7 de Mayo de 1999 | 00:00
A los 86 años de edad, y como consecuencia de una enfermedad que lo tuvo postrado los últimos meses, falleció en Mar del Plata Arturo Naón, piloto del famoso Expresso del '33. Uno de los mejores equipos de toda la historia deportiva del Lobo.
Los restos del máximo goleador de Gimnasia, con 95 anotaciones, fueron velados en la referida ciudad de la costa atlántica, donde residía, y anoche trasladados hasta La Plata para ser inhumados.
El famoso "Torito" Naón había nacido el 31 de diciembre del '12 en una casona de la calle 57 Nº370 (entre 2 y 3) y cursó sus primeros estudios en la Escuela 13 y la Graduada (Anexa) de la Universidad.
Hermano de Luis, Ricardo y Angel, Arturo empezó a jugar sus primeros partidos de fútbol en el club For Ever y en el Sarmiento "de los Caferata" un delegado de apellido Barrivera lo descubrió como goleador. Cierto día puso de centreforward al por entonces half y este le respondió con cuatro goles.
Siendo socio de Gimnasia desde los 7 años, el "Torito" se incorporó al equipo de fútbol de la quinta división allá por el '27, y en el '30 fue promovido junto a otros jóvenes como Evaristo Delovo, Garza y González.
Ganaron una decena de partidos y el puesto en un equipo que se fue de gira a Europa. Luego vino el Expresso, una formación de la que Naón dijo que "merecimos ser campeones, pero en la segunda ronda los arbitrajes fueron desastrosos".
En el '34 pasó a San Lorenzo por 37.000 pesos, luego tuvo un fugaz paso por Racing y volvió a Gimnasia en trueque por Narvarte. En el '38 y '39 se fue a Brasil con Zoroza y Echevarrieta, y en uno de los viajes a nuestro país hizo escala en Montevideo para saludar a un amigo y se quedó a jugar en el Peñarol de Peralta, Vázquez, Severino Varela y Camaiti; Gestido era el centromedio y Barrios el arquero.
Sus últimos partidos oficiales los jugó en el '43 para Gimnasia, empujado por Minella, quien lo convenció de volver tras un tiempo de inactividad.
Jugó también en el seleccionado y consideró a José Manuel Moreno como el más grande de todos los tiempos: "Ese si que era completo, exquisito, inteligente y con sangre". También admiró a Manuel Ferreyra y alguna vez destacó a Evaristo Delovo como uno de los más notables defensores.
Arturo Naón fue un jugador que triunfó jugando un fútbol del más puro estilo en una época en la que proliferaba los grandes futbolistas y en artículos periodísticos de aquellos años dijo cosas que lo pintan de cuerpo entero.
Jamás creyó en los técnicos, y de ellos dijo: "Hirschl sabía y me dio consejos útiles, pero... El secreto es tener jugadores, fomentar el compañerismo y desterrar el egoísmo".
Del dinero confesó: "El fútbol me dio amigos y satisfacciones, pero pesos, pocos".
Siempre le restó trascendencia a la fuerza física de los jugadores: "No quiero decir que el futbolista sea un alfeñique ni mucho menos, pero estimo que la inteligencia y la habilidad son lo primero. Lo demás es secundario, propio del temperamento del que quiere ganar, que también se precisa para ser completo. Pero de ahí a confundir fútbol con lucha romana o atletas chocadores o golpeadores con jugadores hay, en mi concepto, una distancia sideral", dijo allá por febrero del 65 en nota publicada por el diario EL DIA e ilustrada en una foto familiar con Elvira Duca, su compañera de toda la vida, y sus hijos Arturo Alfredo El Negro y María Rosa.
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