Prostitución en La Plata

Pese a los distintos procedimientos judiciales que se hicieron a lo largo del año en la zona comprendida por la calle 1 desde 62 a 70, la presencia de mujeres ejerciendo la prostitución en la vía pública no disminuyó. La Justicia promete seguir actuando y mientras en algunos vecinos crece el malestar, otros ya manifiestan su resignación.
Al histórico paisaje de la calle 1 nada pareciera poder modificarlo. Muchos vecinos de esa zona desde hace un tiempo llamada "roja", inclusive, hasta parecen resignarse a que el escenario en el que viven siga siendo el mismo de siempre, "aunque últimamente con más sigilo", según aseguran.
En una esquina, detrás del árbol, una mujer joven vestida con minifaldas mirará con insistencia a cuanto automovilista pase por allí, acompañando la mirada con un gesto de aceptación al que no habrá que descifrar demasiado para que se entienda que significa intercambiar sexo por dinero. El paso de un patrullero o de algún coche considerado "sospechoso", bastará para que en cuestión de minutos esa misma mujer se esfume como por arte de magia.
La escena se repite a lo largo de la calle 1, con mayor o menor frecuencia según el día y la hora, en las esquinas de 63, 64 y 65, para volver a repetirse a partir de 67 y hasta 69. Por la noche, el movimiento aumentará, inclusive con la llegada de mujeres que, en realidad, no son tales. Para que todo siga igual.
"El tema sigue y también yo lo sigo -afirma la doctora Irma Lima, titular del Juzgado de Menores Nº 3 de nuestra ciudad- porque siguen trabajando allí chicas menores de edad. Voy personalmente, hacemos operativos, pero es un tema difícil, hay muchas complicidades".
Las que no son menores, en tanto, se muestran por estos días no solamente a la vera de la calle 1. Fuentes judiciales confirmaron que cuentan con denuncias sobre movimientos similares en la zona de la Terminal de Omnibus y en determinados sectores de Villa Elisa.
Hace pocos días, cerca de la Terminal, un magistrado de nuestra ciudad observó a una mujer que reunía las mismas características de las que transitan por calle 1. Se le acercó un automóvil, la mujer intercambió unas palabras con el conductor a través de la ventanilla, y luego subió al vehículo.
"Intenté seguir al coche -confió el magistrado a este medio- pero el conductor se dio cuenta de que lo seguían y aceleró de tal manera que en pocas cuadras lo perdí de vista. Estas mujeres no están solas, cuando se las interroga, ellas mismas dicen que le pagan a algunos policías, no para que las protejan, sino para que las dejen tranquilas. Es un tema difícil de indagar".
En la calle 1, mientras tanto, el tema divide a los vecinos. Quienes viven allí en forma permanente, y más aún si tienen hijos chicos, sufren el problema en carne propia y se quejan airadamente por lo que consideran "un mal insoluble". Los comerciantes, en cambio, aceptan la realidad con resignación y, en algunos casos, también con simpatía.
"Yo no vivo aquí, estoy en horario comercial y después me voy a mi casa -señaló el propietario de una ferretería ubicada en inmediaciones de la calle 68- por lo que particularmente no me molesta lo que sucede. Estas mujeres van y vienen, un día están y otro día no. En los últimos dos días, por ejemplo, se ha visto a muy pocas. Entiendo que son mujeres que deben verse obligadas a hacer esto por necesidad. Pero entiendo que en una casa de familia, especialmente en las que hay chicos, el problema debe verse de otra manera".
"La verdad es que cuando están -añadió el comerciante- no son de hacer mucho barullo, al contrario, a ellas no les conviene que haya barullo. Me ha pasado que al ver a algún auto sospechoso, o a alguna persona rara dando vueltas por la zona, me han venido a avisar para que tuviera cuidado. Ya le digo, para lo que es mi actividad, no molestan, porque no son de hacer lío".
Sin embargo, días atrás un grupo de vecinos de la calle 1 entre 62 y 63 se reunió para quejarse por lo que entienden como "una situación verdaderamente insostenible".
"Los vecinos de esta zona nos vemos obligados a presenciar espectáculos que además de ser desagradables, resultan sumamente incómodos cuando nuestros hijos se convierten en espectadores involuntarios a cualquier hora del día". La nota, firmada por una decena de vecinos, fue hecha llegar, inclusive, a distintas dependencias de la Municipalidad, "sin que hasta ahora se haya hecho nada", según señalaron los mismos firmantes.
Vecinos domiciliados sobre la zona comprendida entre las calles 66 y 70, en tanto, destacaron que "la presencia de prostitutas jamás descendió en esta zona, ni siquiera durante los operativos policiales implementados a principio de este año. No dejaron de trabajar en esta zona, sino que apenas cambiaron los rasgos mas llamativos de su vestimenta. Por lo demás, todo siguió igual".
Cabe destacar que en esa misma zona, hace algunos meses, durante un operativo judicial una chica de tan solo 11 años fue encontrada ejerciendo la prostitución. Desde entonces hasta hoy, allí todo sigue igual.