Los hermanos sean unidos...

Sin dudas, una historia muy particular la de la familia Noce. Porque está empapada de fútbol y porque los dos hijos famosos, han vivido cosas dignas de ser contadas. Lo cierto es que ayer vivió una jornada de esas que marcan a fuego a una familia y los Noce vibraron con lo que Enzo Leonardo y Germán Rodolfo hicieron juntos dentro del campo, vistiendo la camiseta de Gimnasia. Y esta tarde tan especial se rubricó con el interminable abrazo que se dieron cuando finalizó el partido y el menor lo levantó casi en andas al mayor.
Después de mucho tiempo, más exactamente dos años y diez meses, los hermanos Noce volvieron a estar juntos en una cancha de fútbol, arrancando un partido como titular, ya que en rigor de verdad, hace sólo una semana atrás compartían el equipo pero con Germán como titular y con "Leo" entrando desde el banco para reemplazar al expulsado Hernando.
Es una rara historia la que une a los dos jugadores ya que no sólo se llevan una importante cantidad de años para compartir un plantel (el arquero tiene 33 años y el defensor 25), sino que además sus carreras han tenido signos diametralmente opuestos: mientras "Leo" está a punto de cumplir doce años en Primera, siendo uno de los referentes de los mejores momentos de Gimnasia en su historia; Germán recién ahora se está asentando como titular después de haber estado a un paso de irse del club, situación que ya había vivido cuando emigró a Los Andes.
Al respecto, los números lo dicen todo: el "1" lleva más de 300 partidos en Primera (el tercero en la historia del club detrás de Sanguinetti y Oscar Montañez) y el Nº 29 no llega a las 20 presentaciones con la camiseta del Lobo.

Tiempo de revancha
Pero no sólo la sangre los une, ya que hay un dato que es altamente llamativo: hace sólo tres meses estaban más cerca de marcharse del club que de quedarse. Basta repasar lo que sucedía en los primeros días de enero. Germán había sido descartado de la pretemporada y se quedó en Estancia Chica trabajando con los "colgados". Enzo había exigido la firma de su contrato bajo decisión personal de no jugar hasta que eso se solucionara y los dirigentes lo bajaron del viaje a Mar del Plata.
En ese momento, no fueron pocos los que pensaron que la historia de los Noce se cerraba en Gimnasia. Ellos hicieron lo que por naturaleza les sale inmediatamente: bajaron la cabeza, optaron por el silencio alejado de las polémicas y lentamente fueron viendo la luz al final del túnel.
El más chico recuperó su lugar en el plantel y se subió a la titularidad apenas empezó la competencia oficial con Ramacciotti como entrenador y el más grande debió esperar su oportunidad detrás de Hernando y ayer se vistió otra vez de titular.
Podría decirse que este presente, volver a jugar juntos en el club del que son hinchas desde purretes, es como reirse de los malos momentos y de aquel destino que parecía negro hace sólo tres meses. Por eso se explica ese abrazo del alma en el final del encuentro.