que vinieron. Y enseguida entraron al local con sus armas”.

Al verlos tan decididos a conseguir su propósito a cualquier costo, “atiné a sacar de mis bolsillos la plata que tenía. Y para evitar que se demoraran mucho buscando en la caja registradora, yo mismo la abrí y les dije que sacaran el dinero que había”.

Longhi calculó que “en total se habrán llevado 1.500 pesos”. Pero lejos de contentarse con ese monto, los delincuentes exigían más. “Dame la grosa”.

“Como les aseguré que era la única plata que había, porque esto no es una financiera, pidieron teléfonos celulares. Pero me negué a dárselos y les solicité que se fueran antes de que llegaran clientes. Por suerte, me hicieron caso”, comentó después.

TERROR A LA SALIDA DEL POOL

Ayer, bien temprano, dos amigos vivieron una odisea a la salida de un pool de 7 entre 42 y 43, donde los abordó una pareja que los obligó a llevarlos con su auto, los abandonaron y recién después dejaron el coche.

El hecho comenzó a las 6.30 de la mañana, cuando Adrián Colombo y Darío Molina salieron del pool y se disponían a subir a su Ford Focus. En eso apareció una mujer rubia y robusta que entretuvo a uno de los dos, mientras otro sujeto se acomodaba en el asiento de atrás y ordenaba a las víctimas que se subieran en los de adelante.

Los obligaron a manejar hasta 13 y 530, donde los abandonaron ilesos y escaparon con el vehículo.

Mientras los jóvenes radicaban la denuncia en la comisaría Segunda, un móvil policial encontró el coche abandonado en 511 entre 23 y 23 bis.

Fuentes oficiales dijeron que “no le faltaba nada” y estaba “intacto”. Los ladrones sólo se llevaron celulares de los damnificados.