Un encuentro con seres extraterrestres se podría producir pronto

Especial para EL DIA de National Geographic

Es una de las grandes preguntas de nuestro tiempo: ¿estamos solos en el universo? Con el fin de tener una perspectiva científica de los extraterrestres, National Geographic recurrió a un actor, aunque también doctor en física. El conductor del programa de la televisión británica “It’s Not Rocket Science”, Ben Miller, acaba de publicar un libro titulado “¡Llegan los extraterrestres! La ciencia detrás de nuestra búsqueda de vida en el universo”.

Desde su casa en Gloucestershire, Inglaterra, Miller explica por qué el proyecto TESS finalmente podría revelar si hay vida en otra parte de universo y por qué necesitaría una nueva piedra Rosetta para interpretar mensajes alienígenas.

- Usted dice en su libro que atravesamos una de las revoluciones más extraordinarias de la historia en cuanto a ciencia: la idea cada vez más firme de que no estamos solos.

- Cuando estudiaba en la universidad, ni siquiera estábamos seguros de si había planetas alrededor de otras estrellas o si el sistema solar era único. Pero en las últimas décadas nos embarcamos en este extraordinario viaje en el que hemos encontrado miles de planetas alrededor de otras estrellas. Extrañamente, empezamos a buscar planetas lejos debido a la tecnología que teníamos en ese momento. Ahora estamos empezando a mirar las estrellas más cercanas a la nuestra. Recientemente, hubo un descubrimiento emocionante: la estrella más cercana, una enana roja, tiene un planeta llamado Próxima b. Y no sólo eso, además el planeta está a una distancia de esa estrella como para tener agua en estado líquido en su superficie. Pensamos que el agua líquida es muy importante para la vida. Así que, muy cerca, puede haber condiciones adecuadas para la vida.

- Muchas de las nuevas ideas sobre la posibilidad de formas de vida extraterrestres no surgen del espacio sino de las profundidades del océano. Cuéntenos sobre los extremófilos.

- Desde la década de 1960 hemos estado encontrando estos seres vivos, con frecuencia unicelulares, en condiciones que creíamos imposibles para la vida. Uno de los primeros lugares donde se los encontró fue en el parque Yellowstone, en fuentes termales de hasta 90 grados de temperatura. Eso cambió nuestra idea de las formas de vida alienígenas. Habíamos encontrado bacterias dentro de centrales nucleares, en la atmósfera superior y en rocas de las profundidades de la Tierra. Eso significa que hay más posibilidades de vida en la galaxia.

También significa que debemos repensar dónde encajamos en el espectro de la vida. Ahora pensamos que la vida en la Tierra se originó en volcanes del fondo del océano. Lo que me gusta de eso es que nos lleva a repensar la idea de lo que es un extremófilo. Si reflexionamos, nosotros somos los extremófilos, sentados acá charlando, respirando oxígeno, a temperaturas absurdamente bajas a comparación de donde se originó la vida. ¡Y ni siquiera estamos en el agua! Somos una colonia de bacterias extraordinaria e hiperorganizada que inició su viaje evolutivo en agua hirviente, alcalina, en el fondo de algún océano primordial. En otras palabras, ¡uno de nuestros ancestros es una roca!

- Stephen Hawking piensa que no debemos tratar de contactarnos con civilizaciones alienígenas. ¿Coincide con él?

- Su posición es un poco más difícil de interpretar. El apoya el proyecto Breakthrough Listen, esta idea de que debería invertirse en buscar el millón de estrellas más cercanas para ver si hay señales de vida. Su idea, en líneas generales, es que cuando dos civilizaciones entran en contacto, la que no está tecnológicamente tan avanzada no la pasa bien. Su ejemplo es que no le fue muy bien a los indios de América del Norte cuando se encontraron con los colonos occidentales. No coincido. No puedo decir que no haya riesgos. Pero lo que podemos ganar excede esos riesgos.

- Si recibimos un mensaje del espacio exterior, podríamos no comprenderlo.

- No tendremos una piedra Rosetta cuando recibamos nuestro mensaje extraterrestre, así que será muy difícil traducirlo. Surgieron ideas muy inteligentes acerca de cómo crear una piedra Rosetta, cómo componer un mensaje para enviarle a un extraterrestre que contenga algo que ellos también tengan en su cultura, como la matemática o la relación del electrón y el protón. Lo que sí hemos aprendido es que cuanta más información y más idiomas incluyamos, más chances habrá de decodificarlo. El problema de enviar un mensaje corto, como los fijados a las naves Pioneer y Voyager, es que transmiten muy poca información. Por eso algunos expertos, como Seth Shostak, jefe del SETI, tuvieron la idea de enviar Internet, que es el reflejo más honesto de lo que somos como especie. Gatos lamiendo chupetines, cien recetas de panqueques estadounidenses, todo. No somos esos seres super inteligentes que hemos tratado de presentar en mensajes anteriores.

- Este año la NASA lanzará el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS). ¿Qué es y cuál es su misión?

- Finalmente estamos mirando los planetas más cercanos. No estábamos seguros de que las estrellas tuvieran planetas. Así que enfocamos el telescopio espacial Kepler a una porción muy densa del campo estelar, en una región muy distante de nuestra galaxia. ¡Lo sorprendente fue que descubrió que la mayoría de las estrellas tienen planetas! El TESS observará las estrellas más cercanas. Hasta sería posible mirar la luz procedente de sus atmósferas y saber qué gases están presentes. Al mirar a la Tierra y ver todo este oxígeno, se podría pensar que pasa algo raro. ¿Por qué tal cantidad en una atmósfera? Ese será el tipo de señales que buscaremos al mirar las atmósferas de los otros planetas.

- ¿Vienen realmente los extraterrestres?

- En los próximos 10 años, sabremos si los planetas más cercanos parecidos a la Tierra tienen vida. Eso es muy importante para nosotros como especie. Una vez que encontremos vida, hay que pensar que existen también formas de vida inteligentes y civilizaciones. Por el momento nos encontramos en esta extraordinaria posición en que nuestro planeta podría ser el único con vida en todo el universo. Entonces nos aproximamos a uno de dos resultados extraordinarios: que somos la única forma de vida del universo o que no estamos solos. Cualquiera de las dos definirá la especie.