Cuestionamientos del decanato a los alumnos por la toma de Ingeniería
| 13 de Diciembre de 2004 | 00:00

El decanato de la facultad de Ingeniería de la UNLP dio a conocer un comunicado en el que expresa su preocupación sobre las protestas que protagonizaron los alumnos, que tomaron la unidad académica dos veces en una semana "interfiriendo en el funcionamiento de la misma", actitud que genera "la necesidad de analizar en forma profunda estos modos reivindicativos".
Los estudiantes llevaron a cabo la toma en protesta por la no realización de las cursadas de verano dispuesto por el Consejo Académico. Desde el decanato -cuyo titular es el ingeniero Pablo Massa-, se indicó que "la facilidad con la que vemos en nuestra sociedad generarse la protesta y la interferencia del funcionamiento institucional, hace necesario analizar en forma profunda estos modos reivindicativos que emplea un sector de la misma para obtener el mantenimiento de lo que ha considerado un beneficio que no debe abandonar".
"Los cursos de verano se iniciaron en 1996 y tuvieron como objeto dar a los alumnos en materias como física y matemáticas una posibilidad de concretar la aprobación de sus contenidos evitando que los mismos tuvieran la pérdida de un año. Esta medida tuvo su razón de ser cuando en los estudios de las carreras de ingeniería las asignaturas se cursaban semestralmente y la aprobación era únicamente por promoción y, por lo tanto, quien desaprobaba una materia debía esperar al año siguiente para repetir el curso de promoción y retomar la misma", menciona el comunicado.
El texto añade que "en la actualidad el sistema ha variado sustancialmente desde el punto de vista académico, ya que las materias además de conservar el carácter semestral antes mencionado, han incorporado mayores posibilidades al alumnado: se repiten las materias en ambos semestres de cada año, con lo cual el alumno puede volver a cursar la materia desaprobada en forma inmediata; se ha agregado el derecho a todos los alumnos de contar con una evaluación adicional llamada flotante que puede ser agregada a libre elección del alumno para recuperar el módulo de la materia que no haya alcanzado una nota suficiente. Esta se rinde al final del dictado semestral de la materia y no impide llegar al final de la cursada en caso de que el módulo desaprobado haya sido anterior; se ha agregado la posibilidad de rendir examen final cuando no haya logrado un nivel suficiente para promocionar la materia".
"Estas mayores alternativas agregadas a la situación prevista en 1996, han permitido retener adecuadamente un gran número de alumnos en el seno de la facultad, lográndose en el marco de una aplicación razonablemente eficiente de los recursos disponibles. La supresión de los cursos de verano no genera perjuicios a los estudiantes en la medida que quienes han llegado a fin de diciembre sin haber alcanzado la promoción cuentan, en febrero con varias alternativas: semana de consultas, recuperatorio del segundo módulo de la materia, la evaluación flotante aplicable a cualquiera de los módulos desaprobados y eventualmente lograr su aprobación a través del examen final ya enunciado", agrega.
También mencionan que "el mantenimiento de los cursos de verano distorsiona el régimen general implementado, ya que los alumnos que aún tienen la posibilidad de rendir la evaluación flotante y, en su defecto, el examen final, estarían cursando nuevamente la materia, en lugar de poner sus mejores esfuerzos para aprobar la misma por las alternativas ordinarias que el sistema prevé en forma regular".
Los estudiantes llevaron a cabo la toma en protesta por la no realización de las cursadas de verano dispuesto por el Consejo Académico. Desde el decanato -cuyo titular es el ingeniero Pablo Massa-, se indicó que "la facilidad con la que vemos en nuestra sociedad generarse la protesta y la interferencia del funcionamiento institucional, hace necesario analizar en forma profunda estos modos reivindicativos que emplea un sector de la misma para obtener el mantenimiento de lo que ha considerado un beneficio que no debe abandonar".
"Los cursos de verano se iniciaron en 1996 y tuvieron como objeto dar a los alumnos en materias como física y matemáticas una posibilidad de concretar la aprobación de sus contenidos evitando que los mismos tuvieran la pérdida de un año. Esta medida tuvo su razón de ser cuando en los estudios de las carreras de ingeniería las asignaturas se cursaban semestralmente y la aprobación era únicamente por promoción y, por lo tanto, quien desaprobaba una materia debía esperar al año siguiente para repetir el curso de promoción y retomar la misma", menciona el comunicado.
El texto añade que "en la actualidad el sistema ha variado sustancialmente desde el punto de vista académico, ya que las materias además de conservar el carácter semestral antes mencionado, han incorporado mayores posibilidades al alumnado: se repiten las materias en ambos semestres de cada año, con lo cual el alumno puede volver a cursar la materia desaprobada en forma inmediata; se ha agregado el derecho a todos los alumnos de contar con una evaluación adicional llamada flotante que puede ser agregada a libre elección del alumno para recuperar el módulo de la materia que no haya alcanzado una nota suficiente. Esta se rinde al final del dictado semestral de la materia y no impide llegar al final de la cursada en caso de que el módulo desaprobado haya sido anterior; se ha agregado la posibilidad de rendir examen final cuando no haya logrado un nivel suficiente para promocionar la materia".
"Estas mayores alternativas agregadas a la situación prevista en 1996, han permitido retener adecuadamente un gran número de alumnos en el seno de la facultad, lográndose en el marco de una aplicación razonablemente eficiente de los recursos disponibles. La supresión de los cursos de verano no genera perjuicios a los estudiantes en la medida que quienes han llegado a fin de diciembre sin haber alcanzado la promoción cuentan, en febrero con varias alternativas: semana de consultas, recuperatorio del segundo módulo de la materia, la evaluación flotante aplicable a cualquiera de los módulos desaprobados y eventualmente lograr su aprobación a través del examen final ya enunciado", agrega.
También mencionan que "el mantenimiento de los cursos de verano distorsiona el régimen general implementado, ya que los alumnos que aún tienen la posibilidad de rendir la evaluación flotante y, en su defecto, el examen final, estarían cursando nuevamente la materia, en lugar de poner sus mejores esfuerzos para aprobar la misma por las alternativas ordinarias que el sistema prevé en forma regular".
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