Brandán Juárez no quiere que se metan con la madre
| 1 de Marzo de 2000 | 00:00

"A mi familia la están destruyendo y tratan a mi mamá de prostituta, me pone muy mal porque soy un ser humano como cualquiera", dijo, al borde de las lágrimas, el "apóstol" Marcelo Brandán Juárez al finalizar la audiencia de ayer del "telejuicio" por el motín de Sierra Chica.
"Los periodistas dicen cualquier cosa y están destruyendo a mi madre, que me quiere. Yo no soy un animal, aunque esté en esta jaula. Soy una persona que cometió un delito, todos tenemos un error en el mundo", explicó, furioso, el imputado al tribunal.
Brandán Juárez, junto a su compañero Carlos Gorosito Ibáñez, les pidió a los jueces que intercedan para que la prensa "deje de decir cualquier cosa".
"No sé por qué el periodismo se la agarra con mi mamá. Dicen que es prostituta y no es verdad, es trabajadora, gente de bien", manifestó Brandán Juárez en referencia a una nota publicada por una revista semanal.
El presidente del tribunal, Adolfo Rocha Campos, le explicó que no tiene competencia para intervenir en ese ámbito, aunque le dijo que estaba "en total desacuerdo con algunos medios que condenan antes de tiempo".
Brandán Juárez, con rabia y casi sin escuchar la palabras del magistrado, remató: "Pero señor presidente cómo estaría usted si se la agarran con su mamá. Ella me quiere, soy su hijo, supongo que a usted su mamá también lo querrá".
El preso Jorge Missiano pidió ayer que se presente un recurso para amparar su integridad física antes de declarar, durante la novena audiencia del juicio por el sangriento motín de Sierra Chica.
"Esto no es una cosa simple, es un juicio donde hay internos acusados a los que yo tengo que nombrar", explicó el detenido a los jueces Héctor Rodríguez, Eduardo Galli y Adolfo Rocha Campos.
"Es la primera vez que tengo que declarar contra gente que está detenida como yo y lo lamento mucho, pero soy una persona y creo que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro", dijo Missiano en referencia a los asesinatos cometidos durante la revuelta.
El testigo, preso en la cárcel de Florencio Varela y que es portador del virus HIV, manifestó: "Yo estoy jugado y, además, quiero que se sepa lo que le hicieron a alguien que yo quería mucho", en alusión a Mario Barrionuevo, uno de los internos asesinados en el motín.
"Yo me estoy perjudicando la vida con esto, si me quieren matar, ellos (por los imputados) lo van a hacer o mandarán a alguien para que lo haga", finalizó el testigo.
"Los periodistas dicen cualquier cosa y están destruyendo a mi madre, que me quiere. Yo no soy un animal, aunque esté en esta jaula. Soy una persona que cometió un delito, todos tenemos un error en el mundo", explicó, furioso, el imputado al tribunal.
Brandán Juárez, junto a su compañero Carlos Gorosito Ibáñez, les pidió a los jueces que intercedan para que la prensa "deje de decir cualquier cosa".
"No sé por qué el periodismo se la agarra con mi mamá. Dicen que es prostituta y no es verdad, es trabajadora, gente de bien", manifestó Brandán Juárez en referencia a una nota publicada por una revista semanal.
El presidente del tribunal, Adolfo Rocha Campos, le explicó que no tiene competencia para intervenir en ese ámbito, aunque le dijo que estaba "en total desacuerdo con algunos medios que condenan antes de tiempo".
Brandán Juárez, con rabia y casi sin escuchar la palabras del magistrado, remató: "Pero señor presidente cómo estaría usted si se la agarran con su mamá. Ella me quiere, soy su hijo, supongo que a usted su mamá también lo querrá".
El preso Jorge Missiano pidió ayer que se presente un recurso para amparar su integridad física antes de declarar, durante la novena audiencia del juicio por el sangriento motín de Sierra Chica.
"Esto no es una cosa simple, es un juicio donde hay internos acusados a los que yo tengo que nombrar", explicó el detenido a los jueces Héctor Rodríguez, Eduardo Galli y Adolfo Rocha Campos.
"Es la primera vez que tengo que declarar contra gente que está detenida como yo y lo lamento mucho, pero soy una persona y creo que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro", dijo Missiano en referencia a los asesinatos cometidos durante la revuelta.
El testigo, preso en la cárcel de Florencio Varela y que es portador del virus HIV, manifestó: "Yo estoy jugado y, además, quiero que se sepa lo que le hicieron a alguien que yo quería mucho", en alusión a Mario Barrionuevo, uno de los internos asesinados en el motín.
"Yo me estoy perjudicando la vida con esto, si me quieren matar, ellos (por los imputados) lo van a hacer o mandarán a alguien para que lo haga", finalizó el testigo.
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