El fútbol llora la muerte de Pastoriza

El día se amaneció con la noticia de la muerte de José Omar Pastoriza. Una noticia que entristeció y vistió de luto la jornada y que sacudió al ambiente futbolístico argentino y mundial.

Bien temprano, alrededor de las 5 de la mañana, las primeras informaciones ya daban parte del fallecimiento del Pato de Independiente. La crónica indica que el entrenador del Rojo murió a causa de un paro cardíaco en su departamento de la calle Aimé Painé en la zona de Puerto Madero a las 4.30.

Alrededor de las 3 de la madrugada, y después de cenar con un grupo de allegados y de pasar por el casino, el Pato Pastoriza se despertó con un fuerte dolor en su pecho e inmediatamente llamó a su amigo y socio Horacio Rola.

Este, al llegar y ver que el estado del técnico empeoraba con el correr de los minutos, llamó al servicio de emergencia del propio edificio Los Alerces. Inmediatamente, y durante unos cuantos minutos, los médicos intentaron reanimarlo a través de oxígeno pero todo fue en vano. A las 4.30 el Pato Pastoriza falleció.

Tenía 62 años, sufría problemas cardíacos desde hace mucho tiempo y periódicamente se realizaba controles, aunque nunca dejó de fumar, como se lo podía observar cuando dirigía a su equipo.

Sus familiares más íntimos, con su hijo Javier a la cabeza, sus amigos y los principales referentes del actual plantel rojo fueron acercándose al departamento a medida que se iban enterando de la desagradable noticia. En un principio se pensó en velarlo en el barrio de Belgrano, pero los dirigentes del club enseguida pusieron a disposición el gimnasio Bottaro de la sede de avenida Mitre.

Hasta allí llevaron el cuerpo del Pato cerca de las 12.30 y a partir de ese momento se observó un incesante ingreso de personalidades del fútbol, ex compañeros, socios e hinchas de Independiente que fueron a brindarle el último adiós a uno de sus máximos ídolos.

A las 22 las puertas de la sede se cerraron para el público y solamente quedaron junto al Pato sus seres queridos. Cuando el reloj marcó la medianoche, el cuerpo fue trasladado rumbo a Rosario y hoy, cerca de las 8.30, sus restos serán inhumados en un cementerio privado de esa ciudad.

DURO GOLPE

Uno de los golpes más duros que recibió en su vida el Pato Pastoriza fue, sin dudas, la trágica muerte de su pequeña nieta de casi dos años producida en la ciudad de Rosario durante el año pasado. En aquella oportunidad la niña Emilia Canteli Pastoriza cayó accidentalmente en una pileta y se ahogó.

Este episodio sacudió la salud del Pato que casualmente venía de someterse a una angioplastia que lo llevó a apartarse momentáneamente de sus tareas como entrenador.

Desde aquel entonces nada fue igual para él, más allá que este nuevo proyecto al frente del plantel de Independiente lo mantenía ilusionado y muy activo.

SU ÚLTIMA BRONCA

Todavía está fresco el recuerdo del último Independiente-Boca que se jugó en Avellaneda y que marcó la última bronca de un tipo que siempre se mostró como era.

Su Rojo perdía por goleada y el Pato al borde de la cancha mostraba todo su fastidio. Hasta que el pibe Pablo Alvarez se lo llevó por delante y él le arrojó un golpe en el rostro. Héctor Baldassi lo expulsó por esa acción pero enseguida él se disculpó por su impulso.

De esta manera, frontal y sin guardarse nada, se lo recordará por siempre al Pato José Omar Pastoriza. Un profesional respetado por todos y un hombre leal y muy amigo de sus amigos.