El poderoso señor Mascardi



Ya es una marca registrada en el ambiente del fútbol. Aunque resulta difícil adivinar sus pasos -quizá allí radica el éxito de su gestión empresaria en un ambiente tan competitivo-, Gustavo Mascardi viene dejando su sello por todos lados en los últimos tiempos. La influencia decisiva que le adjudican en la negativa de Sebastián Verón, Hernán Crespo y Claudio López a integrar la Selección Argentina para jugar la Copa América le hizo ganar muchas antipatías y múltiples recelos, como el que ahora le tienen los hinchas de Estudiantes a partir del caso Galletti, su representado. Pero... ¿quién es Gustavo Mascardi? ¿Cómo empezó en esto de la representación del fútbol? ¿Cómo hizo para llegar a ser, hoy por hoy, un virtual dueño del fútbol argentino que hasta influye en la formación de la selección nacional?
La Bolsa y el Loco
Corría el año 1987, el Loco Gatti precipitaba su salida de Boca a raíz de la decisión del técnico José Omar Pastoriza y allí empezó a sonar el apellido Mascardi. Agente de bolsa él, el entonces despechado arquero xeneize decidió que le manejara sus últimos años en el fútbol. Con él entonces tuvieron que hablar aquellos clubes que -sin éxito por cierto- quisieron llevarse al Loco Gatti como atracción.
Frustrado jugador de fútbol profesional, que llegó a la tercera de Ferro, Gustavo Mascardi fue construyendo pacientemente los contactos que años después le abrirían las puertas de River y el fútbol italiano. "Sus colegas lo subestimaron, pero él los fue desplazando a todos del mercado con el paso de los años. Ahora es el número uno, el que hace un pase como el de Salas en 20 palos verdes, y deja para el resto las transacciones pequeñas, los vueltos", contó un persona conocedora de sus movimientos dentro del fútbol que prefirió el anonimato.

La Plata, tierra prometida

Los platenses comenzaron a familiarizarse con su nombre cuando "se quedó" con Martín Palermo. En un momento en que el Loco no eran tan famoso. Quizá ahí estuvo su verdadero éxito: elaboró toda una estrategia de marketing que, apoyada por los goles del delantero albirrojo, convirtieron a Palermo en el delantero más buscado del fútbol argentino y figura publicitaria por excelencia. También se recuerda que fue representante de Daniel Córdoba en sus comienzos como técnico. Y también empezó a manejar las trayectorias de Sebastián Verón y José Luis Calderón, nada menos.
Los últimos años han sido de florecimiento económico para él. Acostumbrado a vestir siempre acorde con su poderío como empresario, a recibir incluso a algunos dirigentes de clubes chicos en el fastuoso Hotel Hyatt -convertido a veces en su oficina-, a concurrir al gimnasio para mantenerse en forma y alejarse del estrés, Mascardi amasó fortunas a partir de los pases de Marcelo Salas al fútbol italiano y las múltiples transferencias de Juan Sebastián Verón. La última, del Parma al Lazio, se realizó en 30 millones de dólares. En retribución a tanto dinero que ganó gracias a las ventas de la Brujita, se despachó con un auto importado de novela como regalo para el ex Estudiantes cuando fue papá, hace pocas semanas.

¿Monopolio en River?

También se lo recuerda a Gustavo Mascardi por aquél cortocircuito que mantuvo con José Luis Chilavert, hace ya varios años. Aunque él prácticamente no salió a contestarle, las declaraciones del paraguayo fueron durísimas. Fue en ocasión de haber fracasado la transferencia de Chila a River, que estaba a punto de abrocharse en unos tres millones de dólares. Pero de pronto, ¡zas! el pase se cayó y Chilavert explotó: "Para llegar a River hay que pasar por Mascardi", bramó el paraguayo, quien denunció que la operación se frustró porque no quiso ceder un porcentaje de lo que iba a ganar.
También le pegó duro Settimio Aloisio. Otrora el número uno de la representación de jugadores, el Tano no se bancó algunos movimientos de Mascardi destinados a "soplarle" algunos representados. Y más de una vez tiró con munición pesada. Es más: en plena época del Mundial de Francia se decía que para tener más chances de estar en la Selección de Passarella lo mejor era ser representando por Mascardi. A propósito, ¿fue pura casualidad que Luciano Galletti, sin haber debutado en primera, hizo la pretemporada con la Selección de Passarella en Tandil, en enero de 1998?

Galletti y después

En Estudiantes su sola mención genera recelo. Las idas y vueltas de la operación de Luciano Galletti al Parma desembocaron en una situación conflictiva que, con razón o sin ella, muchos le adjudican responsabilidad. ¿O no fue Mascardi quien le consiguió a Rubén Horacio Galletti un lugar para trabajar en las inferiores del Parma, elemento previo y necesario para que ahora el club italiano se haya llevado al juvenil delantero sin abonar un peso?
Por otra parte, en las cercanías de la familia Galletti siempre se contó que Gustavo Mascardi le pagaba de su bolsillo al chico algo así como mil dólares mensuales, debido a que en Estudiantes no cobraba regularmente por no ser profesional. Y además, cuentan, le obsequió al Tano padre un auto último modelo para que se movilizara.

Perdón a don Julio

Durante la Copa América no sólo los hinchas de Estudiantes lo miraron con recelo. Todos los hinchas de la Selección explotaron de furia por la ausencia de Verón, Crespo y el Piojo López en el equipo de Bielsa. Argumentos pueriles al margen, todos vieron su "mano" detrás para la negativa a integrar el equipo nacional de los mencionados cracks. De lo contrario no hubiera declarado que "cinco mil pesos por partido es muy poco para jugar en la Selección". Claro que, lo contó Julio Grondona días pasados, el poderoso hombre de la representación de futbolistas se arrepintió y le confesó que se equivocó.
Igual, la figura de Gustavo Mascardi está en pleno apogeo. Nadie le puede hacer sombra a la hora de meter un jugador en Italia y mucho menos de conseguir las fabulosas transferencias que consiguió. Estudiantes estuvo a punto de conocer ese beneficio, aunque la novela de Luciano Galletti, su representado, ya no parece marchar hacia un final feliz para el club.

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