Mónica Ayos: Lejos de las plumas

En los años 90 era todo un sex symbol. Hasta que decidió cambiar y ahora dio un giro a su carrera para iniciar el camino de la actuación, que la aleja cada vez más de las plumas

Mónica Ayos por los años 90 era una de las vedettes del momento, admirada por el público y sus colegas. La carrera en el universo de las plumas iba en franco ascenso. Pero por cuestiones de la vida hizo un click y guardó las plumas en el placard y se dedicó a convertirse en una actriz seria.

Proviene de familia de artistas, sus padres son bailarines de tango e hizo todo lo que una vedette debe hacer para ganarse ese lugar.

Ayos, de carácter amable, bien argentina y de curvas criollas, cumplió con las reglas del juego. En sus tiempos de apogeo como vedette posaba sexy en todas las revistas del corazón que se lo requerían, era muy accesible a la prensa, protagonizó innumerables guerras de vedettes contra Yanina Zilly, Marixa Balli y Flavia Miller, entre otras.

Con mucha astucia no sólo no escapándole a los escándalos, sino también desplegando talento sobre los escenarios del teatro de revistas y del music hall acompañando a Jorge Corona.

En su momento, ventiló sin problemas su intimidad, mostró sus novios, sus peleas, su familia, su hijo, en los programas chimenteros e involuntariamente se supo que antes de conocer la fama había sido contratada por un grupo de muchachos para animar una fiesta privada. Entre los pocos privilegiados se coló una cámara que registró a Mónica bailando muy sexy junto a una bailarina.

CON VIENTO A FAVOR

La vedette aseguraba hace un tiempo que le llegó el momento de cambiar. Aferrada a su familia, que formó tras casarse junto al actor Diego Olivera y el nacimiento de su hija Victoria, intenta cautivar desde la actuación y no como un sex symbol.

Igualmente sigue siendo llamativa y no hay hombre que se resista a mirarla. "Venir en este envase me hizo el camino más fácil. Tener un color de pelo vistoso y con las curvas que Dios me dio me abrieron las puertas del teatro de revistas. Estoy muy agradecida, pero llegó el momento de demostrar que soy más que esto. Dentro mío hay una actriz en potencia y estoy dispuesta a mostrarlo", explicaba la actriz que trabajó en "Rebeldes" o "Tiempo final".

"Estoy viviendo una etapa de crecimiento. Al haberme estabilizado emocionalmente, después de algunas idas y venidas, me pude concentrar en mi trabajo. Las piezas de mi vida se fueron ordenando y hoy me siento mejor madre, mejor esposa, mejor actriz. Ya no estoy tan pendiente de los comentarios y distribuyo mi tiempo de otro modo. De alguna manera Diego me hizo parar la pelota y darme cuenta de muchas cosas", dice.

Ayos nunca se sintió una sex symbol. "Sé que soy sexy y no me interesa dejar de serlo. Aunque nunca me sentí linda. De cara no soy una Barbie y tampoco soy demasiado amiga de las cirugías estéticas", finalizó.

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