Un resultado que revitaliza las expectativas opositoras

En el Gobierno, no obstante, creen que la elección en Santa Fe se definió por "factores locales"

La oposición celebró anoche el claro triunfo del socialista Hermes Binner en los comicios de Santa Fe, convencida de que se trata de un nuevo indicio de que "es posible" ganarle al oficialismo. A menos de dos meses de la elección presidencial, la euforia era más evidente, desde ya, en la candidata a jefa de Estado Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica que nuclea al ARI, socialistas y radicales, la misma alianza que ayer se impuso en Santa Fe aunque no llevó allí esa denominación. Pero cierta sensación de revitalización, a partir de análisis que miraban más la derrota del kirchnerismo que cuál sector había ganado la elección santafesina, se imponía también en otros ámbitos opositores.

En el Gobierno, en cambio, la derrota se tomó como una realidad anticipada desde hacía ya tiempo, originada en diversos factores locales, desde coyunturales hasta históricos, "que no hará mella" en el ímpetu con que el kirchnerismo se encamina hacia las urnas del 28 de octubre. De cualquier modo, en la Casa Rosada se respiraba cierto aire de desilusión, luego de que en los últimos días algunos sectores alentaran pronósticos de una "sorpresa" en Santa Fe.

El resultado de la elección del nuevo gobernador de Santa Fe constituye, siempre, un dato central para el mapa político del país, en la medida que es el cuarto distrito más importante, tanto en términos económicos como poblacionales, sólo superada por Buenos Aires, la capital federal y Córdoba. Por eso, más allá de otras consideraciones, el triunfo opositor, que llevó por primera vez en la historia a un socialista al gobierno de una provincia argentina, tiene un innegable y fuerte impacto político.

EVALUACIONES EN LA OPOSICION

En ese marco, la oposición sacaba sus cuentas anoche.

Esos números decían que, sobre once distritos que ya eligieron sus gobiernos locales en el proceso electoral de este año, las fuerzas antikirchneristas de distinto signo se impusieron en cinco.

Ese repaso indica que, en efecto, alianzas o partidos enfrentados al gobierno nacional se impusieron en los comicios para gobernador en la capital federal, donde triunfó Mauricio Macri; Santa Fe, con la victoria del socialista Binner; Neuquén, donde se impuso Jorge Sapag, del Movimiento Popular Neuquino que lidera el aspirante presidencial Jorge Sosbich; Tierra del Fuego, donde fue electa la arista Fabiana Ríos; y San Luis, con la reelección del peronista disidente Alberto Rodríguez Saá.

El recuento de los seis triunfos del oficialismo expone victorias "puras" -formalmente, del Frente para la Victoria- en las elecciones de gobernadores de Entre Ríos (Sergio Urribarri), San Juan (José Luis Gioja), La Rioja (Luis Beder Herrera) y Tucumán (José Alperovich), y de dos aliados en Catamarca y Río Negro (los radicales K Eduardo del Moral y Miguel Saiz).

INTERROGANTES

Ese mapa señala, entonces, que no sólo se trata de cinco victorias de fuerzas opositoras contra seis del oficialismo, sino de que dos de los triunfos del antikirchnerismo se dieron en los distritos que figuran entre los más poblados del país, como capital federal y Santa Fe.

De cualquier modo, la pregunta que se formulan los observadores a esta altura del calendario electoral es si la elección de candidatos no oficialistas para gobernar sus distritos está marcando una postura "antikirchnerista" en esos electorados más amplia que la que tenga que ver con las propuestas de unos y otros en los niveles locales. El interrogante es, en suma, si la posición asumida en los comicios locales puede reflejarse, o no, a la hora de optar entre la candidata presidencial del Gobierno, Cristina Kirchner, y sus adversarios.

Quien respondió anoche mismo ese interrogante, desde su criterio, fue Elisa Carrió, sin duda la cantidata presidencial opositora más eufórica por el resultado de Santa Fe, en la medida que la coalición que llevó al triunfo al socialista Binner está integrada, además de la fuerza en la que milita desde los 18 años el flamante gobernador electo, por el ARI que conduce Carrió, además de la democracia progresista, el PC y grupos radicales y del peronismo disidente.

Carrió no sólo felicitó al ganador en Santa Fe, sino que afirmó que ese resultado electoral venía a "corroborar" que ella "llegará a la segunda vuelta" por la elección presidencial.

En otros ámbitos políticos se analizaban, sin embargo, factores que influyeron en la elección santafesina y que pudieron tener gravitación en el resultado.

Se recordaba, en ese sentido, la alta inserción que históricamente tuvo en la vida política de esa provincia el socialismo -que generó una figura de trascendencia nacional como Guillermo Estévez Boero-; así como la democracia progresista. Y se tomaba en cuenta que, por eso mismo, al peronismo no le fue nunca fácil, en términos históricos, ganar las elecciones en ese distrito.

De hecho, en décadas anteriores la ley de lemas que regía en esa provincia le otorgó en varias oportunidades la victoria al justicialismo aún cuando el candidato que individualmente más votos obtenía era un radical; situación que se repitió hace cuatro años con el propio Binner, cuando éste cosechó más votos que Jorge Obeid, quien sin embargo se impuso por la suma de sufragios de todos los candidatos peronistas.

En los análisis del oficialismo, en tanto, se ponía en la balanza la consideración de que el peronismo kirchnerista no pudo llevar a esta elección a ninguno de los dos hombres que, en su criterio, le podrían haber concedido una nueva victoria: Obeid, inhabilitado constitucionalmente para buscar la reelección, y Carlos Reutemann, que no quiso postularse.

SONDEOS Y CAMBIO DE EXPECTATIVAS

Por lo demás, el cómodo triunfo de Binner -por casi diez puntos- vino a confirmar las encuestas y las evaluaciones que, desde prácticamente comienzos de este año, pronosticaban esa victoria; pronóstico que en más de una lectura política era definido, en rigor, como una derrota segura del kirchnerismo o, si se quiere, del gobierno nacional.

Sin embargo, en los últimos días varios encuestadores salieron a afirmar que había un vuelco en los sondeos de opinión y algunos estimaron, inclusive, que ganaría el candidato del oficialismo, Rafael Bielsa.

Esa "novedad" que presuntamente mostraban las encuestas cobró particular fuerza en la última semana, en coincidencia con el refuerzo que le llegó a la campaña del kirchnerismo santafesino desde el gobierno nacional, y que incluyó las presencias, en actos institucionales-proselitistas, del vicepresidente Daniel Scioli y del propio presidente Kirchner.

De ese modo, un clima de fuerte expectativa rodeó a la jornada electoral de ayer en Santa Fe, en cuyo marco el oficialismo -a través del diputado nacional Agustín Rossi- salió inclusive, a dos horas de cerrado el comicio, a negar las proyecciones de las mediciones a boca de urna que reflejaban un triunfo de la coalición opositora.

Lo cierto es que algunos encuestadores volvieron a ser "la nota" de la jornada.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE