Romance en Nueva York y la doble vida de Jim Carrey
"Otoño en Nueva York" con Richard Gere y Winona Ryder, "Irene y yo...y mi otro yo", protagonizada por el actor de "La máscara" y "La clave del éxito", son los tres filmes que se estrenan hoy en La Plata
| 14 de Septiembre de 2000 | 00:00

Dos estrellas de Hollywood, Richard Gere y Winona Ryder, se colocaron a las órdenes de la realizadora china Joan Chen -quien deslumbró con su film debut, "Xiu Xiu", aún inédito en la Argentina- para animar la romántica "Otoño en Nueva York".
Sobre las postales neoyorquinas de Manhattan, la historia de la película muestra el encuentro entre el maduro y experimentado Will Keane (animado por Gere) y la joven y atractiva Charlotte Fielding (en la piel de Ryder).
Keane es dueño de un conocido restaurante, pero la característica personal que mejor lo define pasa por sus dotes de seductor sin compromiso y de maestro de las gestas sexuales.
Fielding, con apenas 21 años, es una joven segura, madura y liberal que se encuentra dispuesta y preparada para vivir nuevas experiencias emocionales.
El conocimiento, la atracción y el romance resultan tan inevitables como lo efímero de la relación, aunque el arrollador espíritu de Keane no admite dejar la iniciativa del final en manos de la supuesta fragilidad de Fielding.
Aunque la pareja sólo dura una estación del año, el impacto del idilio logra que Keane vea como se derrumban todos sus saberes sobre el amor, el sexo y la intensidad de un vínculo que se termina pero ha tenido el poder de transformar su vida.
Justamente reconocido como uno de los íconos de la cinematografía estadounidense, Gere ostenta una carrera poblada de convincentes actuaciones, por ejemplo en "Reto al destino", "Días de gloria", "Mujer bonita", "Lancelot", "...Y la banda siguió tocando" y "Rapsodia en agosto".
A su vez una de las caras nuevas del cine de los '90, Ryder acumula un recorrido breve pero contundente que le permitió tomar parte en largometrajes como "Inocencia interrumpida", "Celebrity", "El joven Manos de Tijera", "La edad de la inocencia", "Mi madre es una sirena", "La casa de los espíritus" y "En busca de Ricardo III".
La sabia y reveladora mirada de la realizadora Chen consigue dotar de una imagen nueva a la conocida Nueva York, que sirve de renovado marco para una melancólica recorrida sobre los secretos del amor.
El actor canadiense Jim Carrey asume un solo personaje pero de desdoblada personalidad en "Irene y yo... y mi otro yo", el último trabajo de los hermanos cineastas Peter y Bobby Farrelly, quienes ya se anotaron dos éxitos de taquilla con "Tonto y retonto" y "Loco por Mary".
Para este, su cuarto largometraje, los norteamericanos Farrelly convocaron nuevamente a Carrey (quien había compartido cartel con Jeff Daniels en la escatológica "Tonto y retonto"), ahora para que encarnara a un individuo que padece severos trastornos de doble personalidad.
El ampuloso estilo del actor, que entre otros hitos cómicos protagonizó "Ace Ventura, un loco en Africa", "The Mask-La máscara" y "Mentiroso, mentiroso", sirve para colorear las personalidades de dos contrapuestos seres: el correcto y veterano policía Charlie y el descontrolado y vicioso Hank.
Charlie lleva una vida apacible y ordenada, seguramente a causa de su talante excesivamente sumiso y condescendiente, hasta que se le acaba la medicina con la que controla a su otro yo, el desaforado Hank.
Este es peleador, pendenciero, ególatra, bebedor sin medida y pierde fácilmente la cabeza cuando se trata de correr detrás de cualquier mujer.
Por si esta doble vida imposible de ser manejada no fuera ya bastante problemática, a Charlie y Hank los une el amor por la misma dama, la bella Irene (encarnada por Renée Zellweger, la actriz proveniente del cine independiente que saltó a la fama al coprotagonizar "Jerry Maguire, amor y desafío" junto a Tom Cruise).
El desenlace, disparatado como el resto de la anécdota, muestra cómo Charlie y Hank son puestos a pelear entre sí para imponer un carácter único y definido a su existencia, pero también para tratar de conquistar, sin compartirlo, el corazón de Irene.
Sobre las postales neoyorquinas de Manhattan, la historia de la película muestra el encuentro entre el maduro y experimentado Will Keane (animado por Gere) y la joven y atractiva Charlotte Fielding (en la piel de Ryder).
Keane es dueño de un conocido restaurante, pero la característica personal que mejor lo define pasa por sus dotes de seductor sin compromiso y de maestro de las gestas sexuales.
Fielding, con apenas 21 años, es una joven segura, madura y liberal que se encuentra dispuesta y preparada para vivir nuevas experiencias emocionales.
El conocimiento, la atracción y el romance resultan tan inevitables como lo efímero de la relación, aunque el arrollador espíritu de Keane no admite dejar la iniciativa del final en manos de la supuesta fragilidad de Fielding.
Aunque la pareja sólo dura una estación del año, el impacto del idilio logra que Keane vea como se derrumban todos sus saberes sobre el amor, el sexo y la intensidad de un vínculo que se termina pero ha tenido el poder de transformar su vida.
Justamente reconocido como uno de los íconos de la cinematografía estadounidense, Gere ostenta una carrera poblada de convincentes actuaciones, por ejemplo en "Reto al destino", "Días de gloria", "Mujer bonita", "Lancelot", "...Y la banda siguió tocando" y "Rapsodia en agosto".
A su vez una de las caras nuevas del cine de los '90, Ryder acumula un recorrido breve pero contundente que le permitió tomar parte en largometrajes como "Inocencia interrumpida", "Celebrity", "El joven Manos de Tijera", "La edad de la inocencia", "Mi madre es una sirena", "La casa de los espíritus" y "En busca de Ricardo III".
La sabia y reveladora mirada de la realizadora Chen consigue dotar de una imagen nueva a la conocida Nueva York, que sirve de renovado marco para una melancólica recorrida sobre los secretos del amor.
El actor canadiense Jim Carrey asume un solo personaje pero de desdoblada personalidad en "Irene y yo... y mi otro yo", el último trabajo de los hermanos cineastas Peter y Bobby Farrelly, quienes ya se anotaron dos éxitos de taquilla con "Tonto y retonto" y "Loco por Mary".
Para este, su cuarto largometraje, los norteamericanos Farrelly convocaron nuevamente a Carrey (quien había compartido cartel con Jeff Daniels en la escatológica "Tonto y retonto"), ahora para que encarnara a un individuo que padece severos trastornos de doble personalidad.
El ampuloso estilo del actor, que entre otros hitos cómicos protagonizó "Ace Ventura, un loco en Africa", "The Mask-La máscara" y "Mentiroso, mentiroso", sirve para colorear las personalidades de dos contrapuestos seres: el correcto y veterano policía Charlie y el descontrolado y vicioso Hank.
Charlie lleva una vida apacible y ordenada, seguramente a causa de su talante excesivamente sumiso y condescendiente, hasta que se le acaba la medicina con la que controla a su otro yo, el desaforado Hank.
Este es peleador, pendenciero, ególatra, bebedor sin medida y pierde fácilmente la cabeza cuando se trata de correr detrás de cualquier mujer.
Por si esta doble vida imposible de ser manejada no fuera ya bastante problemática, a Charlie y Hank los une el amor por la misma dama, la bella Irene (encarnada por Renée Zellweger, la actriz proveniente del cine independiente que saltó a la fama al coprotagonizar "Jerry Maguire, amor y desafío" junto a Tom Cruise).
El desenlace, disparatado como el resto de la anécdota, muestra cómo Charlie y Hank son puestos a pelear entre sí para imponer un carácter único y definido a su existencia, pero también para tratar de conquistar, sin compartirlo, el corazón de Irene.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE