Un preso denunció que le propusieron matar a Conzi
| 25 de Enero de 2004 | 00:00
Un preso denunció que el jefe del penal de Campana le encomendó asesinar a Horacio Conzi, detenido por el crimen del joven Marcos Schenone, por lo que ahora el empresario gastronómico es custodiado las 24 horas por un guardiacárcel.
El recluso denunciante ya fue trasladado al penal de Mercedes por cuestiones de seguridad y el fiscal de San Isidro Mario Kohan -el mismo que lo investigó y encarceló por el crimen de Schenone-, exigió que custodien a Conzi para preservar su integridad física.
A raíz de ese pedido, el juez de Garantías de San Isidro Juan Mackintach -de turno durante la feria judicial-, ordenó a las autoridades penitenciarias que optimicen las medidas de seguridad para Conzi y ahora cuenta con una custodia permanente dentro del sector sanidad donde está alojado por sus problemas de salud.
La denuncia se radicó el viernes en los Tribunales de San Isidro mediante un habeas corpus que presentaron dos presos -cuyas identidades no trascendieron-, mediante el cual exigían un traslado.
Las fuentes judiciales indicaron que uno de los reclusos argumentó que el propio jefe del penal de Campana le propuso asesinar a Conzi con una faca, mientras que el otro dijo haber sido testigo del ofrecimiento. Los dos presos además dijeron que estaban amenazados y por eso pidieron el traslado.
Un amigo de Horacio Conzi, Antonio "Tony" Papasidero, dijo que el dueño del restaurante Dallas de Martínez "nunca recibió ninguna amenaza de muerte dentro de la cárcel" y le restó importancia a la denuncia. "Es un cuento de los presos para conseguir un traslado", consideró.
Sin embargo, Papasidero agradeció "la intervención del fiscal Kohan porque se preocupó por cuidar la integridad física de Horacio". Conzi nunca tuvo contacto con presos peligrosos del penal de Campana porque desde que allí cumple su prisión preventiva, está alojado en una celda individual del sector sanidad de la unidad, por sus problemas de hipertensión.
Una entrevista que dio a la revista Gente en la que se lo vio haciendo pesas con un palo de escoba con cuatro botellas de agua en cada extremo, originó una queja de los padres de Schenone para que se investigue si su enfermedad justifica que esté alojado en el hospital del penal o si recibe un trato VIP.
Al respecto, Papasidero defendió a su amigo al afirmar que "Horacio realmente tiene problemas graves de hipertensión" y afirmar que "tiene un estandar de vida distinto al de un marginal y por lo menos hasta que no lo condenen, no se lo puede mandar a la jaula de los leones".
Conzi está procesado y a un paso del juicio oral acusado por el homicidio de Schenone y cuatro tentativas de homicidio. Según la investigación del fiscal Kohan, la madrugada del 16 de enero de 2003, Schenone, de 23 años, su amigo Gustavo Pacheco y dos chicas, Paula Alonso y Gisella Carabetta, fueron echados de Dallas por Conzi.
El detonante fue que Conzi se enfureció al ver en su propio boliche un beso entre Marcos y Paula, una chica a la que él había querido conquistar.
Pero luego, según la fiscalía, Conzi persiguió con su camioneta el remís en el que se marchó el grupo y a 40 cuadras de Dallas, en Beccar, le disparó 14 balazos con una de sus pistolas.
El recluso denunciante ya fue trasladado al penal de Mercedes por cuestiones de seguridad y el fiscal de San Isidro Mario Kohan -el mismo que lo investigó y encarceló por el crimen de Schenone-, exigió que custodien a Conzi para preservar su integridad física.
A raíz de ese pedido, el juez de Garantías de San Isidro Juan Mackintach -de turno durante la feria judicial-, ordenó a las autoridades penitenciarias que optimicen las medidas de seguridad para Conzi y ahora cuenta con una custodia permanente dentro del sector sanidad donde está alojado por sus problemas de salud.
La denuncia se radicó el viernes en los Tribunales de San Isidro mediante un habeas corpus que presentaron dos presos -cuyas identidades no trascendieron-, mediante el cual exigían un traslado.
Las fuentes judiciales indicaron que uno de los reclusos argumentó que el propio jefe del penal de Campana le propuso asesinar a Conzi con una faca, mientras que el otro dijo haber sido testigo del ofrecimiento. Los dos presos además dijeron que estaban amenazados y por eso pidieron el traslado.
Un amigo de Horacio Conzi, Antonio "Tony" Papasidero, dijo que el dueño del restaurante Dallas de Martínez "nunca recibió ninguna amenaza de muerte dentro de la cárcel" y le restó importancia a la denuncia. "Es un cuento de los presos para conseguir un traslado", consideró.
Sin embargo, Papasidero agradeció "la intervención del fiscal Kohan porque se preocupó por cuidar la integridad física de Horacio". Conzi nunca tuvo contacto con presos peligrosos del penal de Campana porque desde que allí cumple su prisión preventiva, está alojado en una celda individual del sector sanidad de la unidad, por sus problemas de hipertensión.
Una entrevista que dio a la revista Gente en la que se lo vio haciendo pesas con un palo de escoba con cuatro botellas de agua en cada extremo, originó una queja de los padres de Schenone para que se investigue si su enfermedad justifica que esté alojado en el hospital del penal o si recibe un trato VIP.
Al respecto, Papasidero defendió a su amigo al afirmar que "Horacio realmente tiene problemas graves de hipertensión" y afirmar que "tiene un estandar de vida distinto al de un marginal y por lo menos hasta que no lo condenen, no se lo puede mandar a la jaula de los leones".
Conzi está procesado y a un paso del juicio oral acusado por el homicidio de Schenone y cuatro tentativas de homicidio. Según la investigación del fiscal Kohan, la madrugada del 16 de enero de 2003, Schenone, de 23 años, su amigo Gustavo Pacheco y dos chicas, Paula Alonso y Gisella Carabetta, fueron echados de Dallas por Conzi.
El detonante fue que Conzi se enfureció al ver en su propio boliche un beso entre Marcos y Paula, una chica a la que él había querido conquistar.
Pero luego, según la fiscalía, Conzi persiguió con su camioneta el remís en el que se marchó el grupo y a 40 cuadras de Dallas, en Beccar, le disparó 14 balazos con una de sus pistolas.
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