Otra fábrica platense hace las valijas: se va a Brasil

Es una empresa metalúrgica de Olmos. Ya tiene todo listo para instalarse en Uruguayana. Aquí dejará una planta reducida con sólo 15 operarios. Las razones

La fábrica platense de vaporizadores ambientales Inoxpla Ingeniería, la única empresa de su tipo y una de las cinco que destilan aire por métodos criogénicos en el país, anunció que cerrará parcialmente sus puertas y trasladará su producción a Brasil. La decisión de los directivos, que implicará reducir su personal a una quincena de empleados, se basó en las ventajas comparativas que les ofrece el país vecino.
La empresa ubicada en Olmos confirmó ayer a EL DIA que planea instalar en los próximos treinta días una metalúrgica en la ciudad brasileña de Urugayana, el paso fronterizo que conecta con la localidad correntina de Paso de los Libres. La nueva sede, que debería comenzar su producción en junio, servirá para fabricar evaporadores hospitalarios e industriales para todo el Mercosur.

El proyecto brasileño, que insumirá una inversión inicial de apenas 40 mil dólares gracias al apoyo estatal, permitirá además la creación de quince puestos de trabajo y una facturación inicial de 400 mil dólares, aunque la firma proyecta en el mediano plazo triplicar los dividendos que obtienen en nuestro país y hasta superar los 6 millones de pesos anuales.
"Decidimos la mudanza sustentados en las necesidades del mercado y los costos de producción", dice Ricardo Timossi, gerente y socio fundador de Inoxpla junto a sus hermanos Hugo y Oscar, "los políticos no sé si están informados de la realidad del país, pero acá las Pymes se caen a pedazos y Brasil ofrece la posibilidad comparativa de un mercado exponencialmente mayor".
La lucha por el Mercosur
Esta fábrica abrió sus puertas en La Plata a principios de los años '80. Diez años después, y tras sucesivas reconversiones, los directivos consideraron que el mercado local estaba saturado y decidieron exportar tubos aleteados de aluminio a Chile y Uruguay, donde compiten con dos empresas brasileñas. Ahora planean mudarse a Brasil para también competir por ese mercado, pero desde adentro.

"Nunca pudimos exportar a Brasil y Uruguayana se presentó como una posibilidad de ofrecer nuestro producto desde virtualmente el centro del Mercosur. Hasta Paraguay puede ser visto como un futuro mercado cautivo de nuestra empresa", explica Ricardo Timossi. "En 30 días estaremos en condiciones de trasladar el sector evaporadores al parque industrial de Uruguayana".
En su momento de mayor crecimiento la empresa llegó a contar con 60 operarios y facturar 2,4 millones de pesos anuales. Ahora sólo trabajan 25 soldadores argonistas especializados en aluminio y facturaron 300 mil pesos en lo que va del año.
Entre sus clientes figuran Nestlé de Magdalena (que también acaba de anunciar la mudanza a Brasil de su producción de café), el Polo Petroquímico, COPETRO, AGA y hasta la central nuclear Atucha. "Esta es una válvula de apertura del conducto que une el agua traída del Río de la Plata con la Condensadora", dice Oscar mientras señala un artefacto depositado en el galpón. "Para hacerla, todos nuestros operarios debieron pasar un examen previo de organismos oficiales, fueron calificados y pasamos rigurosos controles".
Años atrás Inoxpla firmó un convenio de asistencia recíproca con la UNLP, por lo que la firma funciona como "taller" de apoyo para la Universidad, tarea con la seguirán adelante, al igual que con el mantenimiento industrial y la fabricación de algunos equipos.
"El aluminio en nuestro país cuesta 5 pesos por kilo; en Brasil, 3 pesos. El costo total por obrero acá es de 15 pesos por hora si se suman sus beneficios sociales, allá es de 6 ó 7 pesos", ejemplifica Ricardo. "Acá un obrero calificado puede cobrar 7 pesos por hora, en Brasil 2 pesos. Y allá nos imponen contratar exclusivamente mano de obra brasileña, pero como no había gente capacitada, la municipalidad de Uruguayana subsidia su capacitación por seis meses".

Su hermano Oscar relata una anécdota: "Llegamos a Uruguayana un lunes y ese mismo día conformamos la sociedad, nos aprobaron todos los papeles, el gerente local del Banco de Brasil nos otorgó un crédito en reales a pagar en 10 años con 2 años de gracia y garantía prendaria y nos invitó a almorzar con el viceintendente. Al día siguiente, el martes, nos reunimos con el intendente y nos ofreció exenciones impositivas y un galpón de 600 metros cuadrados".
Los hermanos y socios comparan de inmediato con Argentina. "Acá son todos cuentos chinos", se lamenta Ricardo. "Las pequeñas y medianas empresas argentinas se están fundiendo o se van a Brasil porque se sienten vulnerables, desprotegidas y sin financiamiento".
Por lo pronto, desde el ministerio de la Producción bonaerense y el Instituto Municipal de la Producción y el Empleo aseguran desconocer la situación de la empresa o su proyecto de mudarse a Brasil. "No presentaron ningún pedido, ni tampoco comunicaron su cierre o traslado, por lo que no tenemos ninguna información sobre la empresa", señalan los voceros consultados.
Oscar Timossi no oculta su malestar con los funcionarios argentinos de todos los niveles. "Los políticos deben dejar de hablar y posar para la foto y comenzar a apoyar a la industria", dice. "La burocracia y la máquina de impedir argentina son parte de los costos de producción y entorpecen a las empresas a la hora de competir. Si el Estado todavía nos debe los reintegros de exportaciones que hicimos hace cuatro años a Chile".

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