Por culpa del árbitro, Boca fue el campeón de la polémica

Cordoba Especial

E l terreno de juego fue el primer rival al que debieron enfrentar, los dos. Llovió mucho durante la previa, en Córdoba, y el piso del estadio Mario Alberto Kempes acusó recibo. Ni bien empezaron los primeros cruces abajo, el pasto se levanto, y el agua brotó en sectores donde verdaderamente les costó afirmarse.

Boca Juniors, ganador del campeonato de Primera, cuyo recorrido inicial se completará el próximo fin de semana, se hizo cargo, y con un marcado despliegue físico instaló el foco en ataque. Le faltó precisión en los metros finales, más punch en la definición, lo cual jugó a favor de los marcadores.

Central y Boca volverán a encontrarse el domingo en Rosario, por la última fecha del torneo de Primera. ¿El árbitro? Mauro Vigliano

Rosario Central aguantó de entrada, y más allá de las buenas intenciones en el traslado, quedó obligado a la aceleración a través de pases largos, que fueron bien utilizados por Marco Ruben, anticipando a sus marcadores, y Larrondo, volcándose a los costados para disponer de mayores espacios.

Precisamente una corrida con perfil zurdo de Larrondo, quien cayó en medio de la presión de Daniel Díaz, resultó la primera jugada de mediano riesgo cuando se jugaban 4 minutos, y los arcos estaban cada vez más lejos.

Amarilla a Pablo Pérez, por golpear abajo, amonestación a Meli, también por falta, y tarjeta a Larrondo, acusado de similar un empujón de Monzón, que existió. Con la excusa del mal estado de la cancha, las infracciones empezaron a cortar el juego.

Equilibró Central, y en el tramo final del primer tiempo sacó una ventaja en el trámite. Desaparecido Lodeiro, que había empezado bien con la pelota, quedaron sin un abastecedor Calleri y Tevez, quien tampoco encontró el modo de conectarse al retroceder algunos metros.

Sin emociones fuertes transcurrió el primer tiempo hasta que a los 37 minutos se originó una que no va a tener fin, porque se trató de una de esas jugadas que permiten más de una interpretación.

Tiro libre para Central, en tres cuartos, desde la izquierda. Varios fueron a buscar el cabezazo, comenzando por Larrondo, pero el que conectó arriba fue Marco Ruben, quien rompió el arco de Orión.

Pero... Marcelo Aumente, el juez de línea dos de Diego Ceballos levantó el bandera, marcando una supuesta posición adelantada de Larrondo, y el árbitro dejó sin efecto la jugada.

Los reclamos explotaron, dentro de la cancha, a partir de los jugadores involucrados, a un costado por intermedio de Eduardo Coudet, el entrenador del conjunto rosarino, que le dijo “de todo” al juez central, y obviamente los reclamos también bajaron con fuerza desde el sector de tribuna ocupado por la parcialidad rosarina.

La polémica seguía en pie todavía cuando a poco de comenzado el segundo tiempo se produjo otra peor todavía, indiscutible. Gino Peruzzi llegó al fondo por la izquierda, dejó atrás a Paulo Ferrari, quien lo agarró de la camiseta, pero lo soltó por lo menos un metro afuera del área.

Se tiró el lateral, el árbitro no solamente cobró infracción, sino que lo hizo dentro del área, y eso significó que le dio un penal a Boca. El uruguayo Nicolás Lodeiro se hizo cargo, la pelota viajó a la derecha de Manuel García, que eligió el otro palo, y 1 a 0 a los 9 minutos.

Se la bancó Central, apretó los dientes y fue a buscar el empate. Lo tuvo Marco Ruben, de cabeza, pero Orión sacó por arriba. Boca, que contestó con un pelotazo de Lodeiro que el arquero sacó abajo, resignó cualquier tipo de protagonismo y buscó definir de contra.

Con estas características transcurrió el juego hasta que a los 44 minutos, a la vuelta de un ataque de Central, llegó Boca, y con un pase que recogió Andrés Chávez, en posición adelantada, si, en una posición adelantada que ni el línea Aumente ni el árbitro Ceballos sancionaron, los Xeneizes aseguraron el triunfo que les permitió quedarse con la Copa Argentina en un partido histórico, que se definió con un arbitraje que fue un verdadero papelón.