Melmann: comprometen a dos policías
| 15 de Septiembre de 2002 | 00:00

MAR DEL PLATA.- Dos de los policías imputados por la violación, tortura y asesinato de la adolescente Natalia Melmann en febrero del año pasado en Miramar, quedaron aún más comprometidos ayer, ya que sus propios compañeros declararon en el juicio oral que el día del crimen no entraron en horarios normales a sus trabajos.
De acuerdo a la declarado por un suboficial de un destacamento de Miramar, uno de los imputados llegó a manifestar, al llegar tarde al trabajo, su preocupación por la desaparición de una jovencita nueve horas antes de que el padre de Natalia radicara la denuncia.
En tanto, otro policía afirmó ante el tribunal oral penal de Mar del Plata que otro de los uniformados imputados, el sargento primero Ricardo Suárez, llegó una hora antes a la guardia en la comisaría de Miramar sin motivos aparentes que lo justificaran.
El sargento César Tolosa sostuvo que cuando el sargento primero Oscar Echenique, uno de los tres policías imputados en la causa, llegó al mediodía -del día en que ocurrieron los hechos- al destacamento le contó que había desaparecido una chica y que aparentemente la estaban buscando.
En la época en que ocurrió el crimen de Natalia, Tolosa se desempeñaba en el destacamento de Las Flores, situado en las afueras de Miramar, junto a Echenique.
Dijo que el día del crimen, el domingo 4 de febrero, él ingresó al destacamento minutos antes de las 8, en tanto que Echenique lo había hecho alrededor de las 11,30 a pesar de que él (Tolosa) lo anotó a las 9,30 en el libro de actas, para "cubrirlo" por la llegada tarde.
El fiscal Marcos Pagella hizo constar en actas ayer en la audiencia que "el testigo Tolosa desde las 9,30 hizo cinco llamadas al celular de Echenique hasta que logró comunicarse con él, a las 11,20 y minutos más tarde apareció Echenique en la dependencia".
Por otra parte, el cabo primero José Luis Pereyra, otro de los testigos que declaró ayer, dijo que "el domingo 4 de febrero Suárez ingresó a prestar servicios a la comisaría de Miramar a las 7 de la mañana, una hora antes de su horario habitual".
También relató que Suárez y Anselmini, otro de los imputados en la causa, trabajaban en el mismo turno en la comisaría de Miramar y pese a que nunca los vio salir de la misma, dijo que "Suárez ingresó a la comisaría a las 11, con dos detenidos, hecho que consta en el libro de guardia".
Prestó declaración además el jefe de Las Flores, Héctor Lasca, quien manifestó: "El domingo 4 yo estaba en mi vivienda cuando Tolosa me informó en varias oportunidades que Echenique no se había presentado en la dependencia, haciéndolo recién a las 11,30, a pesar de que en libro de guardia figura a las 9,30".
Otro de los testigos que declaró ayer fue una mujer de identidad reservada que manifestó haber sido novia de Suárez a quien calificó como "una persona violenta".
La mujer precisó que en la madrugada del 4 de febrero cuando iba a trabajar a un comercio del centro a las 5 de la mañana pasó por la puerta de la comisaría de Miramar, donde observó el vehículo de Suárez, un Volkswagen Gol, color rojo.
De esta manera contradijo a Suárez quien había declarado ante el ministerio público antes de este juicio oral y público que había ingresado a la comisaría de Miramar minutos antes de la 8 de la mañana de ese día, en que desapareció y murió Natalia Melmann.
El tribunal llamó también a declarar nuevamente a Jorge Cosme Cepeda, amigo del único imputado civil, Gustavo "El Gallo" Fernández, quien fue detenido en la audiencia de anteayer, "por no contar todo lo que sabe", según le indicó el presidente del Tribunal, Enrique Ferraris, pero ayer reiteró sus dichos.
De acuerdo a la declarado por un suboficial de un destacamento de Miramar, uno de los imputados llegó a manifestar, al llegar tarde al trabajo, su preocupación por la desaparición de una jovencita nueve horas antes de que el padre de Natalia radicara la denuncia.
En tanto, otro policía afirmó ante el tribunal oral penal de Mar del Plata que otro de los uniformados imputados, el sargento primero Ricardo Suárez, llegó una hora antes a la guardia en la comisaría de Miramar sin motivos aparentes que lo justificaran.
El sargento César Tolosa sostuvo que cuando el sargento primero Oscar Echenique, uno de los tres policías imputados en la causa, llegó al mediodía -del día en que ocurrieron los hechos- al destacamento le contó que había desaparecido una chica y que aparentemente la estaban buscando.
En la época en que ocurrió el crimen de Natalia, Tolosa se desempeñaba en el destacamento de Las Flores, situado en las afueras de Miramar, junto a Echenique.
Dijo que el día del crimen, el domingo 4 de febrero, él ingresó al destacamento minutos antes de las 8, en tanto que Echenique lo había hecho alrededor de las 11,30 a pesar de que él (Tolosa) lo anotó a las 9,30 en el libro de actas, para "cubrirlo" por la llegada tarde.
El fiscal Marcos Pagella hizo constar en actas ayer en la audiencia que "el testigo Tolosa desde las 9,30 hizo cinco llamadas al celular de Echenique hasta que logró comunicarse con él, a las 11,20 y minutos más tarde apareció Echenique en la dependencia".
Por otra parte, el cabo primero José Luis Pereyra, otro de los testigos que declaró ayer, dijo que "el domingo 4 de febrero Suárez ingresó a prestar servicios a la comisaría de Miramar a las 7 de la mañana, una hora antes de su horario habitual".
También relató que Suárez y Anselmini, otro de los imputados en la causa, trabajaban en el mismo turno en la comisaría de Miramar y pese a que nunca los vio salir de la misma, dijo que "Suárez ingresó a la comisaría a las 11, con dos detenidos, hecho que consta en el libro de guardia".
Prestó declaración además el jefe de Las Flores, Héctor Lasca, quien manifestó: "El domingo 4 yo estaba en mi vivienda cuando Tolosa me informó en varias oportunidades que Echenique no se había presentado en la dependencia, haciéndolo recién a las 11,30, a pesar de que en libro de guardia figura a las 9,30".
Otro de los testigos que declaró ayer fue una mujer de identidad reservada que manifestó haber sido novia de Suárez a quien calificó como "una persona violenta".
La mujer precisó que en la madrugada del 4 de febrero cuando iba a trabajar a un comercio del centro a las 5 de la mañana pasó por la puerta de la comisaría de Miramar, donde observó el vehículo de Suárez, un Volkswagen Gol, color rojo.
De esta manera contradijo a Suárez quien había declarado ante el ministerio público antes de este juicio oral y público que había ingresado a la comisaría de Miramar minutos antes de la 8 de la mañana de ese día, en que desapareció y murió Natalia Melmann.
El tribunal llamó también a declarar nuevamente a Jorge Cosme Cepeda, amigo del único imputado civil, Gustavo "El Gallo" Fernández, quien fue detenido en la audiencia de anteayer, "por no contar todo lo que sabe", según le indicó el presidente del Tribunal, Enrique Ferraris, pero ayer reiteró sus dichos.
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