Miliki Jimenez tiene la receta para marcarlo

La principal arma ofensiva de Instituto es Daniel Jiménez, sobre todo a partir de su juego aéreo en el que se mueve con gran soltura haciéndoles difícil a sus defensores controlarlo. Pero Cáceres dice tener la receta para marcarlo, a pesar del 1,92 de altura del atacante rafaelino. "Hay que separarse un poco de él y buscar anticiparlo", comentó el capitán albirrojo.

Ningún defensor de Estudiantes está cerca en centímetros del goleador de La Gloria. Y comparando las estaturas, Fernando Ortiz (1.85) aparece como la "cabeza" más alta de la última línea Pincha, seguido de Cáceres (1,83), mientras Marcos Angeleri (1,82) y Juan Angel Krupoviesa (1,78) están casi una cabeza por debajo de Miliki. Claro que seguramente Merlo ya debe haber pensado en eso, aunque en su libreto no figura la idea de una marca personal. "Siempre hacemos defensa zonal, sólo en las jugadas de pelota parada tomamos hombre a hombre", dijo en su momento Mostaza.

"Estuvimos charlando de eso con los muchachos -siguió contando el paraguayo-, así que hay que tener mucho cuidado y empezar ya a pensar en cómo vamos a neutralizarlo". Y remató: "Es un delantero difícil, duro, que por arriba va bien y que se nota que por abajo tampoco es limitado, tiene también sus cosas y hay que estar atento. Pienso que no hay que ir al juego de él, que es el choque y la fuerza". Sí, por ello Cáceres propone no ir al cuerpo a cuerpo sino calcularle la distancia a la hora de que le lluevan las pelota los centros de sus compañeros. Porque además, según el defensor guaraní, "también está Peralta (Adrián), que es un jugador muy rápido, el complemento ideal para el centrodelantero que tiene Instituto".

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