Por qué Cristóbal Colón era negro

Por GABRIEL BÁÑEZ

Una maestra contaba hace un par de meses lo que para ella fue una anécdota inolvidable en el aula: puestos a dibujar y colorear a Colón con las tres carabelas en su llegada a América, uno de los alumnos dibujó un Colón negro. Ni mulato ni morocho, el Colón del pibe era negro carbón. La maestra lo llama y le pregunta por qué lo había dibujado de ese color. El chico, muy sensatamente, le responde: "Porque Colón es negro". La mujer vuelve a la carga para saber de dónde había sacado ese disparate, y el pibe, muy suelto de cuerpo, le contesta que del libro de texto. "No puede ser", dice ella. El chico saca el libro, busca la página, y le lee: "Cristóbal Colón, ese oscuro navegante genovés".

A veces las anécdotas se imponen con tanta fuerza como los propios usos del habla. No hace falta que el diccionario convalide o no el empleo de una palabra, de una expresión o de un neologismo para que el lenguaje, orgánico y cambiante como un organismo vivo, lo acepte y adapte al uso. Son los hablantes quienes convalidan o no la vitalidad de un vocablo o una expresión. Las recientes polémicas desatadas en el Congreso de la Lengua revelan hasta qué punto, a veces, el academicismo a ultranza (no los académicos) intenta sin embargo sobreponerse al uso común. No obstante sexo, raza o religión no siempre vienen acotados en la acepción de la palabra. Un gesto mínimo puede cargar peyorativamente un término que en el diccionario aparece como neutral. El chico que interpretó a Cristóbal Colón negro leyó "oscuro navegante" en función de la piel del descubridor y no de sus orígenes. Aunque de origen oscuro, hay que decirlo sin eufemismos, puede haber más de un blanco, más de un negro, más de un amarillo y más de un piel roja también. Como sea, intentar una normativa en este terreno es inútil. Decían los hermanos Ortega y Gasset -y en esto coincidían ambos- que la función hace al órgano y que son los diccionarios los que corren detrás de las palabras, nunca al revés. Por lo mismo, pretender que se empleen a pie juntillas los géneros correspondientes es, además de trabajoso, inocuo. "Los hombres del mundo han rechazado la carrera armamentista de las grandes naciones" es un enunciado que contiene tanto a hombres como a mujeres. Como decir "los individuos de tal nación no aceptan la discriminación". No parece necesario aclarar los tantos. Sería absurdo recurrir a "los individuos y las individuas de tal nación no aceptan la discriminación". En rigor, el feminismo como movimiento tiene muchas causas valiosas aun por las que luchar como para prestarle atención a los lugares que van detrás de la coma, por decirlo en sentido figurado. ¿O terminaremos incurriendo en el feminismo? El pueblo alemán promedio de donde surgió el nazismo cuidó escrupulosamente los modos y usos del lenguaje. La "depuración" en que terminó, ni falta hace decirlo, fue tanto humana como linguística.

Don Víctor García de la Concha, el director de la Real Academia Española, se la debe ver en figurillas ante los reclamos de cambio y polémicas. Con buen criterio, el hombre estará pensando que se le viene la noche de color. Es lógico, primero se la agarran con el "negro", luego vienen por el género, más tarde vendrán por mí, se dirá. No es tema menor, no aquí al menos, en donde Don Víctor García de la Shell debe responder a sus más profundas e incuestionables raíces hispánicas.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE