Ultimo adiós a Norma Viola
| 14 de Diciembre de 2004 | 00:00

Con el deceso de la bailarina y coreógrafa Norma Viola, quien formara una inolvidable pareja artística con El Chúcaro y fuera directora del Ballet Folklórico Nacional, la danza tradicional argentina pierde a una de sus figuras más relevantes.
Viola, quien había sido nombrada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Buenos Aires, falleció anteanoche, en su casa del barrio porteño de Caballito. Sus restos fueron velados ayer en la sede de la Legislatura porteña a expreso pedido de los familiares de la artista.
Nacida en la ciudad cordobesa de Laboulaye, se trasladó a muy corta edad a la ciudad de Buenos Aires, donde cursó estudios de Danza Clásica y Danza Contemporánea con los más destacados maestros.
Posteriormente viajó a Nueva York, donde realizó estudios especiales en los institutos de danzas de Marta Graham y de jazz de Alvin Halley, tras lo cual se radicó en Brasil durante un año para estudiar su folclore, tarea que también realizó en Colombia, Venezuela y distintos países de Centroamérica.
En 1954 ingresó a la compañía de Santiago Ayala "El Chúcaro" como primera bailarina y ayudante de coreografía, y en 1973 obtuvo en el Festival de Cosquín el máximo galardón, el Camín Cosquín, que se otorga a los artistas que han tenido una actuación relevante.
A lo largo de 40 años, Ayala y Viola conformaron una pareja de baile bien consolidada, que dejó escuela aún hoy dentro de la danza argentina, en sus más variadas expresiones.
De 1984 a 1992, Norma Viola fue directora-coreógrafa del Ballet Folklórico de la Universidad de Belgrano y desde julio de 1990 compartió con El Chúcaro la conducción del Ballet Folklórico Nacional.
CON EL CHUCARO
Tras el fallecimiento de El Chúcaro en 1994, siguió desempeñándose como directora del organismo y el año pasado efectuó una gira con el Ballet por Centroamérica y México.
"Siempre se pensó que con El Chúcaro teníamos una relación más allá de la danza, pero eso nunca existió. Fuimos grandes amigos, compañeros de labor y estábamos unidos por la magia del baile", señaló en distintas oportunidades Viola en sus reportajes.
"La danza y el enseñar son mi vida. Llevo la danza en mi sangre, en todo lo que aprendí. Y aunque me formé en el repertorio clásico, cuando descubrí el folclore me cautivó y viví y vivo enamorada de él, aunque no reniego ni me olvidé de mis comienzos", reflexionaba.
El Ballet Folclórico Nacional fue escuela de otros ballets que siguieron su estilo, como el Brandsen de Mabel Pimentel y Oscar Murillo, que tomaron como ejemplo lo señorial de los cuadros del Chúcaro y Norma Viola.
Los restos de Norma Viola, quien en su momento había sido declarada Ciudadana Ilustre de Buenos Aires, están siendo velados en la Legislatura Porteña, desde donde hoy a las 9.30 de la mañana serán trasladados al cementerio de La Chacarita para su posterior cremación.
Viola, quien había sido nombrada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Buenos Aires, falleció anteanoche, en su casa del barrio porteño de Caballito. Sus restos fueron velados ayer en la sede de la Legislatura porteña a expreso pedido de los familiares de la artista.
Nacida en la ciudad cordobesa de Laboulaye, se trasladó a muy corta edad a la ciudad de Buenos Aires, donde cursó estudios de Danza Clásica y Danza Contemporánea con los más destacados maestros.
Posteriormente viajó a Nueva York, donde realizó estudios especiales en los institutos de danzas de Marta Graham y de jazz de Alvin Halley, tras lo cual se radicó en Brasil durante un año para estudiar su folclore, tarea que también realizó en Colombia, Venezuela y distintos países de Centroamérica.
En 1954 ingresó a la compañía de Santiago Ayala "El Chúcaro" como primera bailarina y ayudante de coreografía, y en 1973 obtuvo en el Festival de Cosquín el máximo galardón, el Camín Cosquín, que se otorga a los artistas que han tenido una actuación relevante.
A lo largo de 40 años, Ayala y Viola conformaron una pareja de baile bien consolidada, que dejó escuela aún hoy dentro de la danza argentina, en sus más variadas expresiones.
De 1984 a 1992, Norma Viola fue directora-coreógrafa del Ballet Folklórico de la Universidad de Belgrano y desde julio de 1990 compartió con El Chúcaro la conducción del Ballet Folklórico Nacional.
CON EL CHUCARO
Tras el fallecimiento de El Chúcaro en 1994, siguió desempeñándose como directora del organismo y el año pasado efectuó una gira con el Ballet por Centroamérica y México.
"Siempre se pensó que con El Chúcaro teníamos una relación más allá de la danza, pero eso nunca existió. Fuimos grandes amigos, compañeros de labor y estábamos unidos por la magia del baile", señaló en distintas oportunidades Viola en sus reportajes.
"La danza y el enseñar son mi vida. Llevo la danza en mi sangre, en todo lo que aprendí. Y aunque me formé en el repertorio clásico, cuando descubrí el folclore me cautivó y viví y vivo enamorada de él, aunque no reniego ni me olvidé de mis comienzos", reflexionaba.
El Ballet Folclórico Nacional fue escuela de otros ballets que siguieron su estilo, como el Brandsen de Mabel Pimentel y Oscar Murillo, que tomaron como ejemplo lo señorial de los cuadros del Chúcaro y Norma Viola.
Los restos de Norma Viola, quien en su momento había sido declarada Ciudadana Ilustre de Buenos Aires, están siendo velados en la Legislatura Porteña, desde donde hoy a las 9.30 de la mañana serán trasladados al cementerio de La Chacarita para su posterior cremación.
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