ACTIVIDAD COLOMBOFILA
| 24 de Octubre de 1999 | 00:00

Cientos de platenses criadores se reúnen en el denominado Circuito Este. Todos esperan con ansiedad la competencia más exigente del calendario anual: "La Gran Zapala", que se correrá el mes próximo
Las carreras de palomas es una actividad que en los últimos tiempos ha tenido un fuerte resurgimiento y viene ganando numerosos adherentes en nuestra zona. Los colombófilos -como se llama a los que crían y entrenan palomas para competición- se consideran deportistas y como tales se reúnen en clubes y asociaciones a lo largo del país. En nuestra región conforman el Circuito Este (ex platense), que reúne a unos 400 socios de los clubes de Ensenada, Villa Elisa, Chascomús y los dos de La Plata, uno que funciona en Meridiano V y otro en 39 entre 2 y 3.
En estos días, toda la comunidad colombófila argentina espera con ansiedad la competencia más exigente del calendario anual llamada "La Gran Zapala", que se realizará el mes próximo, y en la que más de 10.000 palomas deberán cruzar 1.200 kilómetros desde la Patagonia hasta los palomares ubicados en una amplia franja que abarca de Zárate a Bahía Blanca.
"El que solo tiene palomas es palomero, pero el que tiene palomas mensajeras que cría y que compiten es colombófilo", es lo primero que aclara Cacho Criscornio, presidente del Club Colombófilo Platense.
"Tenemos aproximadamente 200 socios entre veteranos y jóvenes que recién llegan. Pero claro, todavía hay muchos que no tienen sus propios ejemplares porque instalar un palomar es muy costoso y debe hacerse de a poco. Así y todo en estos meses recibimos una gran cantidad de nuevos inscriptos. Una de las explicaciones posibles es la inminencia de "La Gran Zapala", que atrae la atención, y que en los últimos tiempos el club obtuvo grandes premios", dice Criscorni, refiriéndose con modestia al campeonato mundial juvenil que su hijo Guillermo ganó el año pasado en la ciudad de Mira, Portugal.
El club Colombófilo Platense, fundado en 1924, organiza competencias casi todos los fines de semana entre los meses de abril y noviembre. Las distancias de las carreras varían entre los 200 y los 1.200 kilómetros, y según aclara su comisión directiva "todo se hace a pulmón, desde el entrenamiento de los pichones hasta el transporte de los animales al punto de largada, que muchas veces es costoso y los socio lo pagan de su propio bolsillo".
Al otro referente ineludible del colombofismo en La Plata también le dicen Cacho. En el club aseguran que es "uno de los mejores médicos veterinarios del mundo, pero de aves. Se inició acá en el Club cuando tenía 10 años y para nosotros es una carta de presentación".
Efectivamente, el doctor Guillermo Cacho Panettieri es el asesor sanitario de la asociación Colombófila Argentina, y se puede decir que en cuanto a diagnósticos en patología aviar en el país es quien tiene la última palabra. Luego de recibirse de médico veterinario en 1968 ingresó a trabajar en un laboratorio especializado en aves, donde creó el primer vademécum (diccionario de medicamentos) para palomas, y diseñó una línea de remedios para aves que hoy es solicitado en todo el mundo, se señaló.
Hasta ahí el costado científico del doctor Panettieri, sin embargo, según cuentan en el club, también fue un corredor apasionado, sobre todo durante la época de oro de "Duquesa", una paloma que él crió y que llegó a ser bicampeona mundial, o cuando "Mickey Mouse", otro ejemplar, conseguía sus primeros trofeos, antes de convertirse en leyenda.
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