Cumple 100 años una gran figura de la ingeniería

Simón Gershanik será agasajado por colegas y académicos

Hoy cumple 100 años Simón Gershanik, un orgullo de la Ciudad. El reconocido ingeniero, egresado de la UNLP, una eminencia en la geofísica y la sismología, y distinguido en numerosas oportunidades por su rica trayectoria y sus aportes a la ciencia, será agasajado, en este cumpleaños tan especial, por colegas y académicos en una reunión que se celebrará esta tarde en su casa de la calle 18 y a la que asistirán también familiares y amigos.

Gershanik, quien siempre se definió como un "platense por adopción", nació en Basavilbaso, provincia de Entre Ríos, el 1° de agosto de 1907. Segundo de seis hermanos, el talentoso profesional es hijo de un matrimonio de inmigrantes que llegó a la Argentina desde una región que a principios de 1900 estaba bajo el dominio ruso. A los 18 años, después de cumplir con sus estudios secundarios en Concordia, vino a estudiar a la Universidad Nacional de La Plata, egresó con el título de ingeniero civil en 1933, y se quedó para siempre en esta ciudad.

El esfuerzo y la dedicación puestos al servicio del estudio, primero en las ingenierías civil e hidráulica, y luego en la geofísica y la sismología, lo convirtieron en una referencia de la comunidad científica; le permitieron participar en los ámbitos más reconocidos de su profesión y lo hicieron merecedor de importantes distinciones, como profesor emérito de la facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, el premio Ciencias Astronómicas, Matemáticas y Físicas de la provincia de Buenos Aires, el Konex en Ciencias de la Tierra, el CERESIS en Sismología y la medalla de oro del premio "Consagración" de la Academia Nacional de Ingeniería, la que le fue otorgada a los 97 años.

RELEVANTE ACTUACION

Gershanik tuvo una relevante actuación en numerosos círculos vinculados a su profesión. En 1959 fue fundador de la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas, entidad que presidió entre ese año y 1967; fue profesor en la Escuela Superior de Astronomía y Geofísica, desde 1936 a 1948; entre 1964 y 1967 ocupó el cargo de director del Observatorio Astronómico de la UNLP; fue cofundador del Centro Regional de Sismología para América del Sur (CERESIS); coorganizador en 1966 del Comité Nacional de la Unión Geofísica y Geodésica Internacional, en el que además fue vicepresidente hasta 1988; miembro del Consejo Directivo de la Asociación Internacional de Sismología y Física del Interior de la Tierra durante muchos años; y creó carreras de doctorado en diferentes espacios universitarios.

Autor de varios libros, volcó sus experiencias en "Sismología", un tratado de más de 800 páginas y en alrededor de cuarenta trabajos científicos de caracter teórico.

Una de sus pasiones, la geofísica, la profundizó a partir de 1935 en una larga estadía que repartió entre Berlín y en Gotingen, Alemania. Pero antes de viajar a Europa, en abril de ese año, Gershanik se casó con Sofía Rogovsky, la mujer que, según las reiteradas palabras del ingeniero, fue una "magnífica compañera". Con ella tuvo dos hijas, Carlota y Marta. La mayor -Carlota- siguió los pasos de su padre y se dedicó también a la geofísica; la menor se especializó en las ciencias psicológicas. Gershanik tiene tres nietos y una bisnieta.

Entre los recuerdos que atesora, están aquellos momentos que compartió con personalidades como Miguel Itzigsohn, José Katz, Emilio Azzarini y Ernesto Sábato. Cuando lo conoció, Azzarini era estudiante de veterinaria; luego se convertiría en famoso coleccionista de instrumentos musicales. Sábato, por ese entonces, estudiaba Física.

"ALGUNOS GUSTOS"

Este prestigioso vecino platense llega al festejo de su centenario de vida con muy buen estado de salud, sin indicaciones médicas especiales ni dietas en la alimentación, tanto que, a pesar de haber sido la mayor parte de su vida un hombre metódico y cuidadoso en ese sentido, ahora, según confesó, se da "algunos gustos", y una dosis de chocolate en forma diaria es uno de esos placeres cotidianos de los que no se priva. Atento a la actualidad y a los acontecimientos de la Ciudad, el distinguido profesional se informa todas las mañanas a través de las páginas de EL DIA y entre otras de las actividades que conforman su rutina se incluyen escuchar música clásica y mirar los noticieros de la televisión.

Esta tarde, miembros de la Academia de Ingeniería de la provincia de Buenos Aires visitarán a Gershanik en su casa de 18 entre 56 y 57 y rendirán homenaje a uno de los más ilustres integrantes de la entidad bonaerense, a quien le entregarán una medalla y un pergamino, por "su personalidad y jerarquía como científico", según resumió otro de los representantes de la institución, el ingeniero Horacio Albina.

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