La Plata, convertida en una ciudad "de película"
| 10 de Junio de 2005 | 00:00
Comenzaron a rodarse ayer, en el Pasaje Dardo Rocha, las primeras escenas de "The Golden Door", una producción franco-italiana protagonizada por Vicenzo Amato y Charlotte Gainsbourg, con dirección del italiano Emanuelle Crialese. La historia de un platense también protagonista.
Afuera, sobre la calle 50, se estacionan 7 camiones de exteriores, un ómnibus, y 4 "motor-homes"; en la entrada se amontonan decenas de bultos de equipajes viejos; y adentro, en el hall central, una bandera gigante de los Estados Unidos cae como telón de fondo sobre más de 450 inmigrantes italianos de principios del siglo XX, andrajosamente vestidos con ropa de época, y maltratados por rigurosos uniformados norteamericanos, de frente a una ampulosa escalera. El ambiente representa al hotel donde eran alojados los inmigrantes antes de recibir la ciudadanía americana, originalmente ubicado en la isla Ellis, frente a Nueva York. Aunque en realidad, todo sucede en pleno centro de La Plata, más precisamente en el Pasaje Dardo Rocha, donde el director italiano Emanuelle Crialese rueda una y otra vez la misma escena al grito de "corten", hasta que un cerrado aplauso indica que, finalmente, la filmación satisfizo al Director.
Todo eso sucedió ayer, cuando comenzaron a rodarse las escenas platenses de la película "The Golden Door" (La Puerta Dorada), una mega producción franco-italiana que protagonizan los actores Vicenzo Amato y Charlotte Gainsbourg, y que relata una historia de inmigrantes ambientada a principios del siglo XX en Estados Unidos, cuando emigraban desde Sicilia a Nueva York.
"Vinimos a La Plata porque este lugar es único, es lo más parecido que encontramos a lo que estábamos buscando", destacaba una de las integrantes del equipo de "Delta", la productora que se trasladó hasta nuestra ciudad con 200 integrantes -entre ellos una platense, Paulina Scaramuzza, egresada de la carrera de Comunicación Audiovisual de Bellas Artes- y 450 extras seleccionados tras un riguroso casting realizado en capital federal.
"El 80% de la película -añadió la productora- se filmará en Argentina, incluidos los tres días en La Plata, dos aquí en el pasaje Dardo Rocha y uno en la Estación Provincial de Meridiano V. El resto será en Buenos Aires, especialmente en el Puerto, donde se rodarán varias escenas en el Río de La Plata con un barco en movimiento, lo que tendrá siete días de duración, además de otras dos semanas en Sicilia".
EL SET DE LA PLATA
El movimiento cinematográfico se inició en el Pasaje Dardo Rocha a partir de las seis de la mañana, cuando comenzaron a descargarse bultos y equipos desde la calle 50 y, salvo un alto que tuvo lugar sobre el mediodía -almuerzo para todos con sistema de tenedor libre- se siguió filmando hasta poco antes de las 18, cuando el edificio retomó su pulso habitual.
Durante todo ese tiempo, el director italiano Emanuele Crialese -desde una carpa montada sobre el corazón del hall central- seguía atentamente las escenas en que los inmigrantes en cuarentena eran minuciosamente revisados por los guardas, en medio de un absoluto silencio, mientras desde los pisos altos los pocos testigos presenciales, incluidos algunos empleados municipales, eran obligados hasta a apagar sus celulares antes de cada escena.
Afuera, sobre la calle 50, se estacionan 7 camiones de exteriores, un ómnibus, y 4 "motor-homes"; en la entrada se amontonan decenas de bultos de equipajes viejos; y adentro, en el hall central, una bandera gigante de los Estados Unidos cae como telón de fondo sobre más de 450 inmigrantes italianos de principios del siglo XX, andrajosamente vestidos con ropa de época, y maltratados por rigurosos uniformados norteamericanos, de frente a una ampulosa escalera. El ambiente representa al hotel donde eran alojados los inmigrantes antes de recibir la ciudadanía americana, originalmente ubicado en la isla Ellis, frente a Nueva York. Aunque en realidad, todo sucede en pleno centro de La Plata, más precisamente en el Pasaje Dardo Rocha, donde el director italiano Emanuelle Crialese rueda una y otra vez la misma escena al grito de "corten", hasta que un cerrado aplauso indica que, finalmente, la filmación satisfizo al Director.
Todo eso sucedió ayer, cuando comenzaron a rodarse las escenas platenses de la película "The Golden Door" (La Puerta Dorada), una mega producción franco-italiana que protagonizan los actores Vicenzo Amato y Charlotte Gainsbourg, y que relata una historia de inmigrantes ambientada a principios del siglo XX en Estados Unidos, cuando emigraban desde Sicilia a Nueva York.
"Vinimos a La Plata porque este lugar es único, es lo más parecido que encontramos a lo que estábamos buscando", destacaba una de las integrantes del equipo de "Delta", la productora que se trasladó hasta nuestra ciudad con 200 integrantes -entre ellos una platense, Paulina Scaramuzza, egresada de la carrera de Comunicación Audiovisual de Bellas Artes- y 450 extras seleccionados tras un riguroso casting realizado en capital federal.
"El 80% de la película -añadió la productora- se filmará en Argentina, incluidos los tres días en La Plata, dos aquí en el pasaje Dardo Rocha y uno en la Estación Provincial de Meridiano V. El resto será en Buenos Aires, especialmente en el Puerto, donde se rodarán varias escenas en el Río de La Plata con un barco en movimiento, lo que tendrá siete días de duración, además de otras dos semanas en Sicilia".
EL SET DE LA PLATA
El movimiento cinematográfico se inició en el Pasaje Dardo Rocha a partir de las seis de la mañana, cuando comenzaron a descargarse bultos y equipos desde la calle 50 y, salvo un alto que tuvo lugar sobre el mediodía -almuerzo para todos con sistema de tenedor libre- se siguió filmando hasta poco antes de las 18, cuando el edificio retomó su pulso habitual.
Durante todo ese tiempo, el director italiano Emanuele Crialese -desde una carpa montada sobre el corazón del hall central- seguía atentamente las escenas en que los inmigrantes en cuarentena eran minuciosamente revisados por los guardas, en medio de un absoluto silencio, mientras desde los pisos altos los pocos testigos presenciales, incluidos algunos empleados municipales, eran obligados hasta a apagar sus celulares antes de cada escena.
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