Murió el actor Fernando Siro
El actor y director cinematográfico Fernando Siro murió ayer en capital federal a los 75 años, víctima de una larga enfermedad, confirmaron sus allegados. Más allá de las polémicas que protagonizó a raíz de la actividad política de su esposa, Elena Cruz, Siro es considerado un importante referente de la televisión y el cine nacional. Siro, quien debutó en el cine argentino en 1950, tuvo una prolífica carrera en la pantalla grande en la cual trabajó en más de cincuenta películas y dirigió 23, además de escribir una decena de guiones en más de 45 años de trayectoria. Asimismo fue protagonista de más de 60 obras de teatro con una fuerte dedicación a los clásicos contemporáneos como "Un tranvía llamado deseo" de Tennesse Williams; "Anna Karenina"; "Una mujerzuela irrespetuosa" del francés Jean Paul Sastre y "Panorama desde el Puente", de Arthur Miller. La radio también fue el escenario de sus primeros pasos en la década del cincuenta cuando en el auge del radioteatro en la Argentina, con su personal voz y dicción, fue protagonista de varias tiras. Había nacido el 5 de octubre de 1930, en Villa Ballester, con el nombre de Fernando Luksich, y desde su juventud se sintió atraído por la actuación, un hecho que lo llevó a los 19 años a debutar en el cine en la película "El otro yo de Marcela", que dirigió Alberto de Zavalía, y fue protagonizada por Delia Garcés y Alberto Closas. Siro -el apellido de su madre que eligió para su carrera artística- tuvo desde sus primeros años de carrera profesional mucha inquietud por la escritura y, desde la continuidad de su trabajo en cine y luego en la televisión sumó conocimientos que lo llevaron a convertirse en un popular director. Su primer película no pudo tener mejor suerte: en 1965 encaró el proyecto de adaptar para el cine un cuento de Dalmiro Sáenz y dirigió "Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes", filme que protagonizó junto a Walter Vidarte y Elena Cruz. El filme ganó al año siguiente la Concha de Plata del prestigioso festival de Cine de San Sebastián, situación que además le abrió las puertas del mercado español. En los primeros años de la Televisión argentina, Siro fue una cara recurrente especialmente en las telenovelas vespertinas, entre las que se destacó, "La tarde de Palmolive" en el viejo canal 7. La pantalla chica le permitiría una gran popularidad especialmente al integrar en varias temporadas, en diferentes etapas del ciclo del programa "Matrimonios y Algo Más", creación de Hugo Moser. En la década del setenta abandonó el cine "serio" y fue productor, guionista y director de una serie de películas "picarescas" que se pusieron de moda por esos años como fueron "Autocine Mon Amour" (1971) y "El divorcio está de moda" (1974), una serie que retomaría en 1986 con "Las colegialas se divierten" (1986), ya en una picarezca más fuerte. Su última participación cinematográfica fue en 2000 cuando trabajó en el policial, "Buenos Aires Plateada", filme que dirigió Luis Baron quien lo tuvo también como actor en la comedia "Apariencias" con Adrián Suar y Andrea del Boca.
| 5 de Septiembre de 2006 | 00:00

El actor y director cinematográfico Fernando Siro murió ayer en capital federal a los 75 años, víctima de una larga enfermedad, confirmaron sus allegados.
Más allá de las polémicas que protagonizó a raíz de la actividad política de su esposa, Elena Cruz, Siro es considerado un importante referente de la televisión y el cine nacional.
Siro, quien debutó en el cine argentino en 1950, tuvo una prolífica carrera en la pantalla grande en la cual trabajó en más de cincuenta películas y dirigió 23, además de escribir una decena de guiones en más de 45 años de trayectoria.
Asimismo fue protagonista de más de 60 obras de teatro con una fuerte dedicación a los clásicos contemporáneos como "Un tranvía llamado deseo" de Tennesse Williams; "Anna Karenina"; "Una mujerzuela irrespetuosa" del francés Jean Paul Sastre y "Panorama desde el Puente", de Arthur Miller.
La radio también fue el escenario de sus primeros pasos en la década del cincuenta cuando en el auge del radioteatro en la Argentina, con su personal voz y dicción, fue protagonista de varias tiras.
Había nacido el 5 de octubre de 1930, en Villa Ballester, con el nombre de Fernando Luksich, y desde su juventud se sintió atraído por la actuación, un hecho que lo llevó a los 19 años a debutar en el cine en la película "El otro yo de Marcela", que dirigió Alberto de Zavalía, y fue protagonizada por Delia Garcés y Alberto Closas.
Siro -el apellido de su madre que eligió para su carrera artística- tuvo desde sus primeros años de carrera profesional mucha inquietud por la escritura y, desde la continuidad de su trabajo en cine y luego en la televisión sumó conocimientos que lo llevaron a convertirse en un popular director.
Su primer película no pudo tener mejor suerte: en 1965 encaró el proyecto de adaptar para el cine un cuento de Dalmiro Sáenz y dirigió "Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes", filme que protagonizó junto a Walter Vidarte y Elena Cruz. El filme ganó al año siguiente la Concha de Plata del prestigioso festival de Cine de San Sebastián, situación que además le abrió las puertas del mercado español.
En los primeros años de la Televisión argentina, Siro fue una cara recurrente especialmente en las telenovelas vespertinas, entre las que se destacó, "La tarde de Palmolive" en el viejo canal 7.
La pantalla chica le permitiría una gran popularidad especialmente al integrar en varias temporadas, en diferentes etapas del ciclo del programa "Matrimonios y Algo Más", creación de Hugo Moser.
En la década del setenta abandonó el cine "serio" y fue productor, guionista y director de una serie de películas "picarescas" que se pusieron de moda por esos años como fueron "Autocine Mon Amour" (1971) y "El divorcio está de moda" (1974), una serie que retomaría en 1986 con "Las colegialas se divierten" (1986), ya en una picarezca más fuerte.
Su última participación cinematográfica fue en 2000 cuando trabajó en el policial, "Buenos Aires Plateada", filme que dirigió Luis Baron quien lo tuvo también como actor en la comedia "Apariencias" con Adrián Suar y Andrea del Boca.
Más allá de las polémicas que protagonizó a raíz de la actividad política de su esposa, Elena Cruz, Siro es considerado un importante referente de la televisión y el cine nacional.
Siro, quien debutó en el cine argentino en 1950, tuvo una prolífica carrera en la pantalla grande en la cual trabajó en más de cincuenta películas y dirigió 23, además de escribir una decena de guiones en más de 45 años de trayectoria.
Asimismo fue protagonista de más de 60 obras de teatro con una fuerte dedicación a los clásicos contemporáneos como "Un tranvía llamado deseo" de Tennesse Williams; "Anna Karenina"; "Una mujerzuela irrespetuosa" del francés Jean Paul Sastre y "Panorama desde el Puente", de Arthur Miller.
La radio también fue el escenario de sus primeros pasos en la década del cincuenta cuando en el auge del radioteatro en la Argentina, con su personal voz y dicción, fue protagonista de varias tiras.
Había nacido el 5 de octubre de 1930, en Villa Ballester, con el nombre de Fernando Luksich, y desde su juventud se sintió atraído por la actuación, un hecho que lo llevó a los 19 años a debutar en el cine en la película "El otro yo de Marcela", que dirigió Alberto de Zavalía, y fue protagonizada por Delia Garcés y Alberto Closas.
Siro -el apellido de su madre que eligió para su carrera artística- tuvo desde sus primeros años de carrera profesional mucha inquietud por la escritura y, desde la continuidad de su trabajo en cine y luego en la televisión sumó conocimientos que lo llevaron a convertirse en un popular director.
Su primer película no pudo tener mejor suerte: en 1965 encaró el proyecto de adaptar para el cine un cuento de Dalmiro Sáenz y dirigió "Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes", filme que protagonizó junto a Walter Vidarte y Elena Cruz. El filme ganó al año siguiente la Concha de Plata del prestigioso festival de Cine de San Sebastián, situación que además le abrió las puertas del mercado español.
En los primeros años de la Televisión argentina, Siro fue una cara recurrente especialmente en las telenovelas vespertinas, entre las que se destacó, "La tarde de Palmolive" en el viejo canal 7.
La pantalla chica le permitiría una gran popularidad especialmente al integrar en varias temporadas, en diferentes etapas del ciclo del programa "Matrimonios y Algo Más", creación de Hugo Moser.
En la década del setenta abandonó el cine "serio" y fue productor, guionista y director de una serie de películas "picarescas" que se pusieron de moda por esos años como fueron "Autocine Mon Amour" (1971) y "El divorcio está de moda" (1974), una serie que retomaría en 1986 con "Las colegialas se divierten" (1986), ya en una picarezca más fuerte.
Su última participación cinematográfica fue en 2000 cuando trabajó en el policial, "Buenos Aires Plateada", filme que dirigió Luis Baron quien lo tuvo también como actor en la comedia "Apariencias" con Adrián Suar y Andrea del Boca.
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