Cómo se forma un tifón
| 22 de Octubre de 2005 | 00:00

MIAMI.- Huracán, tifón, ciclón o tormenta tropical: los nombres cambian dependiendo de la región, pero definen un mismo fenómeno meteorológico, que es la manifestación más violenta de las depresiones tropicales, capaz de liberar una potencia de 200 kilotones, cerca de 10 veces la potencia de la bomba de Hiroshima. Este fenómeno sólo amenaza en ciertos períodos del año, por ejemplo, de enero a marzo en el Océano Indico; de junio a noviembre en el Atlántico, o de mayo a noviembre en el Pacífico oriental.
Un tifón o huracán se forma y se alimenta sólo en los mares cálidos, y necesita que varias condiciones se den en el lugar y momento preciso, por ejemplo: agua tibia a por lo menos 26,6 grados Centígrados, aire húmedo y una perturbación que haga girar a los vientos. El aire cuya temperatura sube por el efecto del agua, se expande y provoca una caída de la presión atmosférica, creando una corriente de aire hacia el centro de menor presión. Pero además el aire caliente sube e incrementa la diferencia de presión. El aire caliente que sube absorbe además la humedad del mar, en forma de vapor de agua, que al subir se enfría y libera más energía a la atmósfera y es ese el momento en que el ciclón se pone en marcha. El huracán que más viajó en el Atlántico fue “Faith”, en 1966, un total de 12.500 km, y los que más duraron fueron “San Ciríaco” (1899) y “Ginger” (1971), que permanecieron como huracán durante 28 días.
Un tifón o huracán se forma y se alimenta sólo en los mares cálidos, y necesita que varias condiciones se den en el lugar y momento preciso, por ejemplo: agua tibia a por lo menos 26,6 grados Centígrados, aire húmedo y una perturbación que haga girar a los vientos. El aire cuya temperatura sube por el efecto del agua, se expande y provoca una caída de la presión atmosférica, creando una corriente de aire hacia el centro de menor presión. Pero además el aire caliente sube e incrementa la diferencia de presión. El aire caliente que sube absorbe además la humedad del mar, en forma de vapor de agua, que al subir se enfría y libera más energía a la atmósfera y es ese el momento en que el ciclón se pone en marcha. El huracán que más viajó en el Atlántico fue “Faith”, en 1966, un total de 12.500 km, y los que más duraron fueron “San Ciríaco” (1899) y “Ginger” (1971), que permanecieron como huracán durante 28 días.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE