Un hallazgo que cambió el tratamiento de la úlcera
| 9 de Octubre de 2005 | 00:00

Los hallazgos de los científicos australianos que fueron reconocidos la semana pasada con el premio Nobel de Medicina modificaron sustancialmente el modo de abordar el tratamiento de las úlceras gástricas, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Ese fue uno de los principales argumentos esgrimidos por la Academia para entregar el reconocimiento a los investigadores australianos, Barry J. Marshall y Robin Warren, por sus descubrimientos en la curación de úlceras estomacales con antibióticos
Y ese mismo argumento es el que destaca uno de los más prestigiosos especialistas platenses en Gastroenterología, el médico Pedro Belloni, a la hora de resaltar la importancia de los hallazgos. "Modificaron la conducta con respecto al tratamiento e hicieron disminuir notablemente la posibilidad de reaparición de las úlceras gástricas. Ese fue el hecho científico más destacable", asegura.
Antes del descubrimiento de la bacteria en 1982, el stress y el estilo de vida eran considerados como las mayores causas de las úlceras, pero en la actualidad se ha establecido con certeza que la "Helicobacter pylori" causa más del 90 % de las úlceras duodenales y hasta el 80% de las úlceras gástricas.
Así lo destacó el jurado del Nobel. "Gracias a los pioneros descubrimientos de Marshall y Warren, la úlcera péptica ya no será una enfermedad crónica, que con frecuencia generaba incapacidad, sino una enfermedad que puede curarse con un breve régimen de antibióticos e inhibidores de secreciones ácidas".
Para Belloni, uno de los grandes aportes en la práctica de esos descubrimientos fue la modificación de la conducta del médico con respecto al tratamiento. "Antes de que salgan a la luz estos hallazgos, el modo de abordaje era a través de medidas higiénico dietéticas. Hoy, cuando se descubre que una úlcera fue causada por la bacteria Helicobacter pylori se suma el tratamiento antibiótico, que disminuye notablemente la posibilidad de que vuelvan a aparecer".
En ese sentido, Belloni destaca que los hallazgos de Marshall y Warren permitieron a los enfermos de úlcera causada por esa bacteria desarrollar un estilo de vida más cercano al normal a partir de poder contar con mayores libertades en las dietas, algo que prácticamente impensado antes de que se apliquen los tratamientos con antibióticos.
Sin embargo, el especialista destaca varios aspectos de los descubrimientos galardonados que, asegura, no fueron debidamente explicados. "Hay que señalar con cuidado que en la bacteria no está asociada directamente con la aparición de una úlcera. Muchas veces, la Helicobacter pylori puede estar en el organismo y no generar tal reacción", asegura.
Como su colega Belloni, José Boccio, médico platense que se desempeña en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, también destaca este concepto. "Es importante la detección de esta bacteria, porque no todas las personas que padecen úlcera están infectadas con Helicobacter pylori, ni todas las que están infectadas con ella tienen síntomas o padecen úlcera".
Es que, en rigor, la Helicobacter pylori es definida como una "bacteria lenta", porque requiere un tiempo entre la infección y el comienzo de los síntomas, aunque sí es calificada como muy peligrosa, no sólo porque es de fácil contagio, sino por las enfermedades que origina.
Una vez que ingresa por la boca, puede alojarse en la placa dental (caries) y al llegar a la mucosa del aparato digestivo se multiplica y comienzan a producirse desde gastritis agudas, crónicas o persistentes hasta úlceras pépticas o gastritis atróficas que, en algunos casos aislados, pueden degenerar en cánceres gástricos.
Ese fue uno de los principales argumentos esgrimidos por la Academia para entregar el reconocimiento a los investigadores australianos, Barry J. Marshall y Robin Warren, por sus descubrimientos en la curación de úlceras estomacales con antibióticos
Y ese mismo argumento es el que destaca uno de los más prestigiosos especialistas platenses en Gastroenterología, el médico Pedro Belloni, a la hora de resaltar la importancia de los hallazgos. "Modificaron la conducta con respecto al tratamiento e hicieron disminuir notablemente la posibilidad de reaparición de las úlceras gástricas. Ese fue el hecho científico más destacable", asegura.
Antes del descubrimiento de la bacteria en 1982, el stress y el estilo de vida eran considerados como las mayores causas de las úlceras, pero en la actualidad se ha establecido con certeza que la "Helicobacter pylori" causa más del 90 % de las úlceras duodenales y hasta el 80% de las úlceras gástricas.
Así lo destacó el jurado del Nobel. "Gracias a los pioneros descubrimientos de Marshall y Warren, la úlcera péptica ya no será una enfermedad crónica, que con frecuencia generaba incapacidad, sino una enfermedad que puede curarse con un breve régimen de antibióticos e inhibidores de secreciones ácidas".
Para Belloni, uno de los grandes aportes en la práctica de esos descubrimientos fue la modificación de la conducta del médico con respecto al tratamiento. "Antes de que salgan a la luz estos hallazgos, el modo de abordaje era a través de medidas higiénico dietéticas. Hoy, cuando se descubre que una úlcera fue causada por la bacteria Helicobacter pylori se suma el tratamiento antibiótico, que disminuye notablemente la posibilidad de que vuelvan a aparecer".
En ese sentido, Belloni destaca que los hallazgos de Marshall y Warren permitieron a los enfermos de úlcera causada por esa bacteria desarrollar un estilo de vida más cercano al normal a partir de poder contar con mayores libertades en las dietas, algo que prácticamente impensado antes de que se apliquen los tratamientos con antibióticos.
Sin embargo, el especialista destaca varios aspectos de los descubrimientos galardonados que, asegura, no fueron debidamente explicados. "Hay que señalar con cuidado que en la bacteria no está asociada directamente con la aparición de una úlcera. Muchas veces, la Helicobacter pylori puede estar en el organismo y no generar tal reacción", asegura.
Como su colega Belloni, José Boccio, médico platense que se desempeña en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, también destaca este concepto. "Es importante la detección de esta bacteria, porque no todas las personas que padecen úlcera están infectadas con Helicobacter pylori, ni todas las que están infectadas con ella tienen síntomas o padecen úlcera".
Es que, en rigor, la Helicobacter pylori es definida como una "bacteria lenta", porque requiere un tiempo entre la infección y el comienzo de los síntomas, aunque sí es calificada como muy peligrosa, no sólo porque es de fácil contagio, sino por las enfermedades que origina.
Una vez que ingresa por la boca, puede alojarse en la placa dental (caries) y al llegar a la mucosa del aparato digestivo se multiplica y comienzan a producirse desde gastritis agudas, crónicas o persistentes hasta úlceras pépticas o gastritis atróficas que, en algunos casos aislados, pueden degenerar en cánceres gástricos.
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